Los Mavericks esperan cerrar la final ante Miami en el sexto partido

Dallas vivió este escenario en la final de 2006. Pero en contra. Después de arrancar 2-0 la serie ante Miami, perdió los tres partidos siguientes y llegó al sexto encuentro abajo, aunque con la chance de definir como local. Esa vez Miami se impuso por un dramático 95-92 y se quedó con su única corona de la NBA.

Ahora está arriba y la confrontación se define en casa de los Heat. Chris Bosh, ala pivote de los miamenses, quiere sacarle provecho a eso. "Luchamos todo el año por la ventaja de cancha. Perdemos 3-2. Si protegemos nuestra localía, ganamos la serie. No debemos olvidarnos de eso", dijo.

Los texanos lo tienen claro y por eso buscarán sentenciar la serie mañana, a las 20 horas. "Tenemos que enfrentar el partido del domingo como si fuese el séptimo", adelantó Dirk Nowitzki, candidato a quedarse con el premio al MVP de la final.

En Miami, las voces críticas continúan sobre LeBron James. Pese a que el jueves anotó un triple doble (17 puntos, 10 asistencia y 10 rebotes), se le enrostra que en el último cuarto apenas anotó dos puntos, igual que el martes. Eso sí, el alero aseguró que los problemas de su equipo no estuvieron en la ofensiva, sino que en defensa.