Exsubsecretario del Deporte se defiende de retraso del Nacional: “No voy a aceptar que los cambios de planificación los disfracen como atrasos del gobierno anterior”

El Estadio Nacional antes de ser cerrado para las obras de Santiago 2023. Foto: Patricio Fuentes Y.

Andrés Otero califica como una "irresponsabilidad" la idea de la ministra Alexandra Benado de pedir más presupuesto para agilizar las obras de Santiago 2023. Además, afirma que él mismo le avisó el 8 de marzo al gerente de DG Medios que el concierto de Metallica no se podría realizar en el coliseo ñuñoíno. Reparte culpas por la demora del proyecto.



A comienzos de este año, el gobierno anunciaba que el coliseo del Estadio Nacional iba a estar listo en abril. La noticia ilusionó al fútbol, específicamente a Universidad de Chile y a Universidad Católica, y también a los productores de espectáculos musicales. De hecho, Soda Stereo y Metallica tenían planificados conciertos durante este mes. Sin embargo, toda esa planificación se fue al tarro de la basura, luego de que la nueva ministra del Deporte, Alexandra Benado, anunciara en El Deportivo que el recinto no estaba en condiciones de albergar eventos, por atrasos en las obras. Y, de hecho, culpó a sus antecesores por esta contingencia. Frente a estos cuestionamientos, el exsubsecretario de la cartera, Andrés Otero, sale al paso de estas críticas.

¿Cómo se explica el retraso en la entrega de las obras?

El Master Plan del Parque Estadio Nacional lo anunciamos en enero de 2020, antes de la pandemia, en una reunión con todos los medios de comunicación. Eso casi no varió y lo que sí se trabajó con la Corporación Santiago 2023, Panamsports e IPC, con una programación súper clara en lo presupuestario. Lo que pasa es que luego vino la pandemia y eso no es un tema trivial. Las fronteras estaban cerradas y la llegada de materiales no era de la misma forma que antes de la pandemia, y se encarecieron muchísimo. De hecho, la Cámara Chilena de la Construcción indicó que en promedio los materiales han subido su precio un 27% producto de la pandemia. También, las empresas no tenían suficiente gente para trabajar por las restricciones de desplazamiento en el contexto sanitario, además de que había turnos que no se podían llevar a cabo por el toque de queda y las cuarentenas; y el Consejo de Monumentos Nacionales tomó mucho más tiempo en evaluar los proyectos. Sin ir más lejos, para los recintos del Atletismo y las Raquetas se demoraron más de ocho meses en dar el visto bueno. Y la autorización del Consejo es requisito para obtener la RS en el Ministerio de Desarrollo Social y recién ahí licitar. Pese a todas esas dificultades sacamos todo adelante y las pruebas están ahí: El parque estaba con cerca de un 80% de avance cuando nos fuimos, el Hockey Césped ya está sólo en los ajustes finales, el Paralímpico y Deportes de Contacto están con un avance importante y en los plazos vigentes, y el Atletismo y Raquetas licitado.

¿Y qué pasó con el coliseo?

El Coliseo no se ha intervenido; sí el entorno por el parque, que será el parque deportivo urbano más grande de Latinoamérica, con un completo sistema donde coexistirán el deporte social, con ciclovías, circuitos de trote y calistenia y grandes espacios de esparcimiento deportivo, con los recintos del alto rendimiento. La empresa que se adjudicó la obra estableció un plazo de 300 días de ejecución, lo cual quedó en un contrato que fue tomado de razón en Contraloría, con sus plazos y programación. Ese plazo se cumplía el 3 de marzo. Sin embargo, a pocos días del cambio de gobierno, la empresa solicitó extensión de los plazos los primeros días de marzo, atrasando la entrega para el 4 de julio. Ese cambio de plazo trae responsabilidades aparejadas para la empresa, que el IND debe resolver. Cumplimiento de multas, boletas de garantía...

Entonces, según usted, la culpa sería de la empresa.

Lo digo cien por ciento, ha habido un montón de obras públicas y privadas que se han atrasado y se entiende, pero el problema es que esta extensión se avisó a pocos días de que se cumpliera el plazo. La notificación se hizo a fines de febrero.

¿Ustedes no supervisaron a la constructora ante esta posibilidad de atraso?

Por supuesto que sí. De hecho, cuando esto veía que venía con cierto atraso, se les notificaba por escrito, ellos contestaban, pero nunca solicitaron la extensión de plazo. Insisto que la empresa tiene un contrato que se establecieron los 300 días y es un plazo que puso la empresa y ese contrato tuvo la toma de razón de la Contraloría, por lo que no es cualquier contrato.

¿Qué sucedió con Metallica? La productora menciona una serie de reuniones...

Qué buena la pregunta, porque es súper bueno establecerlo. Metallica, como otros eventos, estaban programados en un principio para 2020, prepandemia. Por la pandemia se suspendieron. Y cuando se empezó a reactivar todo, a mediados del año pasado, las productoras se acercaron para ver cuál era la situación. En ese momento teníamos la programación con el contrato de 300 días, que entregaba el coliseo el 3 de marzo. La administración habló con la productora y le entregó una carta reservando el estadio, pero dejándole muy claro por escrito que estaba sujeto a que la obra permitiera hacerlo y esa cláusula la productora la sabía. Después viene esta extensión de plazo que, por supuesto, dejó completamente fuera la posibilidad de que el Estadio Nacional se usara. El 7 de marzo el administrador le indicó a la productora que no se podía hacer el concierto ahí. Y yo, personalmente, el 8 de marzo, me reuní con el gerente general de DG Medios y se lo manifesté. Luego, sé que las nuevas autoridades se reunieron con la productora, hicieron visitas a terreno y quizás dieron señales equivocadas. Y digo señales equivocadas, porque esperanzaron que pudieran usar el estadio, cuando ya se les había avisado que no. Y, en ese marco, perdieron un mes, donde podrían haber buscado otras alternativas.

Por otra parte, ¿cómo se explica esta diferencia en los plazos para licitar el Mario Recordón y el Centro de Raquetas?

La manera en que planificamos Santiago 2023 durante el gobierno del Presidente Sebastián Piñera fue atendiendo los tiempos, con una total política de austeridad y resguardando el buen uso de los recursos públicos. Además, es una planificación que se hizo pensando no sólo en el mes en que se desarrollarán los Panamericanos y Parapanamericanos, sino para dejar un legado para el deporte. El Presidente no quería elefantes blancos, recintos que se usen en los Juegos y después queden botados. Pensamos en un sistema integrado de alto rendimiento. Y con respecto en el Centro de Entrenamiento y Competencias de Atletismo, hay un tema con el Paseo de la Memoria, al que le dimos especial importancia por el valor que tiene en el estadio en torno a su patrimonio, y que será entregado posterior a los Juegos. Pero la pista, las tribunas, los lanzamientos, la zona de saltos, el fotofinish, y los estándares televisivos está todo está planificado para llegar en tiempo y forma meses antes del inicio de Santiago 2023.

¿Qué le pareció está reducción de plazos en la licitación del nuevo gobierno?

Primero, quiero decir que es absolutamente innecesario pedir más recursos para las obras de los Panamericanos y Parapanamericanos Santiago 2023. Incluso, creo que derechamente es una irresponsabilidad considerando la situación que pasa en la economía nacional hoy por hoy, sumado a que si se respeta la planificación que trabajamos en el gobierno del Presidente Sebastián Piñera, las obras llegarán en tiempo y forma, sin problemas. Es una planificación muy rigurosa, que se trabajó con mucho tiempo por los equipos de infraestructura del Mindep e IND. La ministra habla de acortar el plazo de adjudicación, pero eso lo define Mercado Público, no el ministerio. E inyectar más recursos no modificará esa situación. De hecho, si acortan el plazo, corren el riesgo de que ninguna empresa se presente o que las ofertas no sean viables ni en lo técnico ni económico, con lo que la licitación corre el riesgo de quedar desierta, abriendo un nuevo proceso que atrasaría todo. Además, pese al estallido social, la crisis economía internacional y la pandemia, el Presidente Sebastián Piñera le dejó programado y planificado un presupuesto histórico de 98 mil millones de pesos en infraestructura deportiva al gobierno del Presidente Boric, lo cual es cuatro veces más del promedio de lo que se entrega en los cambios de gobierno desde el retorno a la democracia. Eso se hizo en un sentido republicano, para que las nuevas autoridades no tengan dificultades para llevar a cabo los Juegos. Pero si empezamos con caprichos de artista y cambios por antojo a última hora, obviamente hay un riesgo para los Juegos.

¿Cuál es la situación de los otros recintos?

Dejamos todo listo para licitar el Centro de Entrenamiento y Competencias de los deportes colectivos, sin embargo a la fecha no se ha licitado. Sé, porque me lo manifestaron en una reunión antes del 11 de marzo, que las gerencias de deporte e infraestructura de la Corporación Santiago 2023 pensaban reformular ese proyecto porque querían hacer ahí la gimnasia. Pero eso significa diseñar de nuevo, ir al Consejo de Monumentos Nacionales, luego al Ministerio de Desarrollo Social y Familia a evaluación para obtener la Rentabilidad Social, aspectos que son normativos y requisito para construir en el Estadio Nacional, y ahí son mínimo seis meses antes de recién licitar. Si eso pasa, deja ese recinto completamente fuera de Santiago 2023. Ni para la gimnasia ni para alguno de los deportes colectivos que se pueden desarrollar ahí, como el vóleibol, básquetbol o balonmano. En esa reunión antes del 11 de marzo, les explicamos eso a las gerencias de deporte e infraestructura de la Corporación Santiago 2023, pero respondieron que lo verían con el nuevo gobierno. Se lo dije también a la futura subsecretaria Antonia Illanes y a la Corporación que esto estaba este riesgo. Entonces lo que no voy a aceptar es que los cambios de planificación que quieren hacer los disfracen como atrasos del gobierno anterior.

¿Ve riesgos en relación a otras obras?

Solo se habla del Estadio Nacional, pero hay otras obras de cara a los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos, que son responsabilidad de la Corporación, como el CEO de Curauma, para el remo y el canotaje; Cerrillos, para el béisbol y sóftbol, que lo está viendo el Comité Olímpico; la equitación en Quillota; el polígono de Lo Aguirre y algunas obras en Los Andes, entre otras. No he visto avances en desarrollo y obras, y eso es cien por ciento responsabilidad de la Corporación, que cuenta con presupuesto aprobado para llevarlas a cabo. Nos estamos preocupando sólo del Estadio Nacional, pero hay obras que son de la Corporación donde hay un presupuesto asignado y no se ven avances concretos a la fecha. Eso es un tema que deben trabajar las gerencias de deportes e infraestructura, pero sería bueno que el Ministerio del Deporte esté encima porque a la fecha no hay avances.

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