Avatares cambiados

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Si bien el factor sorpresa no está, y es un poco injusto pedírselo, sí está la aventura y comedia ligera y familiar. Cada sección del juego que deben enfrentar, por enrevesada y peligrosa que sea, resulta efectiva, en su mayoría los chistes resultan y cada uno de los personajes tiene su momento para destacar.


El juego de mesa más peligroso del mundo está de vuelta. Su nombre es Jumanji y desde que hiciera su aparición en 1995 de la mano de Robin Williams, no ha dejado de entregar problemas a quienes se internen en su mundo.

Hace un par de años llegó una actualización de la película con Dwayne Johnson y Kevin Hart a la cabeza. Nadie esperaba demasiado de Jumanji: Bienvenido a la jungla, pero esta resultó ser una eficaz comedia de aventuras que mezclaba y se reía de los clichés de los videojuegos y el cine, a la vez que encaraba una eficaz historia de aprendizaje y amistad en un grupo de amigos. Incluso un par se enamoraba y celebraba el hecho de que ahora -después de la gran aventura- todos fueran mejores personas. O eso se imaginaban.

Jumanji: el siguiente nivel nos viene a contar lo que pasa después de vivir la mejor experiencia de tu vida, salvo por un detalle: aquella experiencia la has vivido siendo otro. Siendo un avatar de video juego. No es fácil, en especial si tu avatar era interpretado por Dwayne Johnson y tu persona real dista mucho de tener el carisma o el físico de La Roca. Los amores que en la aventura parecían ser para siempre ya no lo son tanto, las relaciones a distancias complican todo y el relativo éxito de algunos pone nervioso a otros.

En la dirección repite Jake Kasdan, quien sabe sacar provecho a las pequeñas novedades que esta segunda parte trae consigo. No son muchas, pero son destacables, entre ellas esta vez se sumen al elenco Danny De Vito y Danny Glover y ambos terminan siendo interpretados en sus avatares por Johnson y Hart. No deja de divertir ver al siempre veloz Hart canalizando a Glover, reconocido por su amabilidad y articulación en su discurso. Similar, aunque no tan efectivo, sucede con Johnson haciendo de un De Vito siempre amargado, pero que comienza a encontrarle placer a su nuevo físico.

Si bien el factor sorpresa no está, y es un poco injusto pedírselo, sí está la aventura y comedia ligera y familiar. Cada sección del juego que deben enfrentar, por enrevesada y peligrosa que sea, resulta efectiva, en su mayoría los chistes resultan y cada uno de los personajes tiene su momento para destacar. Nada de lo que se nos ofrece resulta en algo histórico, pero sí logra su cometido.

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