No escucho y sigo
La canción es de Callejeros y se popularizó debido al gusto de Sampaoli por este grupo y particularmente por este tema. La letra hace alusión a la intención de vivir la vida a pleno, no privándose de las cosas que hacen que valga la pena, atendiendo críticas y prejuicios. Si bien el contenido, dista de lo sucedido en la semana que pasó, el nombre de la composición retrata fielmente lo ocurrido; "no escucho y sigo".
El fútbol dio una muestra más de su incapacidad para empatizar con la gente. Sin ninguna sensiblilidad con la inmensa tragedia ocurrida en el sur, decidió iniciar el Clausura. Se olvidó de que en Chile se estaba luchando contra 140 incendios, que se había quemado un pueblo completo y que 11 personas perdieron la vida. Tampoco le importó que hubiera jugadores y equipos que no habían podido entrenar, con planteles que hacía dos semanas no vivían en normalidad. Simplemente decidió comenzar, no atendiendo en absoluto el llamado del Sifup y de varios clubes. Por cierto, nadie dio la cara. Sólo una carta firmada por el presidente Arturo Salah, anunció que el fútbol se iniciaba para "dar sensación de cierta normalidad en el país".
Curioso, inapropiado, hasta sospechoso. ¿Quién está más interesado en dar sensación de normalidad? ¿La Anfp? ¿O el gobierno que nuevamente evidenció su incapacidad para proteger a la ciudadanía ante una tragedia? ¿Quién decidió comenzar? ¿Hubo presiones?
Esas respuestas jamás las tendremos, como seguramente mucha gente tampoco contará con ellas en cosas muchísimo más importantes, después de todo lo que ha pasado.
El fútbol equivocó el camino. Pero esto no es nuevo. Recuerden la fecha final del Clausura 2014, con Colo Colo jugando con Wanderers, mientras ardía Valparaíso. Más de 2.500 casas destruidas y 11 mil damnificados no fueron suficiente razón para suspender. La plata y la TV son más importantes. Triste, desgarrador, indignante.
Si los inmensos argumentos que decían que jugar era una pésima señal no fueron escuchados, entonces la obligada suspensión de algunos compromisos debió ser el elemento a considerar. Los partidos no jugados del viernes, debieron forzar la postergación para no comenzar un torneo desordenado y sin equidad en su partida. Jugadores suspendidos para la primera fecha deberán cumplir en la segunda con otros rivales, complicando cualquier planificación. La tabla de posiciones tendrá a varios equipos con partidos menos hasta quizás cúando. ¡Qué importa! El dinero seguirá llegando y eso es lo más relevante. Esto siempre ha sido así, para qué hacer las cosas bien si siempre se han hecho mal. No escucho y sigo.
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