Argentina se impone por la mínima frente a Paraguay y suma un inicio perfecto en Eliminatorias

Nicolás Otamendi anotó la apertura de la cuenta de Argentina sobre Paraguay. Foto: Reuters

La Albiceleste venció por 1-0 al cuadro guaraní en Buenos Aires. Lionel Messi fue al banco de suplentes e ingresó en el complemento, pero su ausencia en la primera parte no fue un factor en el juego.



Argentina es pura confianza. La selección de Lionel Scaloni venció a Paraguay por 1-0 y sigue con tranco perfecto en el arranque de las Eliminatorias. La victoria por la mínima queda corta debido a la sostenida superioridad del local. La Albirroja se estanca, al acumular una unidad de nueve posibles.

La escuadra guaraní esperaba sacudirse de lo que fue el infructuoso paso de Guillermo Barros Schelotto por la banca. Con Daniel Garnero como nuevo DT, visitaban a la Albiceleste. Sin embargo, el mazazo para la visita llegó rápido en el estadio Monumental de River Plate. Todavía se sentaba la gente en las tribunas cuando Nicolás Otamendi abría la cuenta. El central arremetió desde atrás y definió de volea tras un centro de Rodrigo de Paul. Era un tiro de esquina y la pelota parecía pasada, pero el zaguero sorprendió a los marcadores.

La fiesta empezó temprano en Núñez. Los campeones del mundo tocaban de primera, salían bien de la presión establecida por el forastero y se generaban chances de aumentar. Todo con un fútbol veloz. ¿Y Lionel Messi? Aplaudiendo desde el banco. El rosarino no estaba en su plenitud física y el técnico optó por dejarlo entre las alternativas. Pero como la “messidependencia” es cosa del pasado, Argentina tuvo un recital en Buenos Aires.

“Y si vas a la derecha y cambias hacia la izquierda, adelante”, dice una letra del rockero transandino Charly García. “Es mejor que estarse quieto”, prosigue la canción. Una analogía que este jueves puede responder al juego exhibido en la capital del país vecino. La pelota avanzando hacia el frente, progresiones rápidas y Paraguay mareado. Nadie detenido, todos siendo opción de pase y ayudando a recuperar tras la pérdida. “Ole”, bajaba desde la galería. Aplausos en las jugadas finalizadas. En el campo, hasta toques de taco se daban el lujo de realizar.

El 1-0 con que se fue el encuentro al descanso, quedaba corto. Rodrigo de Paul tuvo un tiro en el palo. Lautaro Martínez y Julián Álvarez (que actuaron juntos como casi nunca) también pudieron aumentar. Nicolás González fue un dolor de cabeza para Matías Espinoza en el sector zurdo del ataque argentino y en la última del primer tiempo pudo anotar. Se le fue ancha estando sin marca ante el guardameta Carlos Coronel. Todo tras una construcción que se dio de banda a banda.

Nicolás Otamendi le da la jineta de capitán a Lionel Messi. Foto: Reuters

En el complemento el panorama no cambiaba. No obstante, Paraguay logró hilvanar una ocasión clara tras culminar un contraataque bien armado. Ramón Sosa quedó mano a mano con Emiliano Martínez. El Dibu ganó en el duelo y la envió al tiro de esquina luego de sacarla con uno de sus pies. Justo después de esa acción, el Monumental se vino abajo en aplausos. Lionel Messi entraba al campo de juego. El 10 ingresaba y de inmediato le pasaban la jineta.

Como es costumbre en su país, en cada intervención, la ovación era fuerte. El romance entre los monarcas planetarios y su hinchada es total. Pese a que la eficacia en la mayoría de los aspectos ya no era tan latente como en la primera parte del enfrentamiento. Messi entró con la libertad que acostumbra. Álvarez (a quien sustituyo) hizo una labor encomiable tanto en ataque como en la recuperación. El del Inter Miami también se movió mucho, pero más desde la banda al centro y aprovechando su facilidad de manejo de balón para construir las acciones de ataque.

La mejor jugada del ex Barcelona fue a 15′ del final, cuando intentó sorprender al guardameta de la Albirroja con un tiro de rincón con comba. Estuvo muy cerca de ser un gol olímpico, pero chocó en el tubo vertical. Finalmente, el marcador no se movió más. Por como se dio el partido, el 1-0 es un marcador corto para Argentina, que fue superior durante todo el partido. En Paraguay, en tanto, solo pueden rescatar que la distancia fue escasa en el tablero, sobre todo en una competencia donde la diferencia de gol es tan valiosa. Un reflejo claro del trámite es que Miguel Almirón, el hombre de ataque más peligroso de los paraguayos, estuvo persiguiendo a los atacantes en largos pasajes. En una de las últimas del choque, Messi volvió a estrellar una pelota en el parante, ahora con un tiro libre. El único pecado argentino fue la poca eficacia de cara al arco rival.

Con la victoria, la selección argentina suma un inicio perfecto en las Eliminatorias. Nueve de nueve puntos. Han vencido a Ecuador, Bolivia y ahora Paraguay. El próximo martes visitan Lima, que en esta pasada fue el rival de la Roja. Por otra parte, los dos veces campeones de América reciben a Bolivia y buscarán sumar su primer triunfo. Hasta ahora, además de la derrota en Buenos Aires, tienen una caída ante Venezuela y un empate frente a Perú.

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