Claudio Araya, subsecretario de Telecomunicaciones: “Si alguien no se conecta a internet que sea porque no quiera y no porque no pueda”

Foto: Cedida

Según confiesa, su mantra como subsecretario de Telecomunicaciones es alcanzar la "brecha digital cero". Para este militante PC, uno de los peores "coscachos" que recibieron como responsables de conectar Chile fueron las imágenes de niños y niñas buscando señal sobre los techos de sus casas para estudiar o conectarse a una clase.


No es un recién llegado, pero sí es primera vez que está a la cabeza de la Subsecretaría de Telecomunicaciones. Antes, figuraba en la Subtel como asesor desde la División Gerencia del Fondo de Desarrollo de las Telecomunicaciones (GFDT), donde se encargaba de buscar estrategias para subsidiar iniciativas de infraestructura que mejoraran la calidad y la cobertura en el territorio nacional.

Para Claudio Araya San Martín (58), ingeniero civil en Electrónica de la Universidad Técnica Federico Santa María y magíster en Tecnologías de Información y Gestión de la Pontificia Universidad Católica de Chile, su principal foco apunta a la descentralización de los servicios y a un mejor acceso a las redes de internet y telefonía. Tanto así que sus primeros meses de gestión los dedica a conocer la realidad de las zonas más aisladas de Chile, en términos de conectividad. Según cuenta en entrevista con Qué Pasa, la pandemia le dejó el retrato vivo de niños y niñas que debían subir a los techos de sus casas, o caminar hasta la cima de un monte para alcanzar señal y poder estudiar o conectarse a sus clases remotas.

Paulina Romero, estudiante de primer año de la carrera de Química y Farmacia de la Universidad Autónoma, vive en la localidad de San Ramón, a 30 km de Temuco y debe subir al techo de su casa en busca de señal de internet para estudiar. Foto: Agencia Uno.

Ahora es turno de que el experto en Telecomunicaciones y militante del Partido Comunista aplique sus conocimientos y su trabajo para interconectar Chile a lo largo y a lo ancho. Todo esto bajo un escenario de cambios, con el avance del 5G, la instalación fibra óptica transoceánica y la llegada de internet satelital que hace poco irrumpieron al mercado chileno las compañías Starlink, de Elon Musk, y Amazon.

-¿Cómo se puede mejorar la calidad en las telecomunicaciones desde el mundo público, específicamente desde su cargo?

Implementando políticas públicas, las que tienen distintas aristas. Una es el marco regulatorio, mejorar la regulación para que las empresas den mejor servicio y haya una mejor competencia para que los precios mejores y las personas puedan contratar sus servicios. Y la otra arista relevante es subsidiar para que aparezcan servicios donde no es económicamente atractivo. Ahí subsidiamos una parte de la inversión y con eso logramos que el servicio llegue a zonas más abandonadas.

-¿Cuáles son esas zonas más abandonadas, según su criterio?

Para las empresas debe existir una masa crítica de población para ofrecer sus servicios en ciertas localidades. Entonces, muchas veces uno se encuentra con zonas que están a más de 40 kilómetros de donde hay una red presente, y hay solo 500 casas. Ahí las empresas privadas no pueden justificar la inversión para llegar a esas comunidades, y lo que hace la Subtel es buscar los recursos para subsidiar el costo de la infraestructura. Con eso ya es más fácil que aparezcan empresas para ofrecer sus servicios.

-¿Cómo se han comportado las telecomunicaciones durante la pandemia?

La pandemia tuvo algunas cosas destacables, con todo lo malo que ha significado. Una primera es que sacó al tapete a las telecomunicaciones. Para la mayoría de los tomadores de decisiones esto era un commodity que estaba a la vista siempre, y de pronto se volvió indispensable.

Además, salió a la luz que había una tremenda inequidad en los accesos. Todos vimos las fotos de los niños en los techos para tomar clases virtuales, y eso no estaba a la vista tampoco. Antes, simplemente esos niños no tenían conectividad y a nadie le parecía importar mucho. Eso fue un “coscacho” que nos llegó, que si bien es cierto Chile está bien posicionado a nivel de telecomunicaciones, esto no es parejo.

Otra cosa que salió a la luz es que hay harta deficiencia en alfabetización digital, que la gente sepa hacer cosas más allá de entrar a redes sociales o ver una película. Que sepa hacer trámites digitales, sacarle provecho a internet, porque hay herramientas que ayudan a ahorrar tiempo y dinero. La mayoría de la gente no lo sabía hacer, sobre todo cuando nos vimos obligados a acudir a Comisaría Virtual para obtener un permiso de movilización, o a Chile Atiende para postular al IFE. Ahí quedó en evidencia que los más vulnerables eran los que tenían menos herramientas para hacer esas cosas.

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2 de abril 2020/ SANTIAGO Una mujer ingresa a la pagina, durante en día de hoy se vivió un colapso y Problemas con pagina de Comisaría Virtual de Carabineros de chile, para obtener permisos provisorios para poder hacer diversas funciones en las comunas con cuarentena total por pandemia de COVID-19 FOTO: Jose Francisco Zuñiga /AGENCIAUNO

-¿Sobre quién cae la responsabilidad de mejorar estas falencias?

Creo que es un trabajo de muchas áreas. Nosotros somos articuladores al levantar la mano y decir que esto está mal, que hay que arreglarlo. Pero esto también hay que hablarlo con el Ministerio de Educación, para que existan asignaturas de habilidades digitales desde la enseñanza básica. Hoy decimos que los niños son súper hábiles digitalmente, pero lo son porque aprenden usos de aplicaciones o juegos, pero creo que debería haber un desarrollo de habilidades desde qué es un computador en adelante.

También, por parte de Ministerio del Trabajo, los programas de certificación y el Sence son herramientas que podrían ayudar a las personas a desarrollar habilidades para resolver problemas. Ahora, ideal sería que además sean habilidades para convertirlos en activos digitales, desarrollando sus propias aplicaciones. Al menos para el 100% de los trabajadores deberían existir algún tipo de capacitación que los habiliten a usar los servicios digitales que hoy están disponibles.

-¿Qué diagnóstico tiene sobre el avance en la cobertura de las telecomunicaciones, sobre todo en las zonas más recónditas del país?

Los últimos seis a siete años ha habido un proyecto muy importante de implementación de infraestructura de telecomunicaciones. Primero estuvo la fibra óptica austral, que genera una cobertura de servicios entre las regiones de Los Lagos, Aysén y Magallanes, que resolvió el problema de conectar por territorio nacional Punta Arenas y Puerto Montt. Ese mismo proyecto permitió conectar por fibra óptica a Puerto Williams, que es una cosa impensada hace algunos años. Todo eso se complementó con el proyecto de fibra óptica nacional, y con el de Tarapacá que en conjunto van a permitir contar con infraestructura de fibra óptica entre Arica y Magallanes. Vamos a tener a localidades tan aisladas como Visviri, Ollagüe o Colchane conectadas con fibra óptica hacia sus respectivas capitales regionales.

-¿Cómo ha sido el desarrollo y la implementación de la tecnología 5G en Chile?

Si bien, sin tener subsidio del Estado el 5G, ha sido una gran política pública licitar espectros para incentivar las nuevas tecnologías de datos móviles. El 5G tendrá que tener una cobertura sobre el 90% del territorio nacional, por lo que vamos a tener una gran oferta de servicios.

Eso nos permitirá que la gran mayoría de la población tenga acceso a los servicios, pero eso no garantiza que pueda contratar servicios. Para eso deben estar al alcance del bolsillo, y el siguiente paso es encontrar mecanismos de subsidio a la demanda, además de generar más zonas con wifi gratuito y otros tratos que se deben manejar con los distintos municipios. Hay varias alternativas que estamos conversando para ayudar a la gente y mejorar el acceso.

-Ya se discute el desarrollo del 6G para los próximos diez años ¿Cómo un país se prepara para recibir esta tecnología?

Debe haber un plan piloto bien amplio, con mucha investigación. El de 5G, por ejemplo, estuvo definido en 2018, mientras que en 2019 se definieron los estándares y en 2020 estábamos concursando espectros. En el fondo, el regulador tiene que estar pendiente de cómo se definen estas cosas para determinar qué parte del espectro radioeléctrico se pueden licitar. Hay que tomar en consideración que las empresas evidentemente funcionan para generar rentabilidad a sus accionistas.

Creo que la preparación viene a estar expectante a cómo cambia la tecnología, a la generación de estándares y a la liberación de rangos de frecuencia. Con eso se debe preparar la forma en la cual se van a hacer los siguientes concursos para potenciar que siga habiendo innovación tecnológica.

-¿Qué ventajas ofrece la llegada de nuevos servicios de internet satelital como Starlink y Amazon?

Las conexiones vía fibra óptica siempre van a ser de mayor velocidad y de mayor estabilidad que cualquier conexión de tipo inalámbrico,. Pero, uno puede acceder solo donde está la fibra, hay una restricción geográfica y uno está amarrado a aquello para acceder a esa velocidad y estabilidad.

Las implementaciones más recientes, que es Starlink de Elon Musk, y Kuiper de Amazon, tienen un avance tecnológico importante. Son capaces de generar un servicio muy superior a los ya existentes en internet satelital en velocidad de descarga y latencia. Son una buena alternativa cuando no hay cobertura de servicios fijos.

-¿Cuál será el foco de la Subtel durante este Gobierno?

Mi mantra en este periodo va a ser que vamos a apuntar a tener “brecha digital cero”. No será un cero absoluto, pero queremos que si alguien no se conecta a internet que sea porque no quiera y no porque no pueda. Por lo tanto tenemos que resolver las brechas a nivel de oferta de servicios, en las zonas que no hay cobertura; y también queremos reducir la brecha que hay en capacidad de pago de las personas.

Además, queremos tener un foco muy activo en las regiones. Yo creo mucho en la descentralización pero además hay que hacerlo en todos sus sentidos. No cambiarme de Santiago a La Serena, sino que de Santiago a Illapel, a Monte Patria, a Vicuña. Y, por supuesto, hablar con las respectivas Seremi y los tomadores de decisiones para diagnosticar dónde están los dolores más grandes en este tema, sobre todo en zonas más alejadas de las ciudades principales.

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