La comunidad del surf se une con el propósito de restaurar parte del bosque costero de Pichilemu

En medio del campeonato Lobos por Siempre, la Municipalidad, junto una serie de agrupaciones, inició un proyecto que busca realizar un plan de reforestación, que cuenta con medidas de preservación, sustentabilidad y conservación.



Pichilemu se prepara para recibir un espectáculo. En la Capital del Surf en Chile se desarrollará Lobos por Siempre, campeonato internacional que no solo trasciende en lo deportivo, sino que también lo hace en temas de sustentabilidad y conservación.

En ese contexto fue que ocurrió una linda jornada. El martes 4 de junio, en la ciudad costera de la Región de O’Higgins, la comunidad local, algunos deportistas y diferentes entidades realizaron un plan de reforestación.

Se dio inicio a un proyecto que lleva más de un año en proceso, el que se trabajó con un diseño paisajístico que propone instalar una torre de biodiversidad y crear núcleos biodiversos. Estos, una vez asentados, ofrecerán cobijo y alimentos a diferentes especies. Todo esto también tiene como propósito nutrir el paisaje y devolver los servicios ecosistémicos de La Caletilla.

El proyecto, llamado “Restauración Ecológica del Mirador de Infiernillo”, se realizó gracias a un trabajo en conjunto entre la Municipalidad de Pichilemu, el Parque Punta de Lobos, Cerveza Corona, marca de Cervecería AB InBev, además del apoyo de la comunidad local.

La actividad se enmarca en la organización del evento “Lobos Por Siempre”, que está en tiempo de espera, aguardando que se presenten condiciones climatológicas para contar con olas perfectas de gran tamaño.

Ramón Navarro, actual campeón del certamen, es un destacado ecologista y uno de los precursores: “Este es un lugar muy especial para mí, es donde me crie y empecé a surfear. Es un lugar que estuvo abandonado, las Docas invadieron todo y se perdieron muchos cactus. Ahora la comunidad lo está reforestando con este lindo proyecto”, señaló el deportista.

El ecosistema venía experimentando un desequilibrio ecológico debido a la introducción de la doca, una especie con un alto potencial colonizador que cambia la cobertura vegetacional, lo que provoca la desaparición de otras especies y reduce las poblaciones del quisco de los acantilados que es parte de la flora nativa de la zona. En ese sentido, la acción ayuda a homogeneizar el paisaje, provocando un efecto positivo en la biodiversidad.

“El objetivo que tiene la comunidad de Pichilemu y Cerveza Corona en este caso, es recuperar esa riqueza del ecosistema a través de la incorporación de especies nativas, ‘hoteles’ de insectos, refugios para aves, todo mediante una torre de biodiversidad que hará posible la conservación de animales, plantas y condiciones climáticas. Para nosotros siempre ha sido muy importante cuidar y proteger la naturaleza, pero también disfrutar de ella, por eso asumimos este compromiso con responsabilidad y felices de contribuir con la localidad”, comenta Diego Soffia, Brand Manager de Corona en Chile.

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