“Viviríamos desde terremotos a noches eternas cruzándonos besos”: Fito Páez y su vínculo con Catalina Guerra

En su autobiografía, Infancia & Juventud, el músico argentino dedica algunos pasajes a su relación con Chile, y en particular con la reconocida actriz, a quien le une un vínculo de amistad.


En un videoclip se vieron por casualidad. Fue durante el rodaje del clip para Giros, en plenos ochentas, en que el argentino Fito Páez conoció a la futura actriz Catalina Guerra. De allí, comenzó un vínculo que se ha mantenido con los años.

El músico detalló la historia en su autobiografía Infancia & Juventud, ya disponible en las tiendas. Ya había estado en el país en 1984, como tecladista de la banda de Charly García, pero fue en la promoción de Giros (1985), su segundo álbum solista, en que el rosarino salió por primera vez en viaje de promoción hacia el exterior.

Así llegó hasta Chile, donde tuvo una nutrida agenda. “Hice varias jornadas de prensa presentando Giros y filmé mi primer videoclip bajo la dirección de Eduardo Domínguez”, detalla el argentino en Infancia & Juventud, su recién publicada autobiografía.

Fue en ese contexto en que se dio la chance. “En algún canal de televisión conocí a Rafa, un virtuoso violinista que tenía una banda de rock. Esa noche nos invitó a su casa. Allí conocimos a su novia de aquel momento, la hermosa Cata Guerra. Futura actriz de fuste”.

Catalina Guerra

En algunas ocasiones, la actriz ha contado algunos detalles de su vínculo con Páez. Al momento de conocerlo, ella tenía 14 años. “Cuando Mediomundo, el programa de humor [emitido entre los 80′-90′], era en una escenografía que simulaba un café concert, ahí viene Charly García y yo quedo rayando con Fito Páez (quien tocaba en la banda de García). Pasó un año y vuelve Fito siendo Fito solo, no de la banda de Charly”, le contó a Martín Cárcamo en el programa De tú a tú.

“A mí me llegó el dato de que iban a estar en un lugar que era muy cerca del colegio de donde yo estaba, que iban a grabar el video de Giros ahí. Por supuesto que me hice un ‘falsificativo’, a las 12 del día, y me voy a meter al estudio donde estaba grabando Giros”, agregó.

Allí la actriz se encontró con Páez. “Y por esas cosas de la vida no llegó la maquilladora. La productora tenía como unos cuatro maquillajes locos por ahí. Dije ‘yo lo puedo maquillar’. Ya poh, lo empiezo a maquillar, él quería que lo maquillara blanco y con una boca roja. Si tú vas a ver el video Giros, vas a ver lo que exactamente te estoy contando (...) mientras lo maquillaba hay una proximidad bien importante. Entonces lo maquillaba, después la boca, y ahí empezaron a pasar cosas. Entonces como que fuimos amigos”.

Por su lado, Páez agrega en su libro: “Desde aquella visita quedaríamos amigos y viviríamos un montón de aventuras en los años por venir. Desde terremotos hasta noches eternas cruzándonos besos en bares ignotos con desconocidos y desconocidas. La noche de Santiago, aún en plena represión pinochetiana, tenía sus encantos”.

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