Una fotografía incómoda
SEÑOR DIRECTOR:
Las elecciones presidenciales nos dejaron una fotografía incómoda. Chile se está moviendo hacia los extremos y, en ese tránsito, un sector enorme de ciudadanos quedó sin representación. Son los que no se sienten parte de los polos, los que buscan estabilidad con cambios, orden con derechos, futuro sin fanatismos. Ese grupo, la mayoría silenciosa, quedó políticamente huérfana.
Para la Democracia Cristiana, esta realidad no es ajena. Durante años fuimos la casa del centro político, el punto de equilibrio que permitió gobernabilidad y reformas responsables. Y cómo no recordar al gobierno del Presidente Patricio Aylwin, cuando pese a profundas diferencias, todos los sectores entendieron que había urgencias mayores y se pusieron de acuerdo para sacarlas adelante. Lo mismo ocurrió con las grandes transformaciones impulsadas en los gobiernos de los presidentes Eduardo Frei y Ricardo Lagos, desde los acuerdos comerciales hasta el modelo de concesiones, que hasta hoy generan bienestar y oportunidades. Ese espíritu de acuerdos amplios y de sentido de Estado es el que se perdió, no porque el centro haya dejado de existir, sino porque dejamos de ocuparlo con claridad. Cuando el centro calla, otros llenan ese vacío con simplificaciones peligrosas.
Chile necesita un centro que ordene, que dialogue sin transar principios, que defienda la democracia sin complejos y que ofrezca reformas posibles, no promesas incendiarias. Ese es el camino que debemos retomar para representar a quienes hoy sienten que ninguno de los extremos habla por ellos. Hoy la pregunta no es si el centro existe, sino que si estaremos dispuestos a liderarlo de nuevo. Yo creo que sí. Y es ahora.
Carlos Gatica
Alcalde de Coyhaique
Lo último
Lo más leído
1.
2.
4.