Preparándonos para el voto de Chilenos en el Extranjero




Chile hoy es la nación número 117 que permite el voto para los chilenos residentes en el extranjero. Este paso inserta a nuestro país dentro de la tendencia mundial de buscar respuestas al aumento de la emigración, tanto para los que entran como para los que salen de sus países.

Desde un punto de vista interno, es una de las leyes más transversales del último tiempo ya que fue impulsada por el Gobierno de Sebastián Piñera y aprobado por la administración de la Presidenta Bachelet. Su principal objetivo es consagrar el derecho de todo chileno a ser parte de nuestra democracia, independiente de dónde se encuentra. En su aprobación no hubo cálculos políticos sobre su resultado, ya que son absolutamente inciertos, sino que velar por el reconocimiento de este derecho a voto.

Sin embargo, debemos ser cautos en cuanto a las expectativas en sus resultados. Si miramos la experiencia internacional, vemos que los votos desde el extranjero, en general, no inciden mayormente en el resultado final de las elecciones porque el número potencial de votantes es menor y  su participación es mediana o baja.  Por ejemplo en el caso de España, en las pasadas elecciones en que votó casi un 5% de los habilitados en el exterior, o el caso de Corea del Sur la semana pasada que celebró el significativo aumento de participación llegando a un 11% del potencial electorado. Hay casos recientes más exitosos como la primera vuelta presidencial en Perú donde algo más del 50% de peruanos en el extranjero votaron, pero que sólo representa el 1,5% del electorado total.

Hay contadas excepciones en donde estas votaciones si tuvieron un rol importante en el resultado final. El caso más emblemático fue la elección presidencial el 2000 en EE.UU. entre George Bush y Al Gore.  El Estado de Florida, tras varios recuentos y disputas judiciales, le dio la victoria al entonces Gobernador de Texas por sólo 537 votos. Varias fuentes señalan que los votos que decidieron la elección fueron los de los norteamericanos en el extranjero, principalmente militares, que al enviar por correo postal sus sufragios fueron los últimos en ser contados.

Este es un caso excepcional pero que podría darse en cualquier país. Sin embargo, la tónica general muestra que la participación es baja y de poca relevancia en el resultado de la elección. Es de esperar que esto no  sea un desincentivo a quienes están implementando la ley, ya que no hay que perder de vista que el objetivo mayor sigue siendo la consagración del derecho de todo chileno, sin importar donde este, de elegir a su presidente.

Las primarias serán una buena marcha blanca en la cual esperamos que tanto Cancillería como el SERVEL, tomen las lecciones para perfeccionar la difusión y acceso para la elección presidencial de Noviembre. Eventualmente se deberá evaluar la opción de usar tecnología y otros mecanismos que faciliten la inscripción y participación ciudadana, ya que no todos pueden ir al Consulado en horario laboral que muchas veces está a varias horas de distancia. Es más, aventurándonos un poco al futuro, quizás podrían ser estos votantes los que inicien un piloto del voto electrónico o postal para nuestro país.  

Peor que no te reconozcan el derecho, es que no te den los medios necesarios para ejercerlo.

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