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La conquista del vino

En Chile las primeras vides fueron plantadas por misioneros jesuitas de las zonas de Colchagua, Maule e Itata. Se dice que el primer introductor fue el fraile Francisco de Carabantes quien trajo estacas desde Perú hasta Talcahuano. Desde allí se trasladaron estacas a Santiago.

El Noble Diego Pizarro del Pozo y Clavijo de Gálvez llegó a comienzos del siglo XVII y se casó con Mariana de Gamboa y Astudillo, obteniendo en dote la Hacienda Potrerillos en la cual Luis Pérez de Canseco había plantado los primeros viñedos en el valle de Limarí. Además introdujo las variedades moscatel, albilla y torrontés que más tarde llegarían a Argentina de la mano de jesuítas y franciscanos.

Alrededor de 1655 los monjes del convento de la Merced de San Bartolomé de La Serena, comienzan a elaborar vino en base a moscateles denominado Mercedario en los Valles del Elqui y Limarí. En el Siglo XVIII el hacendado don Gerónimo Ramos de Torres y de Aguirre introduce la cepa moscatel y la técnica del “asoleo” lo que dará origen a los “pajaretes” del Huasco.

La vid encontró en la zona central su lugar ideal. Durante el régimen napoleónico, España consideró que el vino producido en Chile competía con el suyo, por lo que se prohibió. Hasta mediados del siglo XIX los vinos más afamados de Chile provenían del Norte Chico. Los vinos producidos en la Zona Central eran adulterados con agua, principalmente consumidos por el pueblo.

A mediados de Siglo XIX el vino era considerado como una importante fuente de ingresos de exportación y los gobiernos empezaron a preocuparse por su calidad. Claudio Gay creó una estación experimental: Quinta Normal de Agricultura. En 850 tenía cerca de 40 mil vides europeas.

La modernización llega de la mano de Silvestre Ochagavía, considerado el padre de las viñas chilenas modernas. Ochagavía viajó a Europa y contrató expertos franceses, quienes en 1851, reemplazaron la cepa país por cabernet sauvignon, cot o malbec, merlot, pinot, riesling, sauvignon blanc y semillón. El resultado motivó a otros empresarios: Maximiano Errázuriz, Luis Cousiño, José Tomás Urmeneta, Domingo Fernández Concha, Bonifacio Correa Albano y Melchor Concha y Toro, fundaron sus respectivas viñas e iniciaron una exitosa tradición que se proyecta hasta hoy.

*Gerente Viña De Martino Wine MBA Bordeaux Management School.

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