¿Nacionalización de los recursos naturales?
A poco días de una nueva elección presidencial, los argumentos expuestos por los candidatos a través de los distintos debates realizados, han llevado muchas veces a la confusión de los votantes más que a una discusión profunda acerca de un tópico en específico. Ya sea basados en su propia ignorancia, o llevados por el impulso de la ideología, algunos de los conceptos expresados por éstos no han sido bien abordados o desarrollados, llevándonos a discusiones sin sentido y en donde una de estas es la recursiva proclamación de la "nacionalización de los recursos".
<em>"Nacionalizar" no cuesta tanto. <strong>Sin entrar en detalles técnicos, la expropiación ha sido algo común en nuestra Sudamérica</strong> –basta con mirar a nuestros vecinos- con diversos resultados en sus cometidos. La pregunta que debieran responderse los candidatos, más allá de la demagogias es, <strong>¿nacionalizar para qué y con qué fin?¿Es esta la solución a todas sus críticas al sistema?</strong></em>
Varias propuestas de los presidenciables han puesto acento en aquello, jugando con la opinión pública a favor de unos votos más, pero sin atacar el problema de fondo. Independiente de lo que diga el derecho, la ley, o la Constitución, en su esencia los ecosistemas y sus recursos naturales siempre han sido conceptualmente recursos comunes. La gran diferencia -y que debería ser el tema en discusión- es que si éstos serán abordados por la autoridad como bienes nacionales de uso público y de aprovechamiento privado por medio de derechos de uso (como el agua), a través de concesiones (como en la minería), cuotas (como en la pesca); oponerlo en términos de un cambio de propiedad siendo directamente explotados por alguna empresa estatal similar a Codelco o ENAP. Ninguna de estas posturas al final expresa el tema de fondo y que es donde radica el origen de la tragedia de los comunes
Cuando discuto con amigos economistas, estos argumentan que los recursos naturales se encuentran "mejor en manos de un privado", dado que logran obtener el más alto rendimiento en su uso como también la más adecuada "asignación" entre oferentes y demandantes. Ambas razones cuestionables en la experiencia.
Por otro lado, quienes argumentan la "nacionalización o estatización" de los recursos, usan el argumento que los privados no son capaces de cuidar éstos creando grandes externalidades ambientales –algo que en todo el mundo las empresas estatales también hacen y bajo el amparo de la autoridad- y que gran parte de los beneficios económicos quedan en manos privadas y no en las de todos los chilenos, algo también objetable. Bajo estos argumentos han sido objeto de críticas el uso del agua, cuotas de pesca y recursos mineros.
Esta discusión es absurda al ser puesta sólo en términos de "propiedad". En Chile, nuestros recursos siguen siendo nacionales, pero en donde los derechos de uso han sido otorgados a alguien para que los pueda explotar. Si el tema es la protección de recursos, la evidencia y literatura muestran para ambos lados que ni el privado ni empresas estatales son la solución para proteger a estos mediante una explotación racional o con la consiguiente disminución de impactos en sus procesos productivos.
En Chile tenemos varios casos de ejemplo: Codelco y su tema de contaminación con la fundición Ventanas, los conflictos entre la agricultura-minería en la Sexta Región, o la ENAP con los pozos en Magallanes que aún buscan remediación, son casos nacionales que se repiten a nivel internacional. Es más, se ha visto que en tiempos de crisis los estados recurren a la flexibilización de la normativa ambiental y en donde tales empresas causan catástrofes aún más enormes. Entonces, ¿por qué la nacionalización o estatización sería una solución para evitar aquello?
A nivel privado también tenemos casos similares. Sólo basta recordar a Arauco con el caso de los cisnes o Mataquito, compañías pesqueras que no lograron completar sus cuotas asignadas por ley, o forestales que fragmentando el hábitat pusieron a especies en extinción. Estos ejemplos son la evidencia que el privado tampoco ha logrado autorregularse. Al contrario de los anteriores, ¿por qué la privatización de todo sería una solución para evitar aquello? Es más, los propios economistas ambientales han llegado a concluir que los mercados tampoco solucionan el problema de contaminación ni de "explotación racional de recursos".
<em>Por lo tanto, la discusión acerca de la "<b>nacionalización</b>" o "<b>privatización</b>" no resuelve el tema de la explotación "<b>racional</b>" o disminución de los impactos ambientales, ya que éste no depende del "propietario", sino del marco jurídico y social que le da licencia para operar.</em>
¿Ejemplos? En el caso del uso del agua ocurre lo mismo a pesar de ser ésta un bien nacional de uso publico. ¿Cuál es el conflicto aquí? El que los derechos de agua estén concentrados en un pocos actores, nada tiene que ver con la "nacionalización o privatización", sino más bien con quien creó el marco para otorgar tales derechos de uso. Nada tiene que ver con la "nacionalización" el que se otorgaran por años más derechos que agua, sin basarse en información acerca de la capacidad de los caudales; como tampoco, nada tiene que ver con la nacionalización quien roba agua o quien teniendo derechos no les da uso prefiriendo pagar multas en vez que entren nuevos competidores o usuarios. En todos estos casos, los errores fueron otros y no de propiedad. En el caso de la minería ocurre lo mismo, siendo el caso de Barrick un ejemplo de ello. Tal yacimiento en manos del Estado ¿obtendría resultados ambientales mejores a los del privado? Ni uno, ni lo otro.
Finalmente, acerca del argumento de la concentración de riqueza o que los privados reciben mayores beneficios económicos, nada tiene que ver con la nacionalización, sino más bien es un tema mucho más cercano a tributación, royalty o pago de impuestos. Por lo tanto, ¿por qué seguir discutiendo acerca de la nacionalización o privatización cuando el problema de fondo es otro: ¿cómo nos enfrentamos como país a mirar nuestros recursos naturales y el medioambiente en si?
A pocos días de a votación, no me queda claro si el Estado sea capaz de explotar mejor los recursos con menores externalidades en comparación con los privados, o del cómo el privado ha logrado comprender la importancia del bien que explota, siendo éste un recurso común. Lo que sí sé, es que lamentablemente se ha generado una discusión ideológica a favor de obtener un voto más, sin la reflexión que los temas ambientales han estado ausentes de los programas de gobierno. Con excepción de Alfredo Sfeir, hay ocho programas donde este tipo de temas se encuentra aún muy debil.
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