La alegría no es brasileña: violencia y homicidios




En un reciente informe que analiza la información disponible sobre violencia en Brasil muestra los datos de una tragedia. Las tasas de homicidio en el país entre 1996 y el 2011 variaron poco, pasando de 24,8 a 27,1 por cada 100 mil habitantes. Claro que cuando miramos la información para los jóvenes las tasas pasaron en el mismo periodo de 42,4 a 53,4.  Prácticamente el doble lo que además mirándolo en detalle muestra una focalización territorial muy alta, es decir pequeños barrios o localidades donde los jóvenes han muerto casi en su mayoría.  Así los jóvenes representan el 18% de la población y sin embargo cuentan por el 36% de los homicidios.

Una suma rápida muestra que entre el año 1980 y 2011 murieron asesinados 1.145.908 brasileños. Los números toman cuerpo al pensar que estamos hablando de la población entera de las comunas de La Florida, Puente Alto y Maipú. De hecho entre el 2008-2011 ocurrieron en Brasil 206,005 homicidios que suma la misma cantidad de las muertes ocurridas en todos los conflictos armados que ocurren en el mundo en el mismo periodo.

Cuando se analiza la información detallada algunas tendencias aparecen que merecen ser analizadas con más detalle:

    La violencia se ha descentralizado a localidades pequeñas y medianas

•    Las mujeres han aumentado su porcentaje de victimización por homicidios en el país

•    Los homicidios se concentran en algunos barrios donde con alta presencia del crimen organizado, especialmente el tráfico de drogas y armas

Las explicaciones no son fáciles y aún quedan múltiples estudios por realizar que permitan identificar las variables que explican este fenómeno. Al menos tres procesos son relevantes de destacar: Cultura de la violencia, altos niveles de impunidad y tolerancia institucional a la violencia.

La intervención rápida y preventiva para evitar un fenómeno parecido en otros países es urgente. Los factores sociales, económicos y culturales que se pueden ver en el proceso de desarrollo de la violencia en Brasil no son exclusivos de ese país. Por el contrario, se prolongan a lo largo de América Latina donde la violencia juvenil se ha considerado una epidemia. Una que sólo en Brasil en la última década resultó en 203,255 jóvenes que murieron en hechos de violencia.

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