Un año sin Quino: Mafalda vuelve con dos libros en octubre

Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino, junto a Mafalda.

La casa editorial trasandina Ediciones de la Flor anunció el lanzamiento tanto de una recopilación temática titulada La filosofía de Mafalda, como de una reedición de En esta familia no hay jefes. ¿Qué hizo trascender al personaje? Su legado está en la mirada aguda de una niña al mundo que la rodeaba.


Hace exactamente un año, el mundo lloró la partida al otro lado de Joaquín Salvador Lavado Tejón, Quino, producto de un accidente cerebrovascular. Contaba 88 años. Curiosamente, lo hizo un día después de que su “hija” más famosa había cumplido 56 años. Nos referimos, claro, a la chica que no le gustaba la sopa: Mafalda.

En su natal Argentina la fecha no ha pasado desapercibida. La editorial Ediciones de la Flor, que publicó gran parte de las historietas de Mafalda allende Los Andes, anunció que para octubre, tributará a Quino con dos volúmenes. Uno, es una recopilación temática titulada La filosofía de Mafalda; y el otro, es una reedición de En esta familia no hay jefes.

Oriundo de Mendoza, Quino en rigor se “encontró” con el personaje. En 1963, el dibujante Miguel Brascó recibió un encargo desde la agencia Agnes Publicidad. Una historieta que ayudara a promocionar una línea de electrodomésticos llamados Mansfield. “Querían una familia con padre, madre y dos hijos: un típico contexto para que aparecieran los productos. Lo que necesitaban no tenía nada que ver con lo que yo normalmente hacía, así que le derivé el trabajo a Quino, que en ese momento trabajaba conmigo”, contó en una entrevista a Notife.

El rebote hizo que Quino se pusiera manos a la obra. Cuando ya había encontrado el nombre para el personaje, inspirado en una guagua que aparece en la película Dar la cara, de José Martínez Suárez, le avisaron que la campaña publicitaria no se haría. Pero decidido a no perder material e ideas, se puso a dibujar.

“Fue un encargo para un anuncio de publicidad que nunca se hizo. Si debía crear un personaje tenía que tener rasgos muy reconocibles, como esa mata de pelo. Y a medida que la publicaba fui conociéndola, no tenía ni idea de cómo me iba a salir el personaje”, contó el mismo Quino en entrevista con el matutino español El País, en 2006.

Así nació la primera historieta de Mafalda, la cual llegó a los kioskos trasandinos el 29 de septiembre de 1964. En ella, como se lo habían sugerido para la campaña, retrataba a una típica familia de clase media, con un padre, una madre, hija y un hermano.

La gran particularidad de la chica era que no era solamente una mera historieta para pasar el rato. Era un personaje que desde la candidez preguntona de una niña, tenía agudas observaciones y posturas con los problemas de su tiempo, como la guerra de Vietnam. “No podía callarse todas las barbaridades que ocurrían en ese entonces”, explicó el mismo Quino en un documental llamado Buscando a Quino, rodado en 2018 por Boy Olmi, y estrenado dos años después. De hecho, el mismísimo Umberto Eco, el autor de El nombre de la rosa, la llamó: “Una heroína de nuestro tiempo”.

De hecho, consultado en la citada entrevista con El País por qué a Mafalda no le gustaba la sopa, Quino lanzó una respuesta tan sorpresiva como reveladora: “La sopa es una alegoría de los gobiernos militares que nos teníamos que comer todos los días por estas latitudes. Porque a mí personalmente la sopa me gusta mucho”.

Para Quino, esa era la clave del por qué Mafalda había trascendido tanto. “Creo que hay una temática que lamentablemente sigue vigente en cuanto a que Mafalda criticaba un mundo lleno de injusticias, de guerras, de ansias de poder y ambiciones humanas -dijo a El País-. Eso no ha cambiado ni creo que cambie nunca. Uno lee la historia de la humanidad y el hombre no cambia, cambia la tecnología pero el comportamiento humano sigue siendo el mismo”.

Curiosamente, para Quino le resultaba bastante trabajoso sacar todas las semanas historietas con un pie en la contingencia. “Me cuesta mucho encontrar las ideas para lo cual leo mucho los periódicos y veo qué temas le preocupan a la gente, y luego le doy muchas vueltas a mi cabecita hasta redondear la idea para el dibujo. Espontáneamente, lamentablemente, no sale nunca una idea. Me cuesta mucho”, reconoció a El País.

Y esa dificultad fue la que finalmente Quino argumentó para ponerle fin a la historieta, en 1973, al menos en su tiraje semanal. Según ha comentado, le costaba no repetirse. Pero el personaje lo acompañó siempre. De hecho, en 2016, en palabras para la agencia de noticias EFE, dijo que Mafalda viera el mundo actual diría que es “un desastre y una vergüenza”.

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