(Actualizado al 28/05/2018)

Una de las mejores cosas del invierno y de los días lluviosos son las sopaipillas pasadas, esas delicias tan chilenas que preparan en casa las abuelas y las mamás.

Si no quiere o no tiene tiempo para hacer las suya en casa, en Santiago hay varios lugares donde las ofrecen.

Fuimos en busca de las mejores, esas que sirven calentitas y con abundante chancaca.

¿Las prefieres secas? Tranquilo, también hay opciones para usted.

Caseras y con sabor sureño

La señora Jacinta Millao aprendió de niña la receta de las sopaipillas. Se la enseñó su mamá en Rapahue, la comunidad mapuche donde vivían, cerca de Nueva Imperial, en la IX Región.

Por eso las que ella cocina todos los días tiene ese sabor sureño y casero que tanto gusta. En Santiago la partió vendiendo en ferias, micros y construcciones, pero ahora las puede probar en El Palacio de Jacinta, el restaurante que tiene en Av. Las Condes.

Sus sopaipillas pasadas ($ 350 c/u) son del día, hechas con zapallo y servidas con un generoso caldo de chancaca humeante y cremoso, preparado con zumo de naranja, canela, azúcar morena y unas gotas de vainillas. Da ganas de repetirse.

Pase en la mañana, porque se le acaban pronto. Si se queda bajo la mesa, no se desespere: puede llamar a la señora Jacinta, encargarle para una hora precisa y ella se las servirá recién hechas. Usted decide si las disfruta en el lugar o se las lleva a la casa.

En su local, de seguro también se tentará con sus sopaipillas frescas y recién fritas ($ 200 c/u). Además, si las encarga con un día de anticipación, le harán integrales ($ 300 c/u) o mapuches ($ 300 c/u), hechas con harina integral y sin nada de grasa. De seguro querrá volver otro día a probar su menú con pantrucas o cazuela de pava.

HORARIO: Lu. A vi., 9 AM a 8 PM. Sá., 10 AM a 8 PM. Do., 10 AM a 5 PM. ESTACIONAMIENTO: En el lugar, gratis.

A la hora del desayuno

(Foto por @joseramon_277)

¿Sopaipillas pasadas para desayunar? No es lo típico, pero si anda con sus niños paseando por el barrio Lastarria, dé una vuelta por José Ramón 277, la sanguchería que está justo atrás del GAM.

Ahí puede encontrar esta preparación dulce e invernal a toda hora. Le servirán dos sopaipillas grandes y calentitas ($ 3.200), bien impregnadas con la chancaca y con ese dejo a vainilla, canela y naranja que sabe y huele a invierno.

Acompáñelas con el chocolate caliente de la casa ($ 3.200), que le servirán en un tazón grande con un toque de canela y naranja.

Si las prefiere secas, puede pedir una porción de cuatro o cinco por $ 1.500.

HORARIO: Lu. a vi., 8 AM a 12 PM (desayunos) ESTACIONAMIENTO: Subt. en Villavicencio 354, $ 1.200 la hora.

Una receta de cuatro décadas

Son más de 40 años aplicando la misma receta para sus famosas sopaipillas: simplemente el equilibrio perfecto entre harina, manteca y zapallo.

Esa es la clave en el Salón de Té Villa Real, donde todo el día, de 9 AM a 9 PM, puede encontrar unas de las mejores sopaipillas de la capital, esponjosas y en su justo punto, tanto pasadas por chanchaca como secas.

En la exquisita primera versión, y por $ 3.900, recibirá un plato con tres sopaipillas calientes pasadas en la tradicional sustancia azucaradas.

Si las desea secas, la porción de cuatro unidades, siempre recién hechas, cuesta también $ 3.900. Ojo que también las puede pedir para llevar.

HORARIO: Lu. a vi., 9 AM a 9 PM, do. 9 AM a 9 PM ESTACIONAMIENTO: Av. Providencia 1971

Recién hechas

(Foto por @losaldes)

En Lo Saldes, clásica panadería del sector oriente que partió en Las Tranqueras y ahora tiene siete sucursales, las sopaipillas son su fuerte en los días de lluvia.

Por eso, duplican la producción cuando caen las primeras gotas y también los fines de semana, para tener sopaipillas calentitas, recién hechas, todo el día.

Cada una cuesta $ 350. Su gracia, además de la frescura garantizada, es que están hechas como la tradición manda: con zapallo y una masa blanda, perfecta para remojarla en chancaca y que la absorba.

¿Las prefiere pasadas? También las tienen, le servirán dos grandes por $ 1.590.

Si las pide en el local, puede acompañarlas con un chocolate caliente Musetti ($ 3.290 el vaso grande) o un café espresso doble de la misma marca ($ 2.590).

Y si se las lleva para la casa, el consejo es no calentarlas nunca en el microondas. Bastan cinco minutos en el horno convencional precalentado; y la chancaca queda mejor si se calienta a baño María.

¿Otro consejo? Asegure las suyas haciendo el pedido un día antes, para evitarse filas mientras llueve a cántaros.

HORARIO: Lu. a vi., 7 AM a 10 PM. Sá. y do., 8 AM a 9 PM ESTACIONAMIENTO: En el local, gratis.

Como en casa

¿Prefiere las sopaipillas secas, sin pasar por chancaca? Desde la primera semana de junio encontrará unas muy ricas en Tomás Moro la panadería que en varias ocasiones se ha llevado el premio del Círculo de Cronistas Gastronómicos por elaborar la mejor empanada de Santiago.

Vaya a su local de Vitacura, por sus sabrosas sopaipillas ($ 390 c/u), crujientes, de masa gruesa y más grandes que lo normal. Llegan todas las mañanas, por eso lo aconsejable es que vaya temprano, para disfrutarlas muy frescas.

Puede llevarlas o comerlas en el local, acompañado de alguna de las variedades de francés Paul ($ 1.500), que alcanza para tres tazas. Difícil no tentarse también con los panes y pastelería clásica que han hecho conocida a Tomás Moro: desde las dobladas calentitas hasta sus berlines con abundante azúcar flor.

HORARIO: Lu. a sá., 8 AM a 9 PM. Do., 9 AM a 4 PM ESTACIONAMIENTO: En el local, gratis.