La Roja femenina trabaja para mejorar el pasado

El plantel chileno que disputó el Sudamericano de 2018 (FIBA).

A cargo de Warren Espinosa, head coach de las selecciones femeninas, se entrena un grupo de 23 jugadoras para no repetir malas experiencias anteriores y mirando hacia el Sudamericano del próximo año.



La Selección Chilena femenina de básquetbol no piensa en el descanso. No, cuando en mente está olvidar el sabor amargo del último Sudamericano, en el que finalizaron séptimas y la preparación no fue la óptima, pues terminó con el camarín reclamando el poco trabajo que tuvieron antes de viajar a Colombia, el 2018. Esta vez, ya es pensando en 2021, donde el certamen subcontinental tiene fecha definida y la pandemia dio el tiempo para organizarse y comenzar a trabajar.

FIBA confirmó que el torneo se disputará entre el 10 y 15 de mayo del próximo año, el cual dará cuatro cupos para la AmeriCup femenina que se jugará entre el 19 y 27 de junio de 2021. Como medida de preparación es que a través de Zoom y guiadas por Marcelo Venegas y Marta Miró, preparadores físicos de la Federación de Básquetbol de Chile; más las indicaciones de Warren Espinosa, head coach de las selecciones femeninas, las preseleccionadas siguen un plan diario y se juntan dos veces por semana a entrenar, más una vez al mes en una reunión para planificar y hablar más en profundidad.

“Por las consecuencias de esta pandemia, en el retorno a la actividad física hay mucha reincidencia de lesiones musculares, por lo que tomamos la decisión de trabajar con este grupo en la readecuación física para tenerlas en condiciones cuando volvamos a la cancha, una vez que el Ministerio apruebe el protocolo que presentó la Federación”, explica Espinosa. “El objetivo es acortar los tiempos de mejoramiento integral en el retorno”, añade el entrenador.

En total son 23 las jugadoras que están trabajando, seleccionadas según las mediciones que hizo FebaChile en noviembre pasado. Sin embargo, no siempre se pueden conectar todas a las sesiones de entrenamiento, puesto que más de una debe complementar el básquetbol con un trabajo estable y los turnos que hacen no les permite estar cien por ciento en los trabajos de la Roja.

“Se está haciendo algo más serio, un trabajo a futuro. Está mejorando. En el Sudamericano no hubo una preparación, fue de un día para otro y nos ha sucedido varias veces antes. Ahora se está haciendo un buen trabajo y nos tienen contempladas a todas”, comenta Catalina Abuyeres, parte de la nómina que está en el proceso.

Lo cierto es que FebaChile decidió mejorar la experiencia pasada. Aquel Sudamericano de 2018 fue un mal trago que no quisieran repetir de nuevo. Por lo mismo es que están buscando un entrenador que pueda hacerse cargo de la selección absoluta, emulando lo que en el masculina hace Cristian Santander y así dejar a Espinosa en una función como la de Daniel Frola, el jefe técnico de los varones, además de ocuparse de las series menores.

“Warren es el head coach, pero no significa que vaya a tomar la adulta. Estamos analizando si podemos tener la posibilidad de tener entrenador exclusivo para el equipo, como en los varones”, explica Irán Arcos, presidente de la Federación. “Teníamos que partir el proceso. A Warren le corresponde estar en todos los procesos como líder, pero estamos buscando la igualdad de género y tener un entrenador para el equipo adulto. Warren el próximo año tiene muchos compromisos con la Sub 15, Sub 17 y a la espera del Mundial de las Huasitas”, añade el directivo.

Espinosa, sin embargo, está a cargo del progreso de todas las selecciones femeninas. Un cargo que tomó en 2017 y cuyo mayor éxito han sido las Huasitas, equipo dirigido directamente por él. Con respecto a la adulta, el costarricense anuncia que “el objetivo es ir mejorando los resultados anteriores. Hubo un cuarto lugar en los Bolivarianos de Santa Marta, un sexto en los Odesur al que fuimos con Sub 21 y el séptimo con la adulta en el Sudamericano. Necesitamos mejorar eso y tratar de cerrar la brecha que encontramos cuando llegamos”, dice el coach.

Lo dicho por Espinosa se argumenta, según él, en el poco trabajo que hubo entre la selección femenina que dirigía Cristian Santander, de la generación nacida en 1995 y que incluyó jugadoras como Javiera Novión y Valentina Aragonese, hasta encontrar recambio en series menores. “Había un gran bache entre la adulta y, por ejemplo, el Team Huasitas, y por esa razón llevamos Sub 21 a los Odesur del 2018, para darle rodaje a la generación del medio y con quienes hemos podido generar un grupo amplio”, explica el entrenador. “Todo ha sido un proceso que esperamos que el próximo año pueda rendir frutos”, cierra el head coach de las selecciones femeninas.

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