Ocho nudos críticos urgentes para la política social




Como todos los años, un grupo cercano a 200 fundaciones y corporaciones, nos reunimos el 17 de octubre para conmemorar el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, dar cuenta de los avances registrados en materia de desarrollo social en nuestro país y reiterar todo aquello que queda por hacer y que da forma a desafíos urgentes. Este año, hemos señalado que lo hacemos en un año "marcado por una ya prolongada crisis de desconfianza en las instituciones, la desaceleración de la economía mundial, inseguridad en el resultado de las transformaciones que se llevan adelante; y por el estupor, la indignación y la vergüenza propia y ajena que nos produce décadas de abandono de niños y niñas, cientos que han perdido la vida en instituciones creadas, paradójicamente, para protegerlos."

Lo majaderamente urgente:

Acusamos que hay un punto en que las cosas no avanzan y que explica parte importante de la verdadera anomia social que sufre nuestro país: la desigualdad multidimensional que se traduce en altas concentraciones de la riqueza y oportunidades en unos pocos. Esto se ha traducido en nuestra sociedad en una suerte de inamovilidad social permanente.

Por ello irrita profundamente que algunos aspectos que ayudarían a superar pobreza y mejorar la estructura de oportunidades de la sociedad, se encuentren detenidos, a estas alturas, sin explicaciones razonables ni plausibles, en manos del Estado de Chile.

A continuación destaco brevemente algunos nudos en los que requerimos respuesta urgente por parte de los actores involucrados:

EN INFANCIA, la violación de los Derechos Humanos de los niños y niñas bajo la custodia del Estado exige una investigación con verdad y justicia caso a caso. Volvemos a pedir que los proyectos de ley en trámite en el Congreso sean aprobados sí o sí, en lo que resta del presente período presidencial. Solicitamos también que en el Proyecto de Garantías de la Niñez y Adolescencia, queden establecidos contenidos de Derechos Humanos amplios, y de fondo. Derechos explícitos, con generación de mecanismos que garanticen su cumplimiento. También, urge que se dicte el reglamento del programa Chile Crece Contigo que está pendiente desde hace 8 años y que se elimine el perverso bono por rendimiento escolar.

Para los adultos mayores exigimos la ratificación de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las personas mayores y que el cuidado de este grupo de población sea considerado un derecho.

Respecto de la población migrante: denunciamos que tras el retiro de la nueva ley ya han pasado dos años en que no se presenta ninguna iniciativa legislativa y seguimos a la espera de una ley migratoria acorde con los compromisos internacionales. Falta de políticas como la migratoria, afecta directamente a niños y niñas que no acceden en plenitud a los derechos de sanarse y educarse.

La discapacidad y en particular la discapacidad mental es motivo de una dolorosa exclusión e nuestro país. Hoy se está discutiendo una ley de cuotas que obligará a entidades públicas y privadas a contratar un porcentaje mínimo de personas con discapacidad pero esta no tendrá el efecto deseado si no se complementa con programas de intermediación laboral.

En cuanto a los campamentos, sabemos que las familias que los habitan siguen aumentando y que en algunas ciudades esta realidad agudiza la segregación social. Chile tiene una deuda grande con un fenómeno que aumenta y las políticas sociales tienen la obligación de abordarlo integralmente, no solo como un problema de vivienda.

También planteamos temas político-administrativos que consideramos urgentes. La deuda del Estado con las regiones exige una política clara de descentralización que considere la participación y los recursos de los territorios y comunidades en la implementación de políticas públicas.

Por otra parte en materia de financiamiento al tercer sector seguimos sin una ley única de donaciones que asegure acceso a todo tipo de organizaciones y transparencia; y finalmente pero no menos importante, las estadísticas, incluidas las cifras de la pobreza son vitales para no equivocarse en la planificación de políticas y programas, por ello el país sigue a la espera de la imprescindible modernización y nueva institucionalidad del INE.

Son temas importantes y urgentes, que no pueden ser un pendiente eterno y no podemos pasar año tras año denunciando esta realidad.

Todos los actores sociales somos interpelados a buscar soluciones, colaboraciones e innovación en la construcción de un modelo de desarrollo inclusivo, justo y decidido para Chile.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.