El Pan de Cada Día con ingredientes saludables

El Pan de Cada Día partió en la cocina de un departamento. Las hermanas Claudia (arquitecta), Francisca (publicista) y Andrea Roldán (chef), que crecieron con los aromas y sabores de su madre comenzaron a hacer pan a pedido y vendían en oficinas y a amigos. “Hoy busco que cada receta que preparo tenga algo de mi madre y muchas veces mi papá prueba las preparaciones y dice que le recuerda mucho su cocina”, cuenta Andrea Roldán.

La característica de sus productos es que son elaborados con harinas integrales, frescas, sal de mar y no tienen ni una pizca de preservantes, materia grasa o lactosa. “Hoy hay muchas enfermedades relacionadas a la alimentación, por lo que creo que la gente está pensando en comer mejor. Además hay muchas personas que no pueden comer un tipo de pan por tener alguna enfermedad”, explica Andrea Roldán.

Hace un par de meses se instalaron en Vitacura donde ofrecen diferentes productos como los tres tipos de baguette con aceitunas, pesto y maní, y ajos asados, tomillo mapuche y aceite de oliva (entre $2.000 y $2.200); pan de molde integral clásico con tres mezclas de harinas, multisemillas con centeno, chía, avena y linaza, y de zapallo camote, con semillas de calabaza y harina de trigo negro (entre $3.000 y 3.500). Hay panes artesanales, con higos deshidratados, nueces o miel y el más exitoso es el de centeno con ciruelas deshidratadas ($3.200), elaborado 100% con harina de centeno. También hacen panes veganos, sin gluten, sin lactosa o con harinas de legumbres a pedido.

También hay café, sándwiches, muffins, galletones y cuentan con un pequeño emporio con productos como granola casera, mayonesas y pestos orgánicos Cadia, pastas de berenjenas y mermeladas caseras.

Lo Arcaya 1707, local 6, Vitacura. Lunes a viernes de 9:00 a 19:30 horas, sábado de 09:30 a 13:30 horas. www.elpandcd.cl.

Bakkerè: pan hecho con masa madre

Carolina Labaki creció en el mundo de la banquetería por su abuela y madre que poseen una de las empresas más importantes de Brasil en este rubro. Sin embargo, no siguió sus pasos y entró a estudiar diseño industrial, pero luego se dio cuenta que extrañaba preparar queques y postres.

Se unió a su madre y se encargó de la repostería. Hace dos años vive en Chile y partió haciendo las recetas dulces de los restaurantes La Maestranza y Pomeriggio.

Hace menos de un mes abrió Bakkerè (panadería en flamenco). Ubicada en Las Tranqueras, trabaja con masa madre, clave para lograr un sabor diferente en cada una de sus preparaciones. Este ingrediente se lo regaló Xavier Barriga, quien dirige una de las mejores panaderías de Barcelona. “Es una masa que tengo hace años y que he ido alimentando”, dice Labaky.

Al pan le sumó diferentes tipos de postres y ella la llama repostería moderna. “No hace falta ir a un buen restaurante para comerse una tarta de chocolate blanco caramelizado con textura de avellana o una tartaleta de limón”, cuenta la chef.

Como comparten local con Gran Gourmet, los clientes se pueden tomar un café y comer un queque o un sándwich de mozzarella de búfala con pastrami recién cortado.

Uno de los panes más cotizados son los de betarraga ($800), elaborados con el vegetal completo -incluyendo la cáscara-, que marca el sabor a tierra. Además están los de nueces ($800) y las galletas de chocolate con chips de cacao real, además de los marmoleados de chocolate y vainilla ($1.000). Después del 18 de septiembre tendrán brunch y comenzarán a realizar talleres de cocina en el segundo piso.

Bakkerè está en Av. Las Tranqueras 1480, Vitacura, y atiende de lunes a viernes de 10:30 a 17:30 horas, sábado de 10:30 a 14 horas. Teléfono: 22202 2865. Más información en su página en Facebook.

Molnar: de corteza crujiente y una marraqueta única

A las 5:00 de la mañana, Istvan Molnar abre la puerta de su panadería que lleva su apellido, para comenzar a hacer las decenas de panes que vende durante el día y los diferentes tipos de bollería. Aprendió cocina desde pequeño gracias a su madre pastelera; y a amasar en Buenos Aires, siendo ayudante de un panadero. Cuando volvió a Chile trabajó como banquetero en la FAO y dejó por un tiempo su pasión por el pan. “En 2002, cuando volví de Argentina, no existía el boom del pan como hoy, la gente no salía de la marraqueta o la hallulla”, explica Molnar.

Con el paso de los años, este producto empezó a tomar fuerza y con él, las ganas de Molnar de dedicarse 100% a amasar. Al principio vendía a restaurantes y hace unos dos meses encontró un local en Ñuñoa donde tiene sus productos.

La receta incluye masa madre que descansa en frío de un día para otro, la cual tiene tres fermentos y no utiliza aceites. Entre los más exitosos está el pan de campo ($2.000), multisemilla ($2.300), otro hecho con harina integral y de avena ($2.400), baguette ($900), ciabatta ($600) y su marraqueta, crujiente de sabor único que tiene un sello personal.

En el caso de la bollería, hay panes de chocolate ($1.200) y danesas de berries o piña ($1.300) y próximamente venderá galletas y pan sin gluten.

Abierto de lunes a viernes de 10:00 a 19:00 y el sábado 10:00 a 16:00. Dirección: Lo Encalada 17 Ñuñoa.