Miras a la construcción de un sistema de formación para la vida y el trabajo




Hace unas semanas, hemos conocido algunos adelantos y propuestas de parte de la Comisión Nacional de Productividad, que se refieren a un análisis del Sistema de Formación de Competencias para el Trabajo existente. La Comisión, en palabras de su presidente el economista Joseph Ramos, ha señalado que "el sistema de formación profesional en Chile no satisface las necesidades actuales ni futuras del país".

En espera de las conclusiones finales del informe, este diagnóstico nos lleva a reflexionar sobre qué estamos haciendo desde el Sistema Nacional de Certificación de Competencias Laborales, ChileValora, para contribuir a cerrar esta brecha y nos moviliza a plantearnos nuevos desafíos que vayan a mejorar las oportunidades de formación y reconocimiento de los trabajadores y trabajadoras, de la productividad de las empresas y del país en general.

Desde la creación de ChileValora, hemos trabajado con la convicción de que las competencias de la fuerza laboral de un país son un componente fundamental para el desarrollo de su productividad. Del mismo modo, sabemos que los esfuerzos dirigidos a promover la formación laboral y el desarrollo de habilidades a lo largo de la vida, conducirán a mejores oportunidades laborales, por tanto, un mejor nivel de vida para los chilenos.

Frente a este desafío, hay que considerar que en nuestro país el 33% de la población que tiene entre 20 y 65 años no ha completado la educación media (CASEN, 2015), hablamos de miles de trabajadores y trabajadoras que no han seguido estudios superiores, pero que cuentan con competencias laborales obtenidas a través de sus años de experiencia laboral.

En este sentido, la institución ha establecido como uno de los ejes estratégicos de su gestión avanzar hacia una articulación entre el sistema de certificación y la Educación Técnico Profesional. En ese marco, ha implementado acciones para aproximar la certificación y el uso de insumos levantados por ChileValora a los establecimientos educacionales. Esta articulación, se orienta a entregar apoyo a las instituciones de educación técnica superior para que consideren los perfiles ocupacionales e insumos en el diseño curricular de las carreras Técnico de Nivel Superior, además de orientación para utilizar la certificación de competencias laborales dentro de los mecanismos para el reconocimiento de aprendizajes previos (total o parcial) y salidas intermedias.

En este camino, se han dado algunos pasos importantes, como la generación de una estrategia de trabajo conjunta entre ChileValora y la Secretaria Ejecutiva de Formación Técnico Profesional del Ministerio de Educación, para avanzar en la generación de mecanismos de integración, donde uno de los principales focos ha sido brindar asesoría a los Centros de Formación Técnica Estatales con el objetivo de difundir el uso de los productos asociados a ChileValora, para su utilización como insumo en la construcción de las mallas curriculares de las carreras.

Otro hito destacado, es la activa participación, a través del presidente del directorio de ChileValora, en el Consejo Asesor de Formación Técnico Profesional, instancia convocada por la Ministra de Educación, que tiene por objeto proponer orientaciones a la política pública en el área

También hemos suscrito convenios con instituciones de formación técnica, como DUOC UC, Universidad de Aconcagua y el Centro de Formación Técnica de la Universidad de Valparaíso, con el objetivo de promover la colaboración entre las instituciones y generar un conjunto de acciones de interés común, orientadas a trabajar en procesos de articulación que considere mecanismos de reconocimientos de aprendizajes previos, alternancias y salidas intermedias, asociadas a perfiles ocupacionales de ChileValora.

Además, este año hemos iniciado un acercamiento con la Red Técnica de Trabajo Colaborativo y la Red del Consejo de Rectores de los Centros de Formación Técnica del CRUCH, orientado a contribuir en el apoyo de procesos de articulación.

Todas estas acciones persiguen generar instancias colaborativas que permitan otorgar a las personas opciones que favorezcan sus tránsitos entre formación- trabajo o trabajo- formación, y de esta manera materializar la posibilidad de construir trayectorias a lo largo de la vida.

Si bien se han dado algunos pasos importantes en materia de vinculación con la educación técnico profesional, es necesario que Chile avance hacia una articulación integral de un sistema de formación permanente. Lo que toma mayor relevancia si consideramos que el mercado actual es cada vez más dinámico en cuanto a las competencias que requiere de sus trabajadores por lo que deben existir opciones que flexibilicen la obtención de acreditación de conocimientos frente a un mundo cambiante y en desarrollo constante.

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