La receta del Profesor Klocker, el señor de los asados

Nicolás Klocker partió haciendo videos en YouTube sobre cómo hacer asados y terminó con tiendas físicas y online. Foto: Rodrigo Hermosilla.

Nicolás Klocker dejó su trabajo en un banco y, sin tener claro su futuro laboral, comenzó a hacer videos enseñando a hacer asados. Su canal de YouTube creció tanto -ya acumula 850 mil suscriptores- que el paso lógico era formar un negocio: hoy tiene dos tiendas físicas, una página web para ventas nacionales y otra para internacionales.


“Buenas tardes, estamos aquí en una nueva receta para Recetas del Sur, esta vez con una producción un poquito mayor gracias al auspicio de Entre Cortes, que nos está auspiciando para crecer y poder compartir las recetas”.

Son las palabras de bienvenida de Nicolás Klocker (36) en su primer video de YouTube con música de Los Bunkers de fondo. Un registro que fue grabado con un celular, en el patio de una casa, con un portón y una camioneta de fondo, y donde enseña a hacer un tapabarriga relleno. Poco más de seis minutos donde instruye cómo abrir la carne, cuáles ingredientes son necesarios y cómo es su método para cocinar la receta.

Así comenzó la historia del “Profesor Klocker”, parrillero que tiene 858 mil suscriptores en YouTube en su canal “Recetas del Sur”, dos tiendas físicas –una en Tobalaba 4507, Ñuñoa, y otra en Av. Las Condes 7430–, además de una página web con despachos a todo Chile y también al extranjero. En sus locales ofrece una amplia variedad de carnes premium, cortes sellados al vacío, además de artículos para parrilleros que van desde afiladores de carne, balanzas, set de cuchillos, tablas y pecheras –muchos de ellos de marca propia–, y que también pueden encontrarse en la web.

“Estamos potenciando mucho nuestra tienda online, porque ahí tenemos solo a una persona encargada y tiene ventas similares a las tiendas físicas, entonces tratamos de ponerle más énfasis a eso que, por ejemplo, abrir otra tienda en otra parte”, detalla Nicolás Klocker. La capacidad de entregar a todo Chile, optimizar recursos y el crecimiento digital son aristas fundamentales para el parrillero. “Es crédito de mi hermana esa decisión, porque tuvo una tienda de ropa online, le funcionaba bien, y aquí fue aplicar lo mismo. Tuve la suerte de tener una hermana con tanta visión”, cuenta.

Pero la historia del “Profesor”, como le llaman sus seguidores en internet, partió antes. Su amor y pasión por la carne estuvo siempre en su vida y su familia. Nacido en Osorno, donde las lluvias no cesan en gran parte del año y tiene praderas perfectas para los animales, su infancia y adolescencia fue cerca de una parrilla. Cuando tenía apenas unos 6 años, recuerda que Ernesto –su abuelo materno– era fanático del asado al palo, una comida que requiere tiempo, paciencia y energía para girar manualmente el trozo de carne durante unas tres horas. Para esa labor se ofrecía Klocker, y a lo largo del tiempo fue aprendiendo cómo funcionaba.

Estudió Ingeniería Comercial, pero sin posibilidad de trabajar en algo que lo apasionara, terminó en el escritorio de un banco como ejecutivo. Tras unos meses, decidió dejarlo. Reconoce que no tenía claro qué iba a hacer por mientras, pero sí sabía qué trabajo no quería hacer nunca más.

Como no tenía grandes responsabilidades, tampoco hijos, se tomó un breve tiempo para decidir qué podría hacer. Le gustaba la pesca y pensó en abrir un lodge de pesca, un lugar donde los pescadores pernoctaran entre jornadas, pero desistió porque era algo que funciona por temporadas y no todo el año. Entonces empezó a registrar sus asados, primero entre bromas y para sus amigos, y los compartió en su Facebook personal. Comenzaron a ser visitados, a ser compartidos y poco a poco empezó a conseguir adeptos. En esos videos también fue bautizado como “Profesor” por uno de sus amigos.

Un amigo de Klocker puso una tienda de carnes en Osorno, Entre Cortes, y le dijo: “Mira, hagamos lo siguiente, tu promocióname la tienda y yo te paso la carne gratis”. Fue el incentivo que llevó a Klocker a subir su contenido en YouTube y que terminó potenciando la clientela a la tienda. Como el trato resultó, al “Profesor” lo contrataron por el sueldo mínimo y con las carnes de la tienda a disposición para sus videos. Al tiempo, replicó el modelo con otra tienda, Corte Criollo, pero trabajando bajo comisiones de ventas.

Para Klocker la experiencia de ver cómo funcionaban las tiendas lo motivó a abrir la propia. “Armé Corte Criollo desde cero. No soy el dueño, pero aprendí de todo”, explica.

Con su canal consolidado y con la experiencia adquirida, pues trabajó un año en cada tienda, no lo pensó más. Tomó sus cosas y partió rumbo a Santiago, a ver dónde podría instalar su local propio. “Apenas lo vi, sabía que tenía que ser aquí. Está justo entre cuatro comunas: Ñuñoa, Providencia, Las Condes y La Reina. Aquí están los más parrilleros, porque en el sector alto la gente prefiere ir a comer y en otros sectores era más difícil porque igual la carne es cara”, narra Klocker.

Klocker aprovechó el auge de su tienda para vender sus propios productos, hay cuchillos, guantes de alta temperatura, pecheras, entre otras cosas.

Como el local estaba deteriorado, hizo una importante inversión para reconstruirlo. Arregló el interior, la fachada y puso a una decoradora a cargo, para que la tienda se viera especial, con colores oscuros y adornos de madera. Reconoce que se endeudó con al menos la mitad de esa inversión, y la otra fueron ahorros personales, pero que “tenía tanta fe” que se arriesgó con todo. Además, había que pagar por las cámaras de frío y los refrigeradores que tienen un alto valor, además de la mercadería. Klocker detalla que “para empezar partí con un sobre stock. Mi proveedor me preguntó que por qué iba a comprar tanto, que no le iba a poder pagar después, pero no le hice caso y pedí 5 mil kilogramos”.

No falló. Cuando abrió la tienda de Tobalaba llegaron unas mil personas. “Y eso que estaba lloviendo”, recuerda. Sus seguidores en YouTube se habían convertido rápidamente en sus compradores y su comunidad se trasladó hasta sus tiendas.

Los dos primeros años fueron intensos dentro de la tienda. Pese a que contrató a un administrador, él se encargaba de recepcionar la carne, limpiar los mostradores, reponer los artículos en sus estanterías y vender. Lo mismo que había hecho antes, pero con una diferencia: el que iba a la tienda le pedía fotos, le preguntaba por consejos, se ponían a conversar con él por un largo rato. “Me agotó un poco, porque hacía cosas dentro de la tienda. Por eso lo delegué, me asocié con mi hermana. Así, me dedico por completo a los videos”, reconoce.

Eso sí, a veces destina tiempo precisamente para ir a conversar con sus clientes a la tienda y sacarse fotos.

YouTube, el eje del negocio

Nicolás Klocker no tiene tapujos en reconocer que el centro de su negocio es su canal de YouTube. No porque los ingresos que entrega la plataforma sean tan abultados, sino porque allí se alojan todos sus clientes y potenciales compradores. Ellos son los que lo siguen, le comentan sus videos, siguen sus recomendaciones y aprenden de él. Con eso en las manos, Klocker tiene la capacidad de generar tendencias respecto a un tipo de carne o un accesorio en particular.

Dentro de su contenido, promociona y dirige a sus espectadores al Rincón del Profesor Klocker. Ahí está su capital. No es algo casual: fue uno de los pioneros en Chile en hacer contenido para ese nicho, y su experiencia y origen también jugaron un papel para su crecimiento y consolidación. “Para mí, YouTube es lo más importante”, repite.

Está dicho, Klocker partió compartiendo sus videos en su Facebook y dice que, en paralelo a la promoción que le hacían sus amigos compartiendo sus videos, le ponía unos $2 mil a la red social para publicitar sus videos y que le llegaran a más gente. Luego se trasladó a YouTube y tardó un año completo en tener unos 5 mil suscriptores, el año siguiente ganó unos miles más y así hasta alcanzar más de 850 mil. Los auspiciadores fueron llegando a su canal para ser mencionados por el “Profesor” y generándole ingresos al ingeniero comercial.

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El "Profesor" ha explorado otras áreas para seguir fortaleciendo su canal de YouTube. Una de ellas es "Parrillando con un crack". En la imagen, con el exfutbolista Mark González.

Entonces pasó de grabar con un celular y con carne regalada, a hacerlo con equipos profesionales, postproducción y auspicios. Elementos necesarios para seguir cultivando a sus fieles espectadores. Producir un video le toma entre 3 y 4 días, porque tiene que decidir de qué se tratará y para ello anota ideas, ve otros videos en YouTube y va afinando el contenido que hará. Nada sencillo, pues aunque ha hecho algunos videos haciendo lo mismo que otro youtuber, su contenido es propio y con mucha experimentación de por medio.

Klocker aprovecha de hacer una pausa para contar una anécdota: “Cuando llegué al capítulo 20, dije ‘se me acabaron las recetas’. Bueno, llevo 350 videos y creo que no tiene límites, pero sí hay que ingeniárselas mucho”.

Luego, los martes, es conseguir todos los implementos y carnes necesarias; el miércoles graban junto a su camarógrafo y editor; y el jueves se edita. La dedicación a los videos es absoluta, por lo mismo todos los caminos deben conducir a él: sus redes sociales de Facebook, Instagram y hasta TikTok se mueven constantemente, pero con el objetivo de llevar a esos espectadores a YouTube. “Las tiendas son un negocio, sí, pero mi capital son los seguidores y ellos quieren ver videos buenos”, admite.

Por eso, ha explorado otras áreas en su canal, como cocinar con algún personaje conocido, evaluar productos de otras marcas e incluso viajar y conocer la cultura en torno a la parrilla de otras latitudes. Todo eso conjuga para mantenerse en su posición de youtuber e influenciador.

¿Su receta? Klocker responde: “Creo que nunca planifiqué tanto el camino para llegar a esto. Lo más importante fue la constancia, subir videos con frecuencia, conocer a la audiencia y trabajar en ella. Mi capital siempre ha sido ese”.

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