Librería Vendaval y su proyecto que busca instalar libros en los almacenes de barrio

La librería comenzó a funcionar la quincena de febrero solo de manera online. Sin embargo, siempre ha estado en la visión de sus fundadores Daniela Osorio y Fredy Montecinos, la idea de poder acercar los libros a las comunas que carecen de librerías. Nace entonces la motivación por instalar libros en los almacenes de barrio, para dar acceso a ellos de manera más inmediata y cercana.


Según el estudio de circulación y difusión del libro publicado el año 2018 y encargado por editores de Chile, de las 355 librerías que existen en nuestro territorio, la mayor parte de ellas se concentran específicamente en sectores urbanos y en tres regiones: Metropolitana con 184, Valparaíso con 31 y Bío-Bío con 25. Además, las comunas que abarcan la mayor cantidad son Santiago, Providencia, Ñuñoa y Las Condes. La relación está ligada también al nivel socioeconómico, puesto que, la población abastecida es esencialmente el sector C2, ABC1 y C3.

Debido a esta brecha, la librería Vendaval después de algunos meses funcionando de manera digital y con despacho a domicilio, ha iniciado un proyecto que consta de tres etapas para contribuir a cambiar este escenario. La primera fue instalar un punto de venta en el “Farolito”, un almacén ubicado en Villa Las Industrias, comuna de San Bernardo.

El proyecto lleva tres semanas funcionando y se han ido evaluando las ventas, pero por sobre todo las reacciones de los vecinos y vecinas al ver libros en un negocio común y corriente. Y lo que ha ocurrido es interesante. Por ejemplo, los libros que se han vendido (que si bien son pocos) son los infantiles, comprados principalmente por mujeres. También son ellas las más frecuentes en preguntar por otros títulos. Por otra parte, un comentario reiterado de los clientes, es que compran libros «piratas» en la feria o en el Persa Bío Bío, porque es mucho más económico que un original.

“Por ahora el catálogo es pequeño, pero nuestro objetivo es ir aumentando en la medida que exista mayor interés. Pretendemos conectar nuestro e-commerce con el punto de venta, y no cobrar el envío. Creemos que eso puede ayudar a que los vecinos se motiven por otros ejemplares”, comenta Daniela Osorio.

Fredy Montecinos, el otro socio fundador, relata que cuentan con libros en promedio más baratos que en las librerías tradicionales. “Sabemos que su valor para gente que tiene otras necesidades prioritarias, es un tema importante, en consecuencia, apostamos por la opción de tener un mínimo de ganancia, pensando que en el largo plazo esto puede dar buenos resultados y ser un aporte a difundir la lectura”, agrega. A ello, se suma que cuentan con la disposición y mirada de la dueña del «Farolito» Ana María Concha, a quien le gusta mucho la idea de tener libros originales para su comunidad y así dar valor a su negocio.

En una segunda etapa, Vendaval quiere asentarse en al menos dos puntos de venta, que serán de características distintas al barrio y al almacén ubicado en San Bernardo. “En Chile existen muchos tipos de lugares representativos de identidades y formas de vivir diferentes. Sabemos que la librería es un servicio escaso, algo que a nosotros nos parece importante intentar cambiar. Nuestro sueño es llegar con los libros a todos los rincones que sea posible, por lo mismo, experimentar y alternar ideas, será parte de este proceso”, menciona Osorio.

Finalmente, la tercera etapa del proyecto se está diseñando para abril del próximo año, y apunta en la misma dirección.

Para conocer más, y apoyar a quienes dan forma a este proyecto, revisa el siguiente enlace.

Parte de los libros disponibles en el local de San Bernardo.

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