Devo: la fiesta inolvidable
Nunca fue fácil clasificarlos, pero lo que sí sabíamos era esto: un punk, un metalero, o un fan de los sintetizadores, sentían a Devo como la clave de una hermandad. Era el puente entre tribus distintas, seducidos por unos nerds con un delicioso grado de malicia; la banda de synth rock con sonidos del futuro, dispuestos a convencernos que ese mañana, a pesar de la tecnología, sólo nos llevaba en reversa como especie. Por todas esas razones, ver al grupo estadounidense al fin el jueves por la noche, fue experiencia y catarsis. Tocaron 55 minutos en el Teatro Cariola ante más de un millar de personas, con una parte de la audiencia ataviada con los icónicos sombreros rojos conocidos como "energy dome" (a módicos 18 mil pesos). Los asistentes se entregaron apenas comenzó el espectáculo. Si Devo decide abrir un concierto con That's good, Girl U want y Whip it, tres de sus canciones más conocidas y clásicos sin apelación de los 80, solo cabe levantar las manos y rendirse a gusto.
<em>Aunque se trata de un grupo con líderes sexagenarios -Mark Mothersbaugh tiene 64 y Gerard Casale 66-, la energía es envidiable. Mothersbaugh canta exactamente igual que en los discos y conserva todos los movimientos robóticos y operáticos característicos. Casale interactúa de idéntica forma: la voz impecable, y a ratos los gestos de un androide. Sonaron un cañonazo de comienzo a fin, con esa extraordinaria combinación de baterías energéticas de complejas cuadraturas, guitarras afiladas, y un manto de teclados y efectos". </em>
Por supuesto, no olvidaron sus trajes amarillos semejantes a los utilizados en emergencias químicas, que Mothersbaugh arrancó a tirones de sus compañeros, para lanzarlos a la platea.
El público extrañó su mayor hit por estos lados, Peek-a-boo!, y no quiso abandonar la sala por largo rato tras el remate con Beautiful world, perplejo por un listado de sólo trece canciones, exactamente el mismo que ejecutan desde octubre. Pero es un set de grandes éxitos que agrega el cover de The Rolling Stones (I can't get no) Satisfaction, Mongoloid, Jocko Homo, Gates of steel, Freedom of choice y Gut feeling. Si creciste en los 80 mirando las diminutas pantallas de esos días, alucinando con ese grupo que no se parecía a nada ni a nadie, lo del jueves fue una fiesta. Duró poco, pero fue inolvidable.
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