SCA acusa "amenazas" de la CMPC para entrar al Cartel y abre complejo escenario judicial para el grupo Matte
Artillería pesada es la que está preparando la empresa sueca SCA, continuadora de PISA y acusada directamente por la FNE por colusión en el mercado del tissue, para defenderse ante el TDLC.
La primera munición la lanzó ayer: acusó directamente a CMPC de obligarla a entrar al cartel bajo amenaza y haber actuado coaccionada.
Precisamente, la FNE presentó el miércoles un requerimiento ante el TDLC en contra de SCA (ex PISA) y CMPC por el delito de colusión durante 11 años en el mercado de tissue, relacionado a servilletas, toallas, pañuelos y otros.
Según un comunicado divulgado en horas de la tarde de ayer, la empresa informó que apenas haber sido notificada del inicio de la indagación de la FNE “inició una investigación interna para conocer la veracidad de los hechos denunciados”.
“SCA se acercó a la FNE y reconoció la participación de ejecutivos de la empresa en la conducta antes señalada, quienes manifestaron haber actuado coaccionados bajo la amenaza de que la compañía sería sacada del mercado por la empresa dominante, haciéndola económicamente inviable”, explicó la filial de Svenska Cellulosa Aktiebolaget, SCA.
Fuentes ligadas a la multinacional sueca explican que cuentan con “prueba contundente” para revertir la acusación de colusión de la FNE.
Según trascendió, dicha prueba radica en una serie de correos electrónicos que revelarían que los ejecutivos de SCA fueron amenazados por sus pares de CMPC para no denunciar ante las autoridades de libre competencia la colusión.
Más aún. Conocedores del proceso añaden que la “papelera” habría sido una fuente permanente de coacción, durante todo el periodo cuestionado por el ente antimonopolio.
Tal es el nivel de organización que a 20 días de que la compañía deba responder a los cargos presentados por la FNE, fuentes ligadas al proceso confirman a PULSO que SCA apelará al artículo del Decreto 211 que señala que “el ejecutor de la conducta deberá aportar antecedentes adicionales a los presentados por quien primero acompañó antecedentes a la Fiscalía en virtud de este artículo”.
A juicio de los ejecutivos de la compañía sueca, no existen argumentos de que existiera un cartel con CMPC antes de 2006.
En esa parte hay discrepancias con lo que ha expresado la FNE. Sin embargo, según trascendió, la compañía sí reconocería ante el TDLC que hubo una concertación de precios y cuotas de mercados con CMPC sólo a comienzos de 2006.
Por ahora los trabajos de SCA, quien están siendo asesorados por el equipo jurídico de Baker & McKenzie, se han centrado en realizar peritajes en orden a cuantificar el impacto al mercado.
A modo de precisión, se explica que entre los años 2005 y 2008, la compañía cerró su ejercicio contable en números rojos. De hecho las utilidades desde 2008 en adelante, fueron positivas, pero muy bajas. En efecto, habrían sido utilidades en torno al 2% o 3%.
Dicho argumento sería central frente a un futuro alegato de los abogados de SCA frente al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia. La compañía además se defienden de las acusaciones de colusión. Agregan que durante todo el periodo cuestionado por la FNE, CMPC ejerció cláusulas de posición dominante en el mercado del tissue.
Si bien la compañía no está abierta en bolsa, SCA está sujeta a estrictas normas de regulación interna. Eso sí, cabe consignar que la multinacional sueca tomó el control de la ex PISA en 2012.
A partir de esa fecha, la compañía habría comenzado un proceso educativo, vinculado a prácticas de compliance interno a fin de revertir las conductas reñidas con las leyes de libre competencia.
Según el escrito de la FNE, la practica oclusiva la habrían conocido un grupo muy selecto de ejecutivos. Una situación distinta a lo que habría ocurrido en el caso de CMPC. Aquí una serie de ejecutivos terminaron siendo despedidos tras hacerse público los hechos.
Frente a lo que viene, SCA encargó peritajes a una compañía forense con especialización en libre competencia de Norteamérica. De igual forma encargó a una firma latinoamericana a fin de analizar los correos electrónicos desde una perspectiva en libre competencia con motores de búsqueda en palabras específicas.
Cuestionamiento
Desde CMPC rechazaron referirse directamente a las acusaciones de coacción y amenazas que denunciara SCA.
Sin embargo, fuentes cercanas a la compañía sostienen que “es difícil pensar que SCA, siendo el productor de tissue más grande del mundo haya sido coaccionada por CMPC”.
Más aún las mismas fuentes sostienen que “es inverosímil sostener que haya existido coacción alguna y más aún, afirmar que ella haya sido ejercida de manera permanente en un plazo de diez años. Por último, se hace más inverosímil aún esta aseveración al provenir de una empresa que se auto acusó de hechos similares en Colombia, donde son líderes del mercado.”
Desde la compañía cuestionan la estrategia de victimizarse de la multinacional sueca. Más aún. SCA es la mayor productora global de tissue, y CMPC sólo alcanza al octavo puesto de este mercado.
Otra de las estrategias que serán expuestas en la vista de la causa -y que poco a poco surgen a la luz- es el papel que habría jugado el ex ministro de Deportes del gobierno de Sebastián Piñera, Gabriel Ruíz-Tagle. En CMPC discreparían con la a ex autoridad sobre su supuesto desempeño en la gestión de SCA. De hecho, fuentes ligadas a la compañía consignan que Ruíz-Tagle, si bien vendió su participación de la Ex PISA en 2003. El ex secretario de Estado se mantuvo hasta 2009 “altamente” informado sobre la gestión de la compañía.
De manera oficial, la firma lleva adelante un amplio plan de revisión interna. El trabajo es complementado con la asesoría de la compañía estadounidense Discovery que apoya en el área de búsqueda y control informático.
Las empresas acusadas ante el TDLC representan cerca de 90% del mercado de papeles tissue y sus ventas anuales suman cerca de US$ 400 millones. CMPC opera las marcas Confort, Elite, Nova, Noble y Orquídea, entre otras.
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