Con parrilladas para unir al plantel: los inesperados liderazgos que sostuvieron a Pellegrino en su peor momento en la U

El plantel de la U en la comida de este viernes, en un restaurante.

El DT asumía que una derrota frente a Audax Italiano pondría fin a su ciclo en Universidad de Chile. En la semana previa, Cristopher Toselli y Nery Domínguez tomaron la responsabilidad de levantar a un equipo que parecía hundido. A menos de 72 horas del encuentro, el plantel compartió una comida fuera del Centro Deportivo Azul.



Mauricio Pellegrino llegó al estadio Santa Laura asumiendo que podía ser su último partido al mando de Universidad de Chile. Jugando de local, como pocas veces con público, los azules se medían frente a Audax Italiano con la obligación de ganar para dejar atrás una seguidilla de ocho partidos sin saber de victorias (seis derrotas y dos empates).

La turbulenta semana previa al cotejo que se vivió en el CDA no dejó a nadie indiferente. Desde los dirigentes, que se molestaron por los dichos de Pellegrino tras el duelo frente a Copiapó, en el que criticó la estructura del club, hasta los hinchas, que días antes llenaron de panfletos exigiendo más compromiso de parte de un plantel que llegó a pelear la punta del Torneo Nacional. “Jugadores menos sueldo y más corazón”, “fuera Sartor”, “fuera Azul Azul”, “doble jornada de entrenamiento ya”, fueron algunos de los mensajes que dejaron los forofos, con la finalidad de manifestar su descontento.

Por lo mismo, el duelo frente a los itálicos se vivió con mucha tensión. El rostro de los jugadores resumía todo lo que estaba en juego. Más cuando al frente estaba uno de los rivales directos en la lucha por no ahogarse con el descenso, otro de los problemas que los aqueja de manera directa.

El viernes, casi 72 horas del encuentro, el plantel decidió salir del Centro Deportivo Azul para compartir una comida que sirviese para unir al grupo. El lugar elegido fue la parrillada La Uruguaya, en Ñuñoa, en una gestión que realizó Cristian Palacios, el delantero charrúa de los laicos. Asistió todo el cuerpo técnico, el plantel y los médicos. Hubo risas y mucha ilusión en poder revertir la complicada situación. “Nos hemos juntado muchas veces acá. Es para cambiar un poco la dinámica. La idea era buscar un lugar fuera de la institución para cambiar el aire”, señaló el DT azul, Mauricio Pellegrino.

En la interna insisten en que no hubo juramentos para salvar al DT. Que bajo ningún punto fue necesario realizar este tipo de prácticas. Lo que sí hubo fue mucha confianza frente a cómo se venía trabajando en la semana para poder quedarse con los tres puntos frente a los floridanos, repiten al ser consultados por El Deportivo.

La convivencia estuvo acompañada de sorpresivos liderazgo que han ido apareciendo para levantar el momento más crítico de Pellegrino en la banca de la U. Cristopher Toselli tomó un rol que ha sorprendido gratamente en el CDA. Más allá de los cuestionamientos que existieron en su arribo por su paso por la UC, el guardameta se encargó de cada detalle durante la semana para intentar descomprimir el ambiente.

Toselli sabe lo que es convivir con la presión. Lo vivió en sus momentos de gloria y fracasos en Universidad Católica. Por lo mismo, conversa con los más jóvenes, les transmite tranquilidad. Y a los más experimentados los invitó a seguir empujando el proyecto de Mauricio Pellegrino, quien enfrenta uno de sus peores momentos desde que asumió la banca estudiantil.

“Soy el más viejo del equipo, hay otras responsabilidades que las asumo como tal, es algo que pasa. No sé si soy un ejemplo para los demás, solo trato de ser lo más profesional posible en mi forma de ser y si ayuda, buenísimo, la idea es que todo el grupo esté lo mejor posible. Los más grandes en ese sentido tenemos que ayudar”, dijo el portero hace unas semanas. Al portero que le quitó la titularidad a Cristóbal Campos también se le unió Nery Domínguez. El argentino, quien incluso ha lucido la jineta de capitán, cumplió un rol similar durante los últimos días.

Bajo este escenario, la U enfrentó a Audax Italiano bajo un clima de máxima tensión. El grito de gol de Nicolás Guerra fue el primer desahogo de Pellegrino. La segunda anotación de Leandro Fernández sacó la primera sonrisa de Pellegrino, en un acto que se selló con un abrazo del atacante, quien corrió a buscarlo para dedicarle la diana.

En conferencia de prensa, Pellegrino se vio más relajado. Se sacó un peso muy grande de encima. “Los entrenadores siempre estamos sujetos a comentarios, estar en la cornisa. El deporte es así, siempre un detalle puede hacerte el mejor o el peor del día; el mejor o el peor del año. Estábamos en un momento muy difícil a todos los niveles y estos chicos la verdad que se han comportado a nivel humano de una manera excelente. Se merecían un triunfo para volver a creer en ellos porque cuando uno recibe tantos palos, cuesta hacerlo. Por eso, estoy contento por ellos”.

La U vuelve a ganar tras casi tres meses sin saber de victorias. Pellegrino, por su parte, gana oxígeno de la mano de líderes inesperados que buscan volver a posicionar a la U en los puestos de avanzada. Este sábado, frente a Everton, tendrán un nuevo desafío.

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