Nico Pino entra en la órbita del campeón de la Fórmula E

Nicolás Pino, junto a Duarte Félix da Costa (de azul) y uno de los ingenieros del equipo. Pablo Carvajal/Prensa Nico Pino.

Después de entrenar con el portugués Antonio Duarte da Costa, el piloto de 16 años llamó la atención de Synergy Driver Performance, la empresa de representación que maneja el hermano del monarca. La opinión de este último fue decisiva para el fichaje del chileno.



Nicolás Pino dio un nuevo paso en la consolidación de sus prometedora carrera. La semana pasada formalizó su vínculo con Synergy Driver Performance, la compañía creada por el portugués Duarte Félix da Costa, hermano de Antonio Félix da Costa, actual campeón de la Fórmula E y pieza clave en el fichaje del piloto chileno de 16 años, quien será representado por la firma. El objetivo de esta alianza es potenciar su aprendizaje como piloto de élite y aprovechar la proyección que tiene.

Duarte, el ex piloto portugués y socio de Synergy Driver Performance, se dedica a entrenar jóvenes corredores, y darles las herramientas para enfrentar las categorías de elite del motorsport mundial. “Duarte es una muy buena persona, es muy enfocado en lo que hace y es muy buen coach y representante. Nos ha ayudado harto durante este tiempo”, asegura Nicolás.

El coach puso sus ojos en el chileno durante la temporada de la F4 británica, donde le llamó la atención el carácter del piloto de 16 años para enfrentar la compleja ruta FIA del automovilismo mundial. “A Synergy les hablaron sobre un piloto latino que estaba corriendo la Fórmula 4 británica. Se dieron cuenta de que era yo y al día siguiente nos mandaron un correo para coordinar una reunión”, relata Pino.

Otra imagen de Nicolás Pino junto a Duarte Félix da Costa. Pablo Carvajal/Prensa Nico Pino.

La opinión de Antonio Félix da Costa terminó de reforzar la idea de sumar al joven chileno al equipo. “Es muy bueno saber que Antonio reforzó la idea de sumarnos, porque él tiene mucha experiencia en el mundo del automovilismo”, explica el deportista nacional, quien sostuvo una larga conversación cuando estuvieron entrenando en Estoril. “Él estaba entrenando el F2 en la mañana, y luego pasó al F3 en la tarde para que entrenáramos juntos”, comenta el joven. El piloto portugués lo aconsejó y le prestó su radio para darle observaciones de manera inmediata.

En cuanto a las conversaciones entre Duarte y Nicolás, estas iniciaron en noviembre del 2020, en Portugal. En ese entonces, el chileno se encontraba en medio de una serie de pruebas con equipos de Eurofórmula Open de cara a la temporada 2021. El joven llamó la atención del portugués por sus cualidades técnicas, su proyección como piloto y, especialmente, por su fortaleza mental.

Cuando finalmente se reunieron con Duarte Félix da Costa, el coach le explicó al santiaguino la metodología de trabajo de Synergy y la filosofía que tienen como representantes. Luego, Duarte le manifestó formalmente su interés en representar y guiar al chileno en su desarrollo. Fue en ese entonces, según comenta Nicolás, que él y su equipo se dieron cuenta del profesionalismo del grupo de Duarte y lo serio que se toman el potenciar a sus pilotos. “No lo vimos venir”, confiesa. “Desde ahí que comenzamos a trabajar juntos”, complementa.

Nicolás Pino, recibiendo instrucciones de Duarte Félix da Costa. Foto: Pablo Carvajal/Prensa Nico Pino.

En diciembre, Duarte y Nicolás tuvieron una semana de pruebas en el circuito de Catalunya, previo al retorno del piloto a Chile y a la espera de su debut en la Eurofórmula en marzo. “Ahora que ya estamos compitiendo en Europa, me tuve que ir a vivir hace dos años a Inglaterra. Ahora vivo entre Santiago y Londres, pero paso la mayoría del año en Europa”, cuenta. Actualmente, se encuentra en Chile, ya que en Europa aún no hay entrenamientos debido al invierno. “Hemos estado haciendo varias sesiones en simulador todas las semanas”, explica el chileno.

Para el piloto la clave del éxito en el automovilismo es entrenar. “El único secreto de este deporte es practicar más”, explica. “Hay que ir avanzando poco a poco e ir empujando más los límites. No presionarse mucho y escuchar a los que saben más que uno”, sentencia.

De sus 16 años, la mitad los ha pasado inmerso en el mundo del automovilismo. “De casualidad, un 18 de septiembre fuimos a un mall, donde habían abajo unos kartings de arriendo”, recuerda. Y añade: “Me subí, me di unas vueltas y choqué. Me dieron unos 10-15 minutos más, y de ahí me quedó gustando”.

Una vez que adquirió su primer karting, la disciplina que su padre le inculcó, y el trabajo duro de Nico, hicieron que el chileno llamara la atención de los grandes del automovilismo. “Íbamos a entrenar todas las mañanas con mi padre, y los domingos llegábamos antes que todos los demás. Era por una cosa de disciplina y de levantarse temprano”, narra Pino.

Luego, padre e hijo empezaron a ir a entrenar cada vez más que el resto, hasta que empezaron a ganar las carreras en Chile. “Ahí empezamos a correr afuera. En Argentina una carrera, y de ahí directamente pasamos a Estados Unidos, y luego a Europa”, explica Nico. Con tan sólo 12 años de edad, el chileno ya había entrado al circuito FIA, que es el camino necesario para llegar a la Fórmula 1 y a la Fórmula E, su meta, la que está un poco más cerca tras dar este nuevo paso.

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