Una ciudad a escala humana
LA REPERCUSIÓN que ha tenido la compleja situación que se está incubando en el perímetro de Ecuador con las Rejas, en Estación Central, una zona histórica de la ciudad que ha sufrido en los últimos años un explosivo aumento de la edificación en altura, puso una campanada de alerta respecto a los horrores que se cometen cuando la falta de regulaciones deja que el desarrollo inmobiliario quede al libre arbitrio de las constructoras.
Se trata de una situación alarmante. La comuna ha otorgado 71 permisos de edificación desde 2013, con construcciones que van de los 11 a los 42 pisos y que contienen desde 70 a 3 mil departamentos, sin tener un Plan Regulador Comunal (PRC) actualizado. De hecho, Estación Central es el único municipio de los 34 del Gran Santiago que actualmente no tiene PRC, pese a que el Ministerio de Vivienda le financió en 2004 los estudios para que éste se confeccionara, cosa que no concretó.
Para empeorar la situación, las constructoras han utilizado resquicios legales, tanto para continuar con obras que no tienen permisos ambientales, así como para evitar pagar compensaciones seccionando los distintos proyectos para no tener más de 250 estacionamientos en cada torre. Hemos llamado "elusión urbana" a esto último, ya que al tener menos estacionamientos evitan el "Estudio de Impacto sobre el Sistema de Transporte Urbano" (Eistu), que les exige asumir parte de los costos económicos de los impactos viales y ambientales que sus proyectos generan en la ciudad y que considera ensanche de calles, colocación de semáforos, ejecución de caleteras, empalmes con otras vías, entre otras obras.
Sin duda, con esta actitud estas constructoras se colocan fuera del espíritu de la ley, perjudicando incluso a su mismo gremio, muchos de los cuales hacen las cosas bien. Si lo que ocurre en Estación Central no se frena ahora, en el corto plazo tendremos una sobrepoblación en la zona que no solo alterará la calidad de vida de quienes lleguen a vivir a esos departamentos, sino que además afectará a los otros vecinos del sector y de la comuna.
Cuando las comunas no tienen una referencia para su ordenamiento territorial, quedan expuestas a crecimientos inorgánicos frutos de la oferta y la demanda, creándose así sectores ultracongestionados.
Somos partidarios de una densificación, pero que ésta se establezca teniendo como centro a las personas. Hay ciudades más densas que Santiago pero con mejor calidad de vida que Santiago, lo que prueba que se pueden armonizar ambas cosas. Si cada proyecto inmobiliario considera también el entorno, las áreas verdes y los servicios, tendremos una ciudad más humana y mejor para todos.
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