Aunque en Chile la propagación del coronavirus decayera o el mundo lograra dar prontamente con la vacuna que lo cure, el golpe para el mercado laboral chileno ya es “dramático”. Así lo sostiene JP Morgan, en un informe donde destaca que los datos publicados el viernes no logran dar cuenta de la gravedad del asunto, al no considerar a quienes por la pandemia no están buscando trabajo y que si fueran contados elevarían la tasa de desempleo a 20%.

Desde el punto de vista del banco estadounidense, el 9,0% que se anotó en el promedio móvil de tres meses reportada en abril, "minimiza el impacto real de las medidas de distanciamiento social en el mercado laboral, en nuestra opinión”.

Según detallan a sus clientes, en Chile la población desempleada aumentó a 815.000, un incremento considerable en relación a los 768.000 observados en febrero de 2020, antes de que la pandemia llegara a territorio nacional. La cifra además es considerablemente superior a los 681.000 que se registraron en el mismo periodo del año pasado.

En función de esa fotografía, JP Morgan aclara que “en comparación con el mismo período en 2019, un poco menos del 20% de los trabajos perdidos aparecen como desempleados. Las personas restantes emigraron de la fuerza laboral activa, lo que explica la caída en las tasas de participación y empleo”.

Lo anterior se explica fácilmente por el complejo marco económico que se enfrenta. “La naturaleza de la crisis de COVID-19 hace que el salto en los despidos sea contemporáneo al desánimo de búsqueda; es decir, las personas que emigran de la fuerza laboral activa porque están cansadas de buscar un trabajo o, lo que es más importante, no creen que la búsqueda tenga sentido en el contexto actual dada la muy baja probabilidad de encontrar un nuevo trabajo", precisa el informe.

En la sombra

Sin embargo, la entidad anticipa que el desánimo prevalecerá en tanto sigan en marcha las medidas de confinamiento con las que se intenta contener el virus y la medida que se alivien, la gente volverá a buscar un nuevo empleo.

Por lo mismo, en JP Morgan considera que es necesario que el gobierno recurra a una tasa de desempleo en la sombra, para dar cuenta con mayor claridad cuál es la situación laboral del país. Un ejercicio que ya llevó a cabo la propia entidad, citando los trabajos académicos de Baldwin 2020, Di Tella y MacCulloch 2006 y hasta la teoría de la curva de Phillis.

“Para esta métrica, tomamos como dada la participación en el mercado laboral a partir de febrero de 2020 (9,8 millones de personas) y para el denominador agregamos a la cantidad de desempleados en febrero los empleos destruidos desde ese mismo mes (en otras palabras, asumimos un escenario en el que los despedidos estarían buscando activamente un nuevo trabajo)". En este caso, el banco sostiene que "la tasa de desempleo en la sombra subiría a 16.2%, 7.2% por encima de lo reportado. Además, si los 'empleados ausentes’ registrados actualmente absorbieran los registros de desempleados, estimamos que la tasa de desempleo ‘oculta’ rayaría el umbral del 20%”.