La fotografía sin límites

En 2013, Nathalie Goffard publicó Imagen criolla: prácticas fotográficas en las artes visuales de Chile. La exposición Territorios Fronterizos: la fotografía más allá de la imagen es la materialización del libro en una muestra colectiva. Abierta hasta el 18 de este mes en Matucana 100, apunta al uso de la fotografía en el arte contemporáneo o a lo fotográfico más bien, como recurso de experimentación y crítica, transversal a muchos artistas en la actualidad.

Esto implica que la imagen documental no está necesariamente presente. Los que exhiben no suelen ser fotógrafos y la fotografía de autor es definitivamente de otro lugar. Su uso o alusión es un elemento más dentro de la variedad de estrategias posibles para artistas de hoy que trabajan con ideas, tendiendo a problematizar los lenguajes. La exhibición está organizada en temas, entendidos como los alcances posibles de estas prácticas, encontrándonos con cuestionamientos al estatus de lo real, con operaciones de simulacro, la desmaterialización del soporte o el trabajo con los límites, el extrañamiento sobre lo banal o sobre la ciudad.

Entre los 29 expositores, hay quienes se han dedicado más exclusivamente a experimentar dentro lo fotográfico, tensionándolo en cruces con lo pictórico, y quienes se expanden hacia el video, lo objetual o lo instalativo. Están, por ejemplo, Cristián Silva-Avaria, que enfoca con calidad publicitaria rincones urbanos, citando la abstracción geométrica; Gianfranco Foschino, con imágenes en video que juegan, engañándonos, entre lo estático y el mínimo movimiento; Andrés Durán, con discretas manipulaciones digitales que relevan las paradojas de una ciudad latinoamericana globalizada; y Andrea Wolf, que rescata imágenes antiguas proyectándolas al muro dentro de escenografías mínimas.

Desde los años 90, se aprecian en escena estas operaciones sobre los límites y desplazamientos del lenguaje. Dos exposiciones de entonces fueron hito, en el Museo de Bellas Artes: Los límites de la fotografía, bajo la curatoría de André Rouillé (1996), y Fotografía: Intervenciones, Cruces y Desvíos, curada por Enrique Zamudio (1998). La exposición de ahora no aportaría mucha novedad sobre las nociones allí visibles. Aunque sí podríamos decir que el interés se ha extendido, y que un tema eminentemente actual es ese deslinde entre realidad y ficción, propuesto por la fotografía en esta era digital y de espectáculo.