¿El mercado se frena?

El coronavirus amenaza con una recesión que pone en peligro las millonarias transferencias. Las ligas del mundo se paralizan y no hay certeza de cuándo se volverá a jugar.



El balón está detenido. Los estadios, cerrados. La televisión se debe conformar con repetir una y otra vez antiguos duelos o echar mano a archiconocidos compactos. Los hinchas, con la nostalgia de revivir momentos que parecen cada vez más lejanos. El fútbol también sufre las consecuencias del coronavirus. En todo el mundo, salvo una que otra excepción que raya en la irresponsabilidad, ya no hay partidos que ver ni a los que asistir. La prioridad está puesta en el control de la plaga que, entre otros aspectos, impide las reuniones masivas. Y por ende, deja a los clubes y a las federaciones sin posibilidades de allegar recursos.

El frenazo económico es evidente. Los clubes empiezan a adoptar soluciones de emergencia para cuidar la caja. Desde los gigantes, como el Barcelona y la Juventus hasta los chilenos, como Unión Española e Iquique, comenzaron a imponerse rebajas salariales para aliviar los gastos, en principio, hasta que las competencias vuelvan. El problema es que ese plazo sigue siendo incierto. O, más bien, está condicionado a que la pandemia afloje. No se ve para cuándo.

De fichajes bombásticos, esos que remecen al mundo entero por la calidad de los jugadores que involucran y la cantidad de millones de dólares que mueven, poco espacio hay para hablar. En Europa, sin embargo, se resisten. Las portadas más importante siguen jugando a la normalidad. La batalla que prometen librar el Real Madrid y el Manchester United por el noruego Erling Haaland, del Borussia Dortmund; o la puesta de Neymar y Paulo Dybala en la órbita del Barcelona y poco más alimentan las páginas deportivas. Otros, en cambio, ponen sus esfuerzos en mantenerse en pie en una crisis que solo encuentra parangón en 2008. Esa vez, también hubo que ajustarse el cinturón, aunque, según recoge un reportaje de la revista Palco 23, la reactivación se produjo al año inmediatamente siguiente.

“Esta pandemia va a generar una crisis que durará hasta un año después que termine el problema a nivel mundial. Creo que será una crisis económica muy fuerte, que sí se va a salir, se va a volver todo a una relativa normalidad, pero se necesitará de su tiempo", proyecta Sabino Aguad, ex director deportivo de Universidad de Chile. “Cuando vuelva el fútbol, serán otros precios porque no habrá dinero. Durante un tiempo, que no será menor, no habrá dinero para hacer transacciones, no habrá dinero para pagar sueldos. No digo que se vayan a aterrizar los sueldos, sí digo que será otro nivel salarial y para todos en el fútbol. No solo los futbolistas: acá habrá una reducción salarial para gerentes, representantes, entrenadores, todos”, añade.

En Univerisidad Católíca intentan mantener la calma, pero asumen que el mercado de fichajes se verá golpeado. “Resulta prematuro pronosticar esa situación, porque todavía no es posible dimensionar los efectos económicos que tendrá la suspensión de la actividad y cuánto tiempo más se prolongue. De ser muy importantes los impactos, lo natural sería suponer que habrá menor disponibilidad de recursos para fichajes de jugadores”, dice Juan Tagle, presidente de Cruzados.

“Creo que como está ocurriendo en toda la economía, va a haber una recesión importante en el fútbol. Tal como están las cosas, y por las reuniones que hemos tenido, hay algunos clubes que dudan de si pueden seguir más allá de abril”, advierte Felipe Muñoz, controlador de Rangers de Talca.

Cesare Rossi, timonel de Iquique, que acordó un ajuste salarial con los sueldos más altos del plantel para darle viabilidad al año financiero, reconoce que la incertidumbre es alta. “Es difícil proyectar, porque estamos en una situación de incertidumbre máxima. Si uno ve el ejemplo de Asia o Europa, aún no pueden volver. Se ve para largo, quizás en tres meses más y seguiremos en veremos, siendo optimistas, pero es difícil. Lamentablemente, ningún club chileno está preparado para soportar una situación así. Los grandes, si bien reciben más, gastan más”, sentencia.

La visión del dirigente nortino raya en lo apocalíptico. “El fútbol y otras actividades están en peligro a nivel mundial. Esta pandemia no solo va a cobrar muchas vidas. También va a botar negocios. El fútbol es uno de ellos”, dice.

Sin fecha definida para el retorno de los torneos, tampoco puede proyectarse una de las principales vías de ingresos: la ventana de mercado. El período de transferencias no solo beneficia a los clubes. Los representantes de futbolistas se transforman en actores fundamentales del negocio y, en proporción a los ingresos que producen, reciben cuantiosas recompensas. Hoy, sus proyecciones son mucho más mesuradas. Casi tímidas.

“La situación está muy, pero muy difícil. Normalmente a esta fecha algunos clubes ya se habían acercado a conversar conmigo para solicitarme jugadores en algunos puestos por las necesidades que tenían sus planteles y hoy no ha sucedido nada de eso. Por lo tanto, creo que para junio va a ser dificilísimo, no solamente a nivel de Chile, sino que a nivel mundial. A los clubes se les hace muy complicado. Espero que esto se revierta y no sé dé como todo pinta. Espero que se den contrataciones por el bien de todos", dice José Luis Carreño, representante de futbolistas del mercado local.

“Va a haber un frenazo en la economía del fútbol, aunque es un mundo aparte. La gente igual consume fútbol. El tema salarial es complicado, porque hay contratos que se deben respetar. Estamos frente a un tema muy delicado. A mis jugadores les digo que tienen que estar preparados, pero ellos tienen las cabezas más puestas en sus familias. Recién a mitad de año se verá si se mueve el mercado, pero no será igual que todos los años”, pronostica su colega Sebastián López.

Alan Silberman, tutor de figuras como Gonzalo Jara, también prevé un deterioro. “El perjuicio será en todas las actividades, en todo el mundo. Les va a tocar a todos, pero hay que tratar de que sea lo menos posible. Un país no puede estar parado. Lo más importante es evitar los daños, pero la gente es muy irresponsable”, lamenta. La visión directiva es más concreta. “El mercado de fichajes también se va a congelar mientras no haya claridad”, pronostica Rossi.

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