Juan Fasce, el ojo de los Cóndores: “Los jugadores entendieron que el videoanálisis sirve para mejorar y no para criticar”

El argentino, analista de video de la selección chilena de rugby desde hace dos años, conoce al detalle las fortalezas de cada uno de los jugadores. Conversa de aquello, de los recursos que tiene a disposición y de los rivales que enfrentará Chile en el Mundial de Francia 2023.



Este sábado, cuando los Cóndores enfrenten a Namibia, a las 17 horas, en Valparaíso, Juan Fasce (46 años) estará en la cabina siguiendo cada paso de los jugadores locales. Es su labor desde hace ya dos años, cuando llegó a Chile y asumió el rol de analista de videos para la selección nacional.

Un cargo que en el fútbol siempre está muy relacionado al espionaje, pero que en esta disciplina no, ya que World Rugby entrega las herramientas para que Fasce (y sus símiles de todo el planeta) siga paso a paso cada jugada de sus rivales, pues las federaciones están obligadas a subir a una plataforma especial todos los partidos que disputen sus selecciones. Eso permite que, en esta entrevista con La Tercera, pueda entregar no solo las claves de su trabajo en Cóndores, sino que también hacer un repaso por los lineamientos tácticos de Japón, Inglaterra, Argentina y Samoa, los oponentes de Chile en Francia 2023.

¿Han ido mejorando los recursos para el equipo de análisis?

Viene cambiando. Obviamente, a veces necesitamos más cosas, pero también hay que entender que se está aportando todo lo que se puede y muchas veces más. Hay que ser claros que los recursos que tiene Inglaterra no son que los que tiene la Federación.

¿Cómo registran los entrenamientos?

Se filma hasta con cuatro cámaras y un drone y, mientras va pasando eso, el software va sacando los tiempos muertos. Eso se va subiendo a un portal que tenemos con los jugadores. La idea es que cuando termine el entrenamiento ellos ya puedan acceder desde sus teléfonos. El desafío es que, una vez que ya terminan, puedan repasar el entrenamiento tanto los entrenadores como los jugadores. Cuando estamos de gira con mal internet es más difícil subirlo enseguida, pero también estamos todos en el hotel, entonces ahí vienen los jugadores con sus discos duros o computadores y ahí los piden directamente.

¿Siempre estuvo ese interés?

Eso ha cambiado mucho. Al principio costaba, pero ahora cuando me demoro 10 minutos por un problema de internet, ya me empiezan a preguntar dónde están las cosas. La verdad eso da una satisfacción grande, porque me dice que mi trabajo sirve para algo.

Debe costar lograr aquello...

Hay una línea muy delgada entre que el jugador entienda que es una herramienta para mejorar y no para criticar, porque si uno lo toma como esto último se cierra y es muy difícil entrar. Ahí eso ya no sirve. Yo creo que los chicos entendieron que es una herramienta para mejorar.

Después de años viéndolos, ¿qué es lo mejor que tiene Chile?

Lo mejor que tiene hoy Cóndores es su grupo humano. Los jugadores quieren más, tienen una entrega asombrosa. También hay que entender que vamos a jugar con equipos que nos llevan muchísimos años en el alto rendimiento y que esto en Chile empezó hace muy poco. Empezó con la llegada de Pablo Lemoine (2018) y esas diferencias se notan y se pagan. Los países con los que vamos a jugar llevan muchísimos años en esto. Sus jugadores cuando tenían 15 o 16 años comenzaron un proceso de alto rendimiento. Tienen una experiencia que acá no nos tocó vivir, que están recién descubriéndola y se entregan al máximo.

Los partidos los ve desde cabina, ¿qué recursos tiene ahí?

De manera estándar nos dan cuatro ángulos de televisión directamente a la cabina. Nosotros los conectamos a las computadoras y vamos revisando. Hacemos corte en vivo, estadísticas en vivo. En el Mundial, por ejemplo, nos van a llevar siete ángulos a la cabina, siete cámaras distintas a la transmisión.

¿Y qué viene después?

Ahí se hace un análisis, se sacan estadísticas jugador por jugador; qué fue haciendo en cada minuto del partido; cuántos tackles; con qué parte del cuerpo lo hizo; si fueron buenos o malos, si erraron tackles o no. Y así por cada acción de juego de los 23 jugadores que entraron... Los 15 y los ocho sustitutos que van entrando. Es un trabajo de muchas horas, porque hay que ir mirando el partido de nuevo varias veces y de manera pausada, volviendo para atrás, identificando a cada uno.

¿Quiénes lo ayudan en este trabajo?

En el día a día estoy solo, tengo gente que me ayuda esporádicamente. Pablo Osorio, que es un chico de La Serena, hoy está con el Seven. Empezó a colaborar Mauricio Vázquez de manera remota desde Argentina, que es un analista experimentado. A veces da una mano con los juveniles, pero son todos esporádicamente y en casos puntuales. Obviamente, la idea es que ojalá algún día se puedan incorporar al departamento de forma permanente. Por ejemplo, el departamento de análisis de Irlanda son 14 personas, pero es otra realidad. Ojalá en un futuro podamos sumar uno, dos o lo que sea necesario.

¿Cuántas horas al día está viendo videos?

25 o 26 (risas). La verdad es que son muchas, porque está el entrenamiento que estás filmando y viendo la computadora, después el análisis de los partidos, de los rivales. Por ejemplo, el fin de semana pasado jugaron prácticamente todos los rivales y entre lo que tuve que subir y bajar me colapsó el internet, porque cada partido pesa cinco gigas. Tuve que subir Cóndores vs. Argentina XV, además de bajar Uruguay vs. Namibia, Pumas vs. Sudáfrica, Inglaterra vs. Gales, Japón vs. Fiji y Samoa vs .Tonga. Analizar y cortar solo los individuales debe llevar unas ocho horas de trabajo neto.

A grandes rasgos, ¿cuáles son las claves de los rivales de Cóndores en Francia 2023?

Son selecciones que juegan de manera distinta y para nosotros es uno de los grupos más duros del Mundial. Nosotros estamos en el puesto 22 del ranking y vamos a jugar contra cuatro equipos que están en los primeros 15 del mundo. Con características distintas. Japón juega un rugby muy veloz, muy dinámico. Samoa juega un juego totalmente físico, en donde te desgastan físicamente. Inglaterra juega un rugby muy cerebral, donde pueden jugar veloz, después físico y después a lo que quieran. Lo mismo que Argentina. Va a ser una prueba muy dura, muy difícil, pero hay que aprovecharla, disfrutar y recopilar la mayor información y experiencia para seguir preparándonos para adelante.

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