Bravo se impone a la jineta

Bravo

El arquero enfatiza que su rol de líder en la Selección sigue intacto, pese a que la capitanía la ejerció Alexis Sánchez. Sus palabras abren un debate que aborda hasta la psicología.



Claudio Bravo volvió a la Selección en el amistoso frente a Argentina. El arquero del Manchester City puso fin a casi dos años de ausencia en el combinado nacional. Como acostumbraba antes del exilio, con solvencia entre los palos y con el liderazgo para conducir a sus compañeros en la cancha. Eso sí, a diferencia de lo habitual en el ciclo anterior, sin ir al sorteo previo al duelo con la jineta de capitán que le perteneció hasta el fin del proceso que derivó en la eliminación del Mundial de Rusia y en el profundo cisma de la Generación Dorada, cuya unidad parecía inquebrantable.

El arquero del Manchester City supera la jineta. Dice que no necesita el brazalete, que ante los transandinos llevó Alexis Sánchez, para seguir siendo un líder en la Roja. "No sé si se me notó algo. ¿Me vi distinto? ¿Jugué distinto? ¿Hablé menos? ¿Gesticulé menos? Creo que hice exactamente lo mismo, pero es entendible también. No tengo por qué volver y ser capitán. Si el técnico decide que es otro, no hay ningún problema", dice después del partido que se disputó en Los Ángeles.

Luego, refuerza su posición en el plantel, que quedó en entredicho después del alejamiento con otros referentes como Arturo Vidal y Gary Medel. El Pitbull ha sido quien ha llevado la cinta cuando Reinaldo Rueda ha contado con los jugadores más importantes del plantel. Vidal ha respaldado a la flamante figura del Bologna. "Yo sigo siendo un líder dentro del equipo. Sigo siendo quien habla más que todos dentro de un vestuario, quien grita más o putea más dentro de la cancha y no porque no lleve un brazalete me voy a quedar callado o voy a dejar de hacer las mismas cosas que hago siempre", insiste el golero, quien antes supeditado la conversación que podría zanjar la disputa al momento en que Rueda convoque a todos los actores de la disputa.

Elías Figueroa, capitán histórico de la Roja, dice que las palabras de Bravo constituyen, en efecto, una forma de sentar posición en el combinado. "Cada uno tiene su forma de marcar terreno. La lógica, en todo caso, es que se junten todos y que los problemas se cierren. Lo que interesa es Chile. El fin es que Chile gane. Alguien tiene que agarrarlos, reunirlos y convencerlos de que estén todos por Chile", sostiene. Y evita calificar la decisión de Rueda como una señal o una estrategia. "Normalmente, el capitán es el principal líder, pero hay casos en que no es así, que sin ser el capitán igual eres un líder. Pasa muchas veces. El liderazgo no es algo que se tenga que imponer", añade.

Jorge Aravena, otro exseleccionado con impronta de líder, reafirma la relevancia de Bravo y, sobre todo, la prerrogativa de Rueda de convocarlo, designarlo capitán o adoptar cualquier determinación. "Los jugadores tienen que acatar y se acabó. Y si a alguien no le gusta, viene y se calla o no viene. El capitán del barco es Rueda. Que se moleste o no el resto, no debe importar a nadie. El entrenador elige al capitán y a los que juegan. Y si más adelante decide que lo sea, los demás tienen que acatar", sentencia.

Los psicólogos

El debate abarca incluso a la psicología. "En el caso de Bravo hay dos contextos. Primero, la presión que tuvo mientras estuvo afuera. Eso hace que exprese en caliente lo que acumuló en dos años. Bravo es un comunicador. Liberó lo que sentía. Por otro lado, desde su ser, no creo que haya marcado territorio, sino que siente lo que dijo. Era lo justo. No le está avisando subliminalmente a los jugadores", postula Karim Shoke, psicólogo que trabajó en Palestino.

Su colega Sebastián Leiva, también con experiencia en el fútbol, desdramatiza la existencia del conflicto. "Hay una suposición que tenemos de base de que las relaciones interpersonales en el fútbol son estáticas y no es así. Es natural, incluso, que haya conflictos. El conflicto es una fase necesaria en el desarrollo de un equipo. El inconveniente no es que lo haya, sino cómo se resuelven", explica el profesional.

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