Factores de inversión (Smart Beta): aproximación a la baja volatilidad

La teoría de portafolios basados en factores de riesgos comenzó en los 70’. Postulaba que existía un “factor” que compensaba a los inversionistas del riesgo asociado a invertir en activos de renta variable versus aquellos libres de riesgo. Esta prima tenía relación con el exceso de retorno de cartera de referencia llamada “mercado”, respecto de la tasa libre de riesgo. Denominemos dicho factor “Beta de Mercado”. Beta representa el riesgo sistemático o no diversificable de la cartera donde se desea invertir.
Desde entonces, otros factores se han incorporado con el objetivo de capturar otras ventajas de los desafíos que se enfrentan día a día en los mercados bursátiles. Y así surgió lo que llamamos “Factores de Inversión” o “Smart Beta”.
Entre éstos, desde la crisis financiera global ha crecido fuertemente el interés por la inversión al factor de baja volatilidad, en particular la que se aproxima al concepto de mínima volatilidad o varianza. Aunque el concepto “Smart Beta” es bastante nuevo, la aproximación ya era bastante analizada desde los años 50 con la teoría de media-varianza. En simple, la estrategia se centra en acciones que presentan mayor estabilidad en sus precios y que potencialmente pueden tener mejores retornos que acciones más volátiles, pero sin perder la representatividad del mercado donde se desea invertir.
Y aunque el concepto de que “el retorno es mayor a mayor riesgo” está bien incorporado en el mercado, la anomalía encontrada es empíricamente robusta a favor de acciones de baja volatilidad (riesgo), que logran tener un mayor retorno durante periodos prolongados de tiempo, a través de diferentes mercados.
Para ilustrar, y utilizando índices del proveedor MSCI que replican estas estrategias, calculamos los retornos agregados para el periodo comprendido entre 2010 a septiembre 2016, y para los mercados globales como emergentes. Los resultados apuntan a un exceso de retorno importante a favor de los índices de menor volatilidad por sobre aquellos que agrupan los mercados ponderando por su capitalización bursátil. Así, para el caso del mercado Global, el mayor retorno alcanza 24,9%; en tanto, para mercados emergentes el valor se eleva a 26,8%. ¿Interesante? Pues bien, esta estrategia es más poderosa cuando el ciclo económico es menos favorable y/o cuando la volatilidad de los mercados bursátiles es mayor, ambas variables que permanentemente atormentan a inversionistas.
*La autora es vicepresidente de BlackRock.
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