El Futuro de la Humanidad, la Inteligencia Artificial y la Constitución en Chile


Diversos medios internacionales anunciaron que científicos de la empresa de alta tecnología Cyberdyne finalmente desarrollaron, SkyNet, un sistema computacional que posee inteligencia artificial (IA) super avanzada. Sin embargo, una vez que SkyNet comenzó a hacerse consciente de sí misma, los científicos intentaron desactivarla provocando que esta empezara a ver a la humanidad como una amenaza a su existencia. La consecuencia de ello fue que SkyNet decidió desencadenar un holocausto nuclear, así se inició una guerra contra la humanidad desarrollando y desplegando una armada de robots asesinos con IA avanzada denominados los Terminators. Los sobrevivientes formaron una “resistencia” bajo el liderazgo de John Connor. Como si fuera poco, SkyNet también desarrolló tecnología para viajar en el tiempo, por lo que envió muchos infiltrados al pasado para realizar tareas como asesinar a los lideres de la resistencia antes que ellos tomen el poder, asegurando su propia creación.

terminator

Ud. ya sabe el resto de la historia de la película de ciencia ficción Terminator, donde una vez más el cine especula y fantasea con los usos y peligros de la IA. Si hoy en día esto fuera llevado a las redes sociales, casi pasaría a la categoría de fake news pues seguirá siendo solo producto de la ciencia ficción extrema, con un argumento bastante viciado sobre máquinas asesinas que ponen en peligro a la humanidad.

La realidad es bastante diferente, más cercana y de impacto positivo de lo que muchos creen. La IA como nuevo paradigma y centro de la revolución tecnológica que estamos viviendo, está impactando el futuro de virtualmente toda industria, sector y ser humano, desde los aspectos más domésticos hasta los sistemas productivos de las naciones.

La IA es drásticamente importante a nuestro futuro pues forma el fundamento de cómo las máquinas pueden aprender a operar en forma autónoma. A través de la IA, los computadores tienen: la capacidad de aprender a tomar decisiones óptimas, interactuar en entornos extremadamente cambiantes, razonar automáticamente en áreas donde los humanos no han llegado o no han alcanzado buen rendimiento, etc. Mucho de ello ya lo estamos comenzando a experimentar: vehículos no tripulados, sistemas automáticos de diagnóstico de enfermedades, reconocimiento facial, sistemas autónomos de negociación financiera, aspiradoras robóticas, descubrimiento de drogas/medicamentos, etc.

Estudios recientes de la consultora PwC muestran que la contribución potencial de la IA a la economía global hacia el año 2030 puede alcanzar unos 13.7 trillones de dólares, asumiendo que ocurra una inversión estratégica en diferentes tipos de tecnología de IA. En términos globales, se espera al 2030 que la IA pueda aportar a las economías del mundo hasta un 26% de su PIB. Dentro de los gatillantes, la productividad en el trabajo es la que guiara las mejoras del PIB inicial a medida que las organizaciones, empresas y gobiernos busquen aumentar dicha productividad de sus fuerzas laborales con tecnologías de IA, automatizando y haciendo más autónomas tareas y roles complejos.

Imagen Waymo (PRINCIPAL)

De aquí al año 2030, se proyecta que los mayores crecimientos económicos con la IA hacia el 2030 estarían en China (26% del PIB) y Norte América (14.5% del PIB), equivalente a un total de 10.7 trillones de dólares, que cuenta casi el 70% del impacto económico global. En el caso de Latinoamérica, se proyecta una ganancia en crecimiento económico de un 5.4% del PIB (0.5 trillones de dólares). Se debe notar que en países en vías de desarrollo tales como Chile, el crecimiento económico es más lento con la IA, debido principalmente a que la tasa de adopción es mucho más lenta, y la IA no forma parte del motor estratégico nacional, debilitado por las preocupaciones más domésticas, que forman una cortina de humo que impide ver el horizonte a mediano-largo plazo. Todo esto sin mencionar que el “ciudadano de a pie” no ve todos estos cambios y revoluciones tecnológicas como algo que lo puede beneficiar sino que prácticamente algún “universo paralelo”.

Pero, ¿cómo todo lo que está pasando en el mundo en IA podría llegar a impactar nuestra cotidianidad en forma transversal y con un impacto social, económico, laboral e incluso legislativo?

Quizás la respuesta se encuentra realizando un simple ejercicio de ficción:

El Estado, a través de ChileCompra, ha llamado a licitación un proyecto de alta tecnología que utiliza agentes inteligentes artificiales para negociar y determinar, autónomamente, las mejores ofertas sin intervención humana, resguardando aspectos éticos y de sesgos en la toma de decisión. Una vez aprobado, el proyecto implementará una red nacional de máquinas inteligentes en el sistema de salud que podrán, a partir de fichas clínicas, información de geo-localización, infraestructura y perfiles de pacientes, determinar los mejores procedimientos de atención en forma colaborativa a nivel nacional. Más aún, está tecnología permitiría que millones de personas puedan acceder a médicos virtuales 24/7 quienes pueden diagnosticar y tratar un gran número de patologías, descongestionando los hospitales, y dando acceso a la salud a las personas y lugares más apartados.

Para que esto sea posible, se deberán crear y modificar varias leyes de la república a partir de la Constitución, por lo que la implantación del proyecto debe pasar por el Congreso Nacional, que dispone de una red colaborativa super-inteligente de máquinas que aprenden y analizan automáticamente todo tipo de información legislativa y perciben en tiempo real las diversas sensaciones de los ciudadanos, dejándola como insumos preparados para que los Senadores tomen una decisión final.

El rol de los legisladores ha cambiado pues ahora las máquinas llevan a cabo más del 80% de su trabajo. Sin embargo, los profesionales tecnológicos, estudiantes y personal legislativo no está preparado para estos cambios. Por otro lado, no se dispone de recursos suficientes para apoyar el entrenamiento y educación de dichas personas por lo que el Estado distribuye, a nivel nacional, la red de tutores virtuales inteligentes que dotados de IA avanzada son capaces de enseñar 24/7 y mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, ampliando los recursos e infraestructura para todos y mejorando el acceso a la educación. Súbitamente cuando los tutores inteligentes están interactuando con las personas, se produce una caída brusca del sistema de suministro de agua a nivel nacional debilitado además por la escasez hídrica en muchas áreas del país, por lo que las tutorías automáticas no pueden continuar temporalmente. Para ello, el Gobierno convoca a sus laboratorios especializados para que desplieguen sus tecnologías de optimización inteligente que le permiten determinar los puntos de mala operación y al mínimo tiempo, redistribuir automáticamente el suministro de tal forma de que las personas y empresas tengan acceso a los recursos de agua con las mínimas pérdidas.

Habiendo resuelto los problemas y teniendo tecnologías de IA que se encarguen en forma continua de tomar decisiones en forma eficiente, el Estado ha decidido que muchas de ellas están en un nivel de madurez suficiente para ser transferidas a otras áreas de interés, por ejemplo, al sistema de pensiones. Para esto, se ha decidido transferir y desplegar PensionBot, uno de los sistemas más avanzados del mundo construido en Chile, que en forma autónoma y sin instituciones intermediarios, toma – minuto a minuto- todos los datos económicos y de eventos importantes del mundo, la información de los ahorros previsionales de los cotizantes chilenos, y aprende a determinar la mejor forma de maximizar las pensiones mes a mes, reduciendo los costos de administración y el impacto de los mercados internacionales.

Con todo esto, finalmente el Estado se da cuenta de que toda su infraestructura de IA y tecnologías asociadas están tan eficientemente interconectadas, que básicamente lo lleva al siguiente nivel de evolución único en el mundo en el mediano plazo: el primer Estado dirigido por la IA con impacto social positivo. Al poco andar, el Estado sorprendido se dio cuenta de que había creado su propia SkyNet, pero de la buena, una SkyNet Social que es capaz de crear y enviar sus Terminators a asesinar la burocracia y la ineficiencia y que lucha por sobrevivir contra el grupo de la “resistencia” liderado por: “Para que lo vamos a hacer diferente, si siempre lo hemos hecho así”.

Así, parafraseando la línea de un texto de una serie de ciencia ficción de los 80, “el hombre de los 6 millones de dólares”(“El hombre nuclear”):

" Nosotros, podemos reconstruirlo, tenemos la tecnología y las capacidades

humanas, para hacer al primer país dirigido por la IA del mundo”

*Profesor titular, Facultad de Ingeniería y Ciencias, Universidad Adolfo Ibañez.

Fundador AI-Empowered.com

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