Desembarco en Normandía contra las AFP
En su primer gobierno Bachelet hizo una comisión para reformar las AFP. La comisión en lo sustantivo demostró que las AFP funcionaban bien y que requerían algunos ajustes, pero por otros problemas distintos a la administración de los activos, como la falta de cotizaciones, las lagunas, lo mal empleador que es el Estado que no cotiza por el total etc. Entonces Bachelet creó el pilar solidario, que es sin duda lo mejor de su primera gestión y por lo que será recordada.
Pero como todo es ideología, en su segundo gobierno volvió a hacer otra comisión y exactamente para el mismo tema. Es decir, en sus cuatro años de gobierno en definitiva no logró entender el problema ni tener ideas propias al respecto. Al parecer, se trata de manejar las comisiones para que le digan lo que ideológicamente quería hacer. Lo mismo pasa en el tema isapres. Es sacar las castañas con la mano del gato. Lo que realmente indigna a la Nueva Mayoría es que son grandes reformas exitosas que vienen del régimen militar. Otra cosa es que después de 35 años requieran mejoras como todas las cosas humanas.
Veamos alguna evidencia de lo que ha pasado con las AFP desde 1981. Lo más impactante es que el 70% del fondo de pensiones actual corresponde a la rentabilidad y sólo un 30% a las cotizaciones. Para alguien que empezó a cotizar en 1981 el 73% es rentabilidad. La administración de los fondos ha logrado un retorno del 67% superior a lo que se obtendría con depósitos a plazo (la base sin riesgo). La rentabilidad obtenida es la tercera más alta de todos los países de la OCDE, superando a Holanda, Austria, Alemania, Canadá, etc. Las comisiones cobradas, a su vez, son menores al promedio mundial, como porcentaje de la inversión total (0,65%).
En la mirada macro, según Corbo y K. Schmidt-Hebbel, el 10% del crecimiento del PIB se explica por la reforma al sistema de pensiones, lo que significa empleo y mejores salarios. Gran parte del aumento del ahorro nacional es debido a las AFP y ahorro es progreso.
¿Por qué son bajas las pensiones? Ya hemos visto que el problema no es ni la rentabilidad de los fondos, ni las comisiones. Los problemas son diversos. Primero, son muy pocos los afiliados que completan 30 años de cotización. En la actualidad debiéramos pensar en un mínimo de 35, idealmente 40. En segundo lugar hay mucha evasión y mucha elusión, y también mucho desempleo promedio. Los hombres cotizamos en promedio 24,2 años, por el 10% del salario, y recibimos pensiones por 19,4 años. Las mujeres cotizan 14,5 años promedio y reciben pensiones por casi 29 años. La evasión señala que el 19% de los trabajadores asalariados no cotiza. El 13% trabaja sin contrato, el 6% tiene contrato y no le pagan las cotizaciones. Además, para muchos trabajadores una parte de su remuneración no es imponible. Por ejemplo, es 18% en el sector público, el peor empleador de Chile.
Las AFP no fabrican dinero, sólo administran lo que reciben y lo han hecho extraordinariamente bien.
La expectativa de vida a la edad de la pensión de los hombres ha aumentado en 44%, y en el caso de las mujeres lo ha hecho en 34%. Esto significa una caída del 26% de la pensión en hombres y un 20% en mujeres. Si una persona se jubila a los 60 años, la pensión es un tercio de hacerlo a los 65. Eso afecta especialmente a las mujeres.
Todo lo anterior es bastante objetivo y señala con claridad meridiana que las AFP han hecho una enorme labor en la administración de las platas de las personas y para la economía del país. La creación de una AFP estatal es un error de proporciones. Pero hay algunas cosas que se deben hacer, para mantener el norte en una pensión equivalente al 70% del ingreso activo.
1) Aumentar la tasa de ahorro previsional, con aporte del trabajador, el empleador y el Estado.
2) Lograr que se cotice efectivamente por los ingresos reales y por al menos 35 años.
3) Solucionar el daño previsional a los empleados públicos.
4) Incentivar el ahorro voluntario, aumentar tope del APV en incentivos voluntarios.
5) Seguir fortaleciendo el pilar solidario para los sectores más pobres.
6) Mantener los altos estándares de regulación estatal.
El peor de los escenarios es politizar un tema tan técnico como este y terminar haciendo un desembarco tipo Normandía como Argentina apropiándose de esos recursos por parte del gobierno de turno. Y todas las señales indican que la posición del gobierno es más ideológica que técnica. En un ambiente político como el actual, las tentaciones del populismo son enormes.
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