Torche: Black Sabbath puede ser Van Halen

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La banda de Miami parece tener la pócima al problema del stoner y el sludge, sinónimos de rock pegado: pop, concisión y sonido propio para los riffs más densos de la Tierra.


Uno los mejores álbumes del año, Admission de Torche, reúne once canciones y dura apenas 36 minutos. El primer tema, "From Here", se comprime en un minuto y 38 segundos. "What was" sube la apuesta: minuto y 29. La primera es un mazazo. La voz viaja en slow motion -"en días que duran demasiado", según canta el guitarrista Steve Brooks- surfeando en tono espectral densos riffs cruzados con fondos etéreos también producidos por las guitarras ensambladas a una batería acelerada y robótica, en una extraordinaria mezcla de pesadez y delicadeza. La segunda, con un ingenioso riff interruptus, se puede leer como un homenaje a The Ramones. El icono punk es una influencia directa según Brooks, aunque las semejanzas se relacionan a la moral de utilizar lo justo, la estructura esencial para componer una canción sin necesidad de alargar con solos o repetir secciones, exactamente el mismo reglamento aplicado por Robert Pollard, el prolífico líder de Guided by voices con más de 2000 temas registrados y contando. No es antojadizo citar a GBV. Torche ha grabado covers de los héroes indie, incluyendo la magnífica "Postal blowfish". Coinciden en algo más. No parecen particularmente interesados en la fama y las grandes giras. La calidad de sus cancioneros y la actitud hazlo-tú-mismo granjea algo más valioso: respeto y admiración.

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"Un gran punto de inicio para los oyentes primerizos de la banda", sentenció Sputnikmusic.com. "Una afirmación de que esta banda insiste en forjar nuevos caminos", proclama Popmatters.com. "Admission ofrece deleites y resalta la reputación de Torche por lograr un equilibrio ganador entre poder y concisión", sintetiza Allmusic. Son algunos de los elogios cosechados por Admission en el portal Metacritic, que reúne las críticas de los principales medios anglo. Con este lanzamiento la banda de Miami promedia 80 puntos, equivalente a aclamación universal. La mayoría de las reseñas destacan cómo son capaces de meter coros y giros pop en medio de un sonido duro y grandilocuente producto de una obsesión del grupo por desarrollar un sonido propio a partir de los Nuñez amps, una línea de amplificadores a cargo del guitarrista Jonathan Nuñez. "Todos los elogios que han recibido los productos (es) porque permiten a las personas elegir cómo quieren su sonido. No importa cuánta ganancia o cómo cambies el equalizador, se escuchará la voz natural del instrumento y tu forma de tocar", explicó el músico en una reciente entrevista a Guitar.com.

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No solo se trata del impresionante sonido de la banda fundada en 2004 en Miami sino del interés por romper el cerco del stoner y el sludge. "En un mundo de Sabbaths podemos ser Van Halen", reflexiona Nuñez, quien en este álbum pasó del bajo a la guitarra. En su puesto quedó Eric Hernandez de Wrong. Ingresó a lo grande. El primer single Slide es de su autoría con un tiempo sugerente y una letra que se puede decodificar como un encuentro íntimo.

La forma en que nos deslizamos

Pronto nos estaremos comiendo vivos

La frecuencia cardíaca se acelera

Veneno cálido que pronto aumentará

Sigue rogando por veneno

Y prepárate para cerrar los ojos

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Sexo y rock duro son sinónimos desde Led Zeppelin y AC/DC, por cierto misógino según el contexto actual. En Torche nuevamente la tradición tiene un giro porque Steve Brooks es abiertamente gay y para la comunidad metalera sigue siendo territorio árido, a pesar del metal god Rob Halford de Judas Priest. "Sin duda hace 20 años, si salías (del clóset), tu carrera habría terminado", declaró Brooks a Redbull.com. El músico hizo lo propio en 1993 en un ambiente cuesta arriba. "La epidemia de SIDA todavía estaba ocurriendo y era negativa sobre las personas homosexuales en todas partes", recuerda.

Steve fue compañero de Pedro Zamora, el chico The Real World de MTV que fue activista de la causa, muerto por VIH en 1994. "Ver lo que le sucedió, ser gay y tener SIDA... fue realmente aterrador para mí". Brook se mantuvo virgen hasta los 21 años.

Fan de Melvins y Metallica, el guitarrista y cantante creció tocando en bandas de metal aunque tenía claro que no era la mejor cofradía para revelar intimidades. "La escena del metal es una comunidad muy estricta. Son religiosos sobre lo que hacen y lo que deberían escuchar y cuál debería ser su estilo de vida. Es como un culto".

Sin abandonar el género se apartó de aquel ambiente para encontrar un sitio más confortable en el underground con ética punk. "Ninguna de las bandas que escuché era gay. No tenía a nadie para mirar el mundo de lo que hago o el tipo de música que admiro. Hubiera sido bueno (...)". Ahora, claro, existe Torche, "para aquellos que son homosexuales y solitarios en pequeñas ciudades y han escuchado de nuestra banda. Estamos aquí".

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El disco Admission de Torche.[/caption]

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