El coronavirus y el encierro sentenciaron a las mamás a ser dueñas de casa, trabajadoras a distancia y también profesoras o compañeras de curso de sus hijos. La mayor exigencia se la llevan las jefas de hogares monoparentales, que ya están acusando el agotamiento. La sicóloga Ana María Arón recomienda no sobreexigirse: “A los niños no hay que planificarles tanto la vida”, dice.
3 abr 2020 03:00 PM














