Chris Tamayo: la nueva estrella cubana del reggaetón al que Chile le rechazó la visa dos veces

Nacido en La Habana y hoy residente en Miami, el cantante es uno de los exponentes de la música urbana que más ha crecido durante la pandemia, así como un caso excepcional de éxito para un artista del género surgido desde la isla. Sus números son especialmente altos en Chile, el país al que intentó ingresar durante cuatro años, mientras sus padres vivían en Santiago centro y trabajaban en el restorán Los Buenos Muchachos. "Es increíble que después de todo eso que pasó Chile sea el país que más apoyo me da, estoy agradecido por eso", dice el músico, quien aún sueña con llegar al país.


15 millones de reproducciones de música en diversas plataformas, un disco que debutó en el primer lugar del ránking de iTunes en 2020, colaboraciones con estrellas como J Alvarez y un segundo EP que lo deja este 2021 con 800 mil oyentes mensuales en servicios digitales. Cifras nada despreciables para el cantante Chris Tamayo (28) que lo posicionan como una de las figuras que más rápido ha crecido en la música urbana durante el año y medio de pandemia, pero también como un caso excepcional para un artista nacido en Cuba, donde, salvo ejemplos aislados, el éxito en los ránkings suele ser menos habitual que para sus colegas de otros países de Centroamérica.

Uno de los diversos aspectos que marcan diferencias en la carrera de Tamayo, nacido en La Habana en 1993 y actual residente en Miami, el centro de operaciones de una trayectoria al alza que combina canciones festivas sobre romances veraniegos y encuentros sexuales con otras que critican la situación política actual de la isla, como en su single Libre (SOS Cuba). Lo mismo se podría decir de sus ritmos apegados al manual del trap y el reggaetón, aunque mezclados a veces con guitarras eléctricas poco usuales en el género, como aquella que acompaña su más reciente lanzamiento, Tulum. Y a todo lo anterior habría que sumar la llamativa repercusión que ha tenido su música en Chile.

De hecho, sus representantes detallan que Santiago es la ciudad del mundo donde más se escuchan las canciones de Tamayo actualmente. Un vínculo especial con un público que aún no enfrenta en persona -pero que sueña con conocer- y con el país que recibió a sus padres hace algunos años, pero que le negó el ingreso al cantante dos veces, según él mismo cuenta a Culto desde Estados Unidos.

En la época en que estuvimos tratando de emigrar de Cuba para mejorar nuestras vidas, mis padres fueron a Chile, estuvieron viviendo allá como cuatro años. Mi hermano y yo tratamos de ir a Chile también pero nos negaron la visa dos veces. Y así fue nuestra historia con Chile, tratando de entrar y nunca pudimos”, relata el cantante, quien más allá de este impasse migratorio es un agradecido de la repercusión que ha tenido su discografía entre el público local.

“Después nos vinimos todos a Estados Unidos pero es increíble que después de todo eso que pasó Chile sea el país que más apoyo me da. Estoy agradecido por eso”, comenta.

A partir de los números que generan sus canciones y de los comentarios que recibe de sus seguidores nacionales en Instagram y en su canal de Youtube, Tamayo espera que se liberen las restricciones y se amplíen los aforos en el país, para materializar su primera vez en los escenarios de la capital que acogió a su familia hace cuatro años, y de la que, asegura, mantienen buenos recuerdos.

“A ellos les fue bien, vivían en Santiago centro, en una parte bien bonita. Mi papá trabajaba en un restorán, Los Buenos Muchachos. Tuvieron una buena opinión de Chile y yo tengo muchas ganas de ir, la verdad”, declara.

A excepción de grupos como Orishas y Gente de Zona, no es demasiada la música rap o urbana que hemos escuchado desde Cuba en los últimos años. Considerando la rica historia musical de su país, ¿hay mucha música de allá que aún no conocemos?

Pues la verdad sí, es increíble el talento que hay en Cuba pero allá no hay la exposición que hay en otros países, como Chile o Estados Unidos o México. Porque en Cuba como todos sabemos no hay internet, los artistas no tienen acceso a poner su música en las plataformas. Pero los que estamos dentro del género sabemos que hay mucho talento, me escribe mucha gente, me envía música, me pide apoyo. Y yo trato siempre de aportar, de dar mis consejos a partir de lo que he pasado. Estamos tratando de hacer crecer el género entre algunos artistas que estamos un poco más posicionados, y de darle apoyo a los artistas emergentes, así crecemos todos.

¿Cómo fueron sus inicios en la música? ¿Cómo accedía a los discos o a la canciones del género, tomando en cuenta las restricciones que menciona?

Como a mí me gustaba mucho la música siempre estaba detrás del que tenía la música en el barrio, el que tenía la computadora con las canciones. Y varios íbamos con los pendrives y nos pasaban las canciones, nos actualizábamos, En cada barrio siempre había alguien que tenía toda la música. Con eso me nutría y me enteraba de lo que estaba pasando en el género.

¿Qué opinión tiene de las protestas que se vieron este año en Cuba y del hecho que muchos artistas residentes, incluso algunos históricamente identificados con el castrismo, hayan pedido cambios?

Lo que está pasando en Cuba nunca había pasado, es algo histórico. Nunca había pasado que el pueblo saliera a la calle a protestar y a luchar por sus derechos, por su libertad. Estamos avanzando, esperemos que haya un cambio pronto. Cuba es un país de opresión y nosotros los artistas usamos nuestras plataformas para exponer todo lo que está pasando, el abuso, la represión. La canción que saqué en apoyo de los Derechos Humanos era lo menos que podía hacer, pero soy optimista de que las cosas cambien y apoyo a full a mis hermanos que siguen allá.

Su éxito se ha dado en un año atípico, sin giras ni conciertos. ¿Cómo ha vivido esa situación?

Para mí en cierta forma ha sido bien bueno, porque gracias a Dios he tenido la oportunidad de crear mucha música en el estudio que tengo acá mismo en mi casa. Pude aprovechar el año entero para crear, para mejorar y preocuparme de mi carrera, de centrarme, estar con la familia. Aproveché para crear mi primer álbum y lo soltamos durante la pandemia. Y los números han estado increíbles, la aceptación fue buenísima. Me di a conocer mucho porque en la pandemia estuve sacando canciones constantemente, dándole contenido a la gente para que se motivara un poco en este tiempo triste que estamos pasando, y gracias a esa constancia me di a conocer más, a pesar de que no había shows.

Se podría decir que su música, como la de otros artistas del género, ha tenido un fin casi terapéutico en el público este año y medio, al menos le ha hecho más llevadero el encierro a mucha gente.

Así mismo. Es lo que estado expresando en las canciones, en la historias que cuento, de lo que pasa actualmente en la vida que estamos pasando. Y la gente se ha identificado mucho. También he estado usando un estilo bien diferente.

¿Tulum, su nueva canción, es parte de ese material diferente?

Sí. Este año he estado lanzando trap y R&B solamente pero no había tenido la oportunidad de sacar un reaggetón desde que lancé el álbum el 2020. Tulum como que le dio ese cambio al público que estuvo escuchando trap por un año entero. Y es bien interesante, porque tiene un puente bien largo con guitarra eléctrica, que es bien refrescante para los amantes de la música y el arte. Pienso que eso la hace especial.

Actualmente, Chris Tamayo trabaja en su segundo disco y comienza a definir sus próximas fechas en vivo en Estados Unidos y en otros países del continente, a partir de los protocolos para conciertos de cada ciudad. “Me preguntan preguntan cuando voy a ir a hacer un show a Chile pero entiendo que recién se están abriendo a conciertos con poquita capacidad. Yo estoy loco por ir y llevar mi show”, asegura el cantante.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.