Sin duda el empresario Eduardo Fernández León tiene buen olfato para los negocios. Incluso él mismo lo reconoce.

Tras recibir el "Premio Egresado Destacado" que entrega la Asociación de Egresados del ESE Business School de la Universidad de los Andes, Fernández, que participa en empresas en el rubro de la construcción, seguros y minería, entre otros, conversó con la Revista Egresados.

Con sus propias palabras, en la publicación el empresario hace un recorrido por su historia. Profundamente católico - esta emparentado con Santa Teresa de Los Andes y con San Alberto Hurtado -, Fernández León creció en una familia con nueve hermanos donde se le inculcó vivir con austeridad, humildad y escuchar los problemas de las personas que están en su entorno.

Estudió en el colegió San Ignacio y se recibió de ingeniero comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Su instinto empresarial nació temprano: en segundo año de universidad, junto a su amigo Manuel Cruzat, abrió una oficina de contabilidad.

Tras egresar se hizo cargo de una planta lechera que tenía su padre. Pac Cervinia, según cuenta el empresario, fue muy difícil de desarrollar, debido a la competencia que existía en los años setenta en ese mercado, por lo que a tres años de haberla adquirido decidieron verla y "en muy buenas condiciones".

Pero fue después de esto, en 1970 y Paraguay, donde el "Negro", como le dicen sus amigos, desarrolló con más fuerza sus habilidades empresariales. "Me hice cargo primero de un estudio para ver si era posible resucitar a un frigorífico productor de carne, que es el producto de exportación más importante de Paraguay. Este frigorífico estaba quebrado y llevaba dos años paralizado. El estudio demostró que era factible reflotarlo. En mis negociaciones les dije a los accionistas dueños que me interesaba recibir un sueldo no muy importante, pero les pedí que si le iba bien a esta empresa quería tener una participación interesante", comenta Fernández.

Levantó el frigorífico convirtiéndola en una compañía muy exitosa, lo que le permitió ahorrar dinero, juntar capital y regresar a Chile tres años después para emprender diversos negocios. Primero se hizo cargo de unos campos que tenía su padre en Vitacura y luego ingresó al rubro inmobiliario con la construcción de varios edificios en El Golf y Providencia. Fue así como nació la Constructora FFV, que tiene actualmente a su cargo el levantamiento de seis nuevos edificios de oficinas con más de 100.000 m2 y el 90% vendido a la fecha, de acuerdo a lo que se señala en la revista de egresados.

La privatización de empresas públicas le permitió a Fernández León diversificar sus negocios. Compró una parte accionaria de una de las principales empresas de telecomunicaciones, Entel, de Laboratorios Chile y de Chilquinta, entre algunas participaciones.

Hoy es uno de los dueños de Banmédica y a través de la sociedad de inversión Pacífico V Región tiene el 90% de Pucobre. "En la parte profesional yo no me siento nada diferente a los demás. Entonces digo de arriba me quieren regalar cosas, y uno de ellos es que cuando salí de Chile me fue muy bien y logré acumular una reserva que en ese momento era muy valiosa y eso fue capital semilla para entrar en muchos negocios en Chile en buenas condiciones. Tengo quizá lo que llaman en los negocios un cierto olfato para poder distinguir por dónde va la cosa, saber si es o no atractivo", afirma el empresario.

En la publicación Fernández León revela que una de las constantes en su camino por los negocios ha sido considerar los impactos que existes para el usuario final, con el objetivo de generar a través de los proyectos que lidera un cambio sustancial, buscando más allá del beneficio del negocio. "Que haya mucha gente aprovechando las obras me da gran satisfacción. Igual criterio he perseguido en los edificios de oficinas y departamentos donde no sólo miramos el negocio sino donde queremos aportar algo a la ciudad", puntualiza.