Los primeros 30 días del Comandante Ramiro en la CAS: Ve conciertos, se ejercita y lee a Bolaño
"El Mauri está redescubriendo la vida", dice su hermana Laura Hernández. "Está cumpliendo su condena con tranquilidad, la integración nuevamente con el idioma lo tiene bastante ocupado, como también la revisión del caso, situación que ve permanentemente con su abogado", agrega.
Cercanos a Mauricio Hernández Norambuena, alias comandante Ramiro, señalan que él no quiere que lo vinculen más con hechos delictuales, quiere sacarse las etiquetas y volver a conocer Chile. "El Mauri está redescubriendo la vida", dice su hermana Laura Hernández.
Y es bajo este objetivo que pasa sus días en la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), recinto penitenciario que lo alberga desde el 20 de agosto, cuando volvió extraditado desde Brasil. El gobierno esa vez llegó a un acuerdo con las autoridades brasileñas de no condenarlo a más de 30 años, situación que finalmente resolvió el ministro en visita, Mario Carroza, quien le aplicó dos penas de 15 años, una por el secuestro de Cristián Edwards, y la otra por el asesinato del senador UDI, Jaime Guzmán. Se le descontaron tres años y medio por haber ya estado en prisión.
A casi un mes de haber entrado a la CAS, los días de Ramiro pasan entre ejercicios diarios para mantenerse en forma, kinesiología para tratarse un dolor en su rodilla, y también poniéndose al día en lo que pasó en Chile y en el mundo. El régimen de encarcelamiento en Brasil era muy estricto no tenía permitido ver televisión ni leer la prensa.
Está en un régimen aislado en el tercer piso de la CAS, donde tiene permiso para salir una hora al día al patio, lugar donde también está solo. Allí, todas las mañanas trota cerca de 40 minutos, y otros 20 los dedica a hacer ejercicios para su rodilla, la que lo tiene estudiando una eventual cirugía.
Desde su círculo más cercano explican que su estadía en Chile ha sido mucho más llevadera que en Brasil. Acá puede recibir visitas dos veces por semana, por tres horas, donde su familia, amigos y su abogado son quienes más lo van a ver.
El estar en Chile no solo lo ha acercado aún más a su familia, sino que también a la contingencia. Tiene permitido ver televisión, por lo tanto, quienes lo han visitado señalan que mira las noticias, lee los diarios y hasta ha podido ver algunos recitales.
Illapu y a Santiago del Nuevo Extremo
La semana pasada vio dos conciertos por televisión, que por cierto le trajeron más que un recuerdo de su pasado revolucionario: vio tocar a Illapu y a Santiago del Nuevo Extremo.
Otra cosa que lo mantiene ocupado es la lectura. Sus familiares le llevaron un libro que agrupa todos los cuentos de Roberto Bolaño, el que hace tiempo que querían llevárselo, pero por ser muy grande en la cárcel de Brasil no dejaron entrarlo a la cárcel. Hoy lo tiene en su celda.
Sus hermanos y amigos son los más recurrentes en ir, aunque desde su círculo más intimo señalan que no ha ido nadie con pasado en el Frente, o alguna figura política.
Estos primeros 30 días podrían entenderse como la primera mitad de su aislamiento, pues eventualmente en 30 días más, Gendarmería podría revisar sacarlo de la soledad e integrarlo a un sistema más integrado. Eso, sin embargo, no solo dependerá de la institución, sino que también del juez Carroza.
Su hermana, Laura, define los primeros días de "el Mauri" como "tranquilos, sin mayores expectativas. Está cumpliendo con su condena con tranquilidad. La integración nuevamente con el idioma también lo tiene bastante ocupado, como también la revisión del caso, situación que ve permanentemente con su abogado".
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