Columna de Paula Escobar: Lo justo y necesario
¿Brazos caídos de los doctores para pagar menos impuestos? Eso dijo, en otras palabras, Patricio Meza, presidente del Colegio Médico, sobre lo que podría pasar si se aprueba la reforma tributaria que ha presentado el ministro Marcel. Esta pretende financiar el mayor gasto social (el 70% irá a pensiones y salud), recaudando el 4,1% del PIB mediante cambios en el impuesto a la renta -entre otras modificaciones- que afectará al 3% de los contribuyentes. Específicamente, quienes ganen entre $ 4 millones y $ 5,1 millones tendrían un alza en la tasa marginal del 23 al 26%, con una tasa efectiva que equivaldrá al 11,3% de los ingresos mensuales. Patricio Meza, entonces, sostuvo que los doctores podrían optar por “trabajar lo justo y necesario” para que sus sueldos no alcancen el tramo. “Si, por ejemplo, se aumentan los impuestos a los médicos, los médicos van a darse cuenta de que llegado a cierto nivel de atenciones, sobre eso todo va a ser pago de impuestos, por lo tanto, los médicos dejarán de hacer reemplazos en los hospitales, dejarán de hacer contratos especiales para disminuir listas de espera, o sea, trabajarán lo justo y necesario, y en vez de seguir trabajando para aumentar su carga impositiva, van a dedicar ese tiempo a otras labores”, alertó Meza.
Leyó bien: el presidente del gremio plantea que aquellos que tienen que velar por la vida y la salud de las personas (más encima en pandemia) se verían tentados a que se les caiga el lápiz -o el estetoscopio- cuando la suma de ingresos llegue a cuatro millones. Es difícil exagerar lo escandaloso de la frase y el tipo de pensamiento que revela: que, en definitiva, el nuevo pacto social está muy bien mientras no toque el propio sueldo ni estilo de vida. Que la desigualdad es un problema del gobierno, la Convención, la economía, pero el propio bolsillo, ¡eso sí que no! Tantos que hoy manifiestan adhesión con un Estado de bienestar, con hacer cambios en serio, llegada la hora de la verdad ¿van a pensar lo mismo?
La frase de Meza refleja nítidamente esa mentalidad tan arraigada de “cada cual se rasca con sus uñas”, que no conecta la propia vida con las consecuencias sobre el resto. Que no relaciona, por ejemplo, que tener varios departamentos para “renta” sin pagar impuestos impacta en el déficit de vivienda o en el precio de los arriendos para personas desesperadas, que terminan viviendo hasta en bodegas. No hay ganancia compartida, no hay espacio para la solidaridad. Y como dice una de las filósofas más importantes del momento, Elizabeth Anderson, “una sociedad de suma cero no puede ser una sociedad democrática. Si crees que solo puedes ganar a expensas de tu prójimo, ¿por qué te unirías en mutua cooperación para sostener el interés común?”.
El secretario nacional del Colmed, José Miguel Bernucci, aclaró que lo dicho por Meza “no es una postura institucional” del gremio -que suma 33 mil colegiados, cerca del 60% de los médicos del país-, sino que da cuenta de que existen médicos “que en su fuero personal pueden pensar eso”, comentó a La Tercera. Pero debieran tener una postura. No solo respecto de la reforma tributaria en particular, sino respecto del pacto social que Chile requiere y el rol de su gremio.
Afortunadamente, la sólida voz de las mujeres vino a enmendar la plana al doctor Meza. La Agrupación de Médicas Feministas (Medifem) dijo que “rechazamos las declaraciones realizadas por el Dr. Meza (...). Considerando el elevado índice de desigualdad del país y la necesidad de realizar reformas que aporten a la justicia social, apoyamos la reforma tributaria del gobierno, otorgando más recursos al Estado para poder instalar una política social activa”, y que “somos conscientes de que una sociedad mejor solo es posible con el aporte de todas las personas, especialmente aquellas con mejores remuneraciones y privilegios”.
Por cierto, las críticas o mejoras a la propuesta de reforma tributaria del gobierno son muy legítimas; son parte fundamental del debido proceso legislativo y político. Asimismo, no solo es deseable, sino esencial, que se transparente en qué y cómo se gastará, poniendo mayores y mejores estándares al gasto público. Pero debe entenderse, en lo más básico, en lo más profundo, que un Estado social de derecho -un Estado de bienestar- no es posible sin que los que tienen más, en este caso el 3% más rico, contribuyan más. “La justicia tributaria no es solo respecto de lo que otros tienen que pagar, sino también de lo que uno mismo tiene que pagar”, dijo el ministro Marcel a Cooperativa, a propósito de la frase del doctor Meza.
Es que, lejos de “bajar los brazos” para evitar pagar más impuestos, se debe comprender que aquello no constituye pérdida, sino inversión en construir y vivir en una sociedad más cohesionada, menos fragmentada, en definitiva, en una sociedad viable. Justo y necesario.
Lo último
Lo más leído
1.
2.
4.
5.
6.