Alfredo Sepúlveda, periodista e historiador: "El plebiscito es el arreglo que en el 73 fue imposible de hacer"

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"Breve Historia de Chile, de la última glaciación a la última revolución" es un cruce que Sepúlveda viene haciendo hace algunos años y que consiste en escribir sobre la historia de nuestro país usando los recursos narrativos del periodismo, además del escepticismo propio de la profesión. En esta entrevista, cuenta su visión del 5 de octubre de 1988 y sus consecuencias históricas.


*Este artículo es parte del especial conjunto por los 30 años del plebiscito de 1988 entre La Tercera y la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez.

En su investigación de este período, ¿hay algo que desmitificar del 5 de octubre?

No sé si no se conoce, pero me parece muy dramático lo que vivieron en el comando del No esa misma noche del 5, cuando todos los carabineros que estaban en los alrededores del comando se empiezan a retirar y nadie sabía qué pasaba, las comunicaciones no eran las mismas, no habían celulares ni información y el mundo temía lo peor. Los carabineros se fueron a un perímetro bastante más alejado del centro de Santiago y fueron los propios integrantes de la Concertación los que llamaron al Ministro del Interior para que volvieran por su seguridad, por lo que podía pasar. Fue una noche muy tensa, que se terminó resolviendo como a las 2 de la mañana cuando se dieron a conocer los resultados definitivos y el triunfo del No.

Sobre las campañas, me llamó más la atención la franja del Sí, contrariamente de lo que piensa la gente, fue una campaña bastante pobre en términos financieros porque el diseño que habían hecho era un diseño que garantizaría el triunfo a través de la acción de las municipalidades y hacia allá se fueron todos los recursos, lo que era bastante sensato por parte del gobierno. Los gobiernos locales serían los que harían la campaña, por lo tanto, la franja del Sí fue una cosa como de tercer o cuarto orden. Además, iba en un horario bastante tarde, como a las 11 de la noche por lo que ellos pensaban que no era tan necesaria ponerle recursos. El primer día, en el debut, cuando pierden por paliza, empieza una serie de movimientos para tratar de mejorarla porque técnicamente era muy mala y así lograr equiparar a la franja del No. Los rating de audiencia también fueron todo lo contrario a lo que ellos pensaban, tengo entendido que rodearon los 50 puntos.

La campaña fue liderada por el ministro del Interior Sergio Fernández. Él tuvo la idea de que la comunicación fuera a través del gobierno local y la promesa de que el triunfo del Sí era bueno para el país. La misión de Fernández era ganar el plebiscito. Su primera visión fue que el candidato fuera Augusto Pinochet porque dentro de la Junta no estaba tan claro quién debía serlo ya que no tenían mucha fe en él como candidato. Entonces Fernández fue quien ordena la casa y lo posiciona cono líder. Ahí la campaña empieza a centrarse en los logros económicos del gobierno que para entonces empiezan a dar frutos y si te fijas parte de la campaña del Sí -la patrulla juvenil- hace una campaña sin nombrar nunca a Pinochet, sus imágenes son cobre, cifras económicas. Pinochet no aparece, pese a que es la franja del Sí a su continuidad. Ahí conviven las dos almas de la derecha, ellos "se tragan el sapo" coloquialmente con Pinochet a cambio de la opción de mantener la estabilidad económica que a su parecer no tenía que ver con su liderazgo.

¿Sergio Fernández pensaba que iban a ganar el plebiscito?

Se empiezan a desesperar cuando el plebiscito se va acercando, sobre todo viendo el éxito de la campaña de la Concertación para la inscripción en los registros electorales, esa es la primera señal de que a lo mejor las cosas no iban a salir como ellos pensaban. Pero ya estaban tan embalados que simplemente siguieron adelante. El 5 de octubre es una derrota relativa para los militares, dejan el poder ejecutivo pero no dejan el poder político, siguen siendo un poder político de primer orden porque no se van de la casa y eso ellos lo sabían.

¿Hay algún personaje que no se le haya reconocido?

No sé si es una persona pero es un hecho que ocurrió y que hay más de un personaje involucrado. Es lo que pasó en el Tribunal Constitucional, cuando, por parte del régimen militar se buscó que no existiera un Tribunal Calificador en las elecciones. Y dicha tesis fue derrotada en este Tribunal. Esa derrota es la que permite que el plebiscito termine en algo que nadie nunca pensó: que fuera limpio.

¿Por qué fue limpio, entonces?

Porque pese a que se trataba de una dictadura que había hecho dos plebiscitos no limpios, en este existió un registro electoral, con una autonomía bastante grande. Se inscribieron aproximadamente 7 millones de personas contra todos los pronósticos. El proceso de inscripción, que no era un proceso fácil tuvo mucha aceptación pese a que había que ir en persona, hacer una firma y además en un periodo relativamente corto. Por último, existió un recuento de votos que, si bien en su resultado en el día se demoraron en darlo, contó con las herramientas para ser decente, para ser limpio, para que no hubiera demasiada intervención.

¿Qué fue -a tu juicio- lo que favoreció el plebiscito del 88?

Se juntó la izquierda con el centro, lo opuesto de lo que ocurrió el 70 cuando la izquierda se desligó del centro. Esto es lo que hizo posible la constitución de lo que después fue la Concertación y básicamente lo que permitió que ambas partes pudieran sentarse y tener un acuerdo sobre lo que significaba la democracia, que es lo que no había en los años 70. De alguna manera "rara" el plebiscito es el arreglo que en el 73 fue imposible de hacer.

¿Qué se gana el 5 de octubre?

Una apertura del mundo político. Si bien el los militares no dejan el poder el 5 de octubre, porque Pinochet sigue a cargo del Ejército, con una voz muy fuerte en la política chilena y con un gran poder de decisión, entra el elemento civil, elegido democráticamente y es muy soberano. Entonces, esa tradición democrática que había estado interrumpida se recupera y es capaz de hacerle frente al modelo institucional que pretendía seguir el gobierno militar, que era una democracia protegida, que era una democracia en forma caricaturesca y grosera sin izquierda. Ese modelo lo van desarticulando a través de negociaciones. Es muy importante la negociación que viene después del plebiscito, en junio del 89 con una de las primeras reformas constitucionales que empiezan a desdibujar el carácter súper autoritario que tenía la constitución del 80 y que contiene el embrión de lo que tiene que ser la definición de democracia.

¿Qué pasa el 6 de octubre en Chile?

Se vive con un gran romanticismo, se vive con una gran energía, se vive con una gran pasión. Pero el 6 de octubre queda pendiente lo más difícil que es la negociación con el régimen. Lo que se espera de la DC es que desmonten lo que la dictadura dejaba, entonces empieza un proceso muy complejo, que no se hace necesariamente en frente de la opinión pública, pero que siempre tiene como norte la seguridad de la sociedad y es ahí donde nace la famosa frase de Aylwin: "la medida de lo posible". Y por supuesto la negociación siempre fue en la medida de lo posible porque cuando tú tienes a alguien con una pistola sobre la mesa y tú no la tienes, es imposible que sea de otra forma.

¿Qué crees que fue lo que transaron?

Transaron el modelo en la Concertación. Es una coalición de centro-izquierda y se tiene un rechazo absoluto al modelo de economía abierta, de mercados libres, de precios libres. Hay consenso en el tema de los derechos humanos, pero no en el modelo económico. Aylwin mantiene este modelo porque creía que podía ser mucho más exitoso sin una dictadura. La Concertación inventa un concepto nuevo, la idea de repartir no por chorreo, sino por acciones concretas del Estado programas sociales, que no están en la dictadura y que sí aparecen en los 90 para adelante.

¿Qué pasa con Pinochet ese 6 de octubre?

No se va para la casa, tiene un instante que él cree que puede incidir en la defensa del modelo, pero pronto se da cuenta que su verdadero rol es defender a su gente, básicamente sostener la tesis de la guerra, que justifica las violaciones de los derechos humanos. Toda su energía termina basada en eso, el boinazo, el ejercicio de enlace. Su reflexión fue: si me pueden tocar a mí, van a poder tocar a cualquiera. Él es muy fuerte en defenderse, incluso amenazando la estabilidad democrática, con tal que la Concertación no entre en el terreno que les estaba vedado, el de la persecución judicial de los derechos humanos y se dedica básicamente a eso hasta que lo toman detenido en Londres.

¿Tuvo oposición a eso?

Poca y nada. La derecha le fue fiel a Pinochet hasta Londres. La demostración más básica de esto es Joaquín Lavín y la "traición" del 99 cuando decide y se da cuenta de una realidad que era obvia: Pinochet nunca iba a ser una mayoría y que la derecha nunca iba a ser una mayoría si estaba con Pinochet. Lavín en esa campaña lo deja fuera. Es ahí donde empieza el declive político de Pinochet, ya no es un político con poder realmente en Chile.

A 30 años del triunfo del No, ¿cuál es tu reflexión de todo lo que ha pasado?

La gran gracia del proceso fue acercar a la DC con la centroizquierda, una coalición exitosa durante 20 años. Ahora hemos roto ese eje y está por verse si este modelo será exitoso porque no ha sido exitoso nunca. La historia no se repite si no que rima, vamos a ver si esta vez será posible una política chilena estable sin coaliciones, esa es la pregunta para el futuro y la gran enseñanza del plebiscito.

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