Sin duda se avanzó




Hace un año estábamos fuera del Mundial. Ese dato no se puede olvidar nunca. Jorge Sampaoli asumió el reto, con escaso margen de maniobra, porque los partidos con Perú y Uruguay obligaban, al menos, a sumar tres puntos. Una cosecha menor hubiera significado pensar sólo en el repechaje.

Este dato inicial sirve para revisar lo sucedido en 2013. Cuartos en la tabla definitiva, segunda clasificación consecutiva, coraje para ganar partidos bravos (ante los "charrúas" en el Nacional), exhibiciones notables (frente a Paraguay en Asunción) y emoción a granel en Barranquilla, en la igualdad 3-3 con Colombia, con un primer tiempo sobresaliente y un pobre segundo lapso.

Con el pasaporte timbrado llegaron los dos amistosos de esta última semana. Gran victoria sobre Inglaterra, en Wembley. Esa noche, Alexis Sánchez reiteró que estamos en presencia de un futbolista de excepción. Después, el retorno a la tierra ante Brasil. Una derrota clara, estrecha en las cifras, amplia en el juego. Luiz Felipe Scolari ofrece un padrón definido: volantes que muerden, un cuadro que presiona en bloque, donde reina la eficiencia.

Lejos del jogo bonito tradicional del "Scratch", el entrenador que consiguió el pentacampeonato y va por el hexa no se regala en el fondo. Propone un cuadro corto, en que la tarea de Paulinho y Luiz Gustavo es determinante. Chile se vio obligado a pasarse la pelota, moverla hasta la última línea, pero sin encontrar profundidad. Sánchez debió retroceder y Eduardo Vargas tuvo que salir de la marca de los centrales Thiago Silva y David Luiz para entrar en actividad. En el empate transitorio hubo mucha fortuna por los yerros del rival.  

Una caída que ilustró el poder real de la selección chilena, demasiado castigada por las lesiones. Arturo Vidal y Mauricio Isla son bajas en extremo sensibles. Que ambos militen en la Juventus ahorra comentarios, aunque no está de más decir que ninguno de los dos tiene reemplazante.

El sistema soporta modificaciones, pero como ha sucedido desde siempre, existen titulares y suplentes. Chile con su dotación íntegra está en condiciones de lidiar con dignidad, pero de ahí a dar el salto que implica ubicarse en la elite de los ocho mejores, es otra cosa. Ni hablar del grupo que componen Brasil, Alemania, Argentina, España e Italia, con Holanda mirando de reojo.

Alguna vez se les puede ganar, pasó de hecho, aunque no es la norma. Que nadie se engañe. Como dijo "Hulk" en la edición de ayer de La Tercera, para pensar en una actuación histórica es clave disponer de fortuna en el sorteo del 6 de diciembre.

La realidad es que Chile pudo recuperar el prestigio alcanzado con Marcelo Bielsa, volvió a presentar un estilo, quizás con mejores intérpretes que en la era del rosarino, por la maduración de buena parte de la plantilla. Existe una base, aunque se requieren opciones extras para la banda derecha, un defensor de estatura suficiente para el fútbol internacional (Medel es excepcional, pero no es la norma) y un delantero centro, que satisfaga los deseos del técnico. También, tener claridad y frialdad para ver si Jorge Valdivia puede jugar a tope el Mundial.

La realidad es clara. Octavos de final sería un buen parámetro si el sorteo no nos castiga. Lo que venga después es yapa.

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