Yoga, modelos y una polémica en el Super Bowl: El perfil del enigmático líder de Maroon 5

Adam Levine, quien anoche aterrizó en Viña para actuar esta noche en la Quinta Vergara, es el líder, músculo y el único integrante identificable que tiene el conjunto californiano. Una estrella a medio camino entre el creador musical, la figura televisiva y el modelo publicitario, de inclinación demócrata y sensibilidad progresista pero más de algún tropiezo mediático.


El show de medio tiempo del Super Bowl, el espectáculo que sintetiza a la perfección la cultura pop yanqui, suele ubicarse entre los clímax en la biografía de una estrella pop anglo, la oportunidad de repasar sus éxitos ante un público potencial de más de 100 millones de telespectadores en el mundo, o incluso de revivir un vínculo con el público estadounidense, como ocurrió este mes con Shakira. Pero para Maroon 5, el conjunto californiano que esta noche abre la quinta noche del Festival de Viña, su presentación de hace un año en el evento deportivo abrió la mayor polémica de una carrera que hasta entonces sumaba dos décadas de éxito sin sobresaltos.

Y la cara visible ante la controversia fue, obviamente, Adam Levine (40), el popular frontman de Maroon 5 y prácticamente el único integrante identificable que tiene el grupo, que conforman otros seis músicos que -salvo los fanáticos- nadie tiene muy claro quiénes son.

Porque cuando hace un año se confirmó a la banda de Sugar para el Super Bowl, lo cierto es que la lista había corrido bastante: figuras como Rihanna y Cardi B habrían rechazado participar de un espectáculo cruzado por la polémica, luego que diversos jugadores de la NFL -inspirados por Colin Kaepernick- comenzaran a hincarse y se negaran a ponerse de pie durante la interpretación del himno de Estados Unidos, en protesta por el trato de la administración Trump a los afroamericanos. Para Levine, un artista calificado de demócrata y defensor de los derechos LGBT, actuar ese día parecía una sentencia de muerte profesional.

Con todo, y pese a que el público y los críticos vapulearon su performance de ese día, la carrera de Maroon 5 y particularmente de Levine, no parece haber salido del curso que sigue desde que la banda saltó a la fama en 2002 con This love: un proyecto de pop para las masas y la pista de baile, de constante presencia en radios, todavía capaz de llenar estadios con canciones de amor aptas para todo público y preferidas por los publicistas.

Adam Levine, líder de Maroon 5. Foto maroon5.com

Seis discos -y un séptimo anunciado para este año- que en cierta forma responden a la vibra que proyecta su vocalista. Una estrella a medio camino entre el creador musical, la figura televisiva y el modelo publicitario, más celebrado por sus bíceps que por sus letras, aunque con la efectividad de los que tienen claro hacia dónde quieren llegar desde el comienzo de sus carreras.

De hecho, poco después del éxito de su disco debut Songs about Jane (2002), Levine y los suyos ya llenaban estadios y anfiteatros -han tocado tres veces en el Movistar Arena, de hecho- como también fiestas exclusivas de Hollywood. Fue en una de éstas, en Las Vegas en 2010 y organizada por la revista Sports Illustrated, donde el cantante conoció a la rusa Nikki Coburn, modelo de trajes de baño y su primera pareja pública. La primera de una saga de romances con maniquíes y actrices -como la actriz Angela Bellote y la modelo Nina Agdal- incluyendo a Behati Prinsloo, la modelo de Victoria’s secret con la que tiene dos hijos y se casó en 2014.

Behati Prinsloo y Adam Levine. Foto: AFP.

¿El resto de su vida personal conocida? Él mismo ha declarado que su gran afición es el yoga, disciplina que, como su colega británico Sting, practica hace más de una década y que según ha contado lo llevó a dejar de levantar pesas. Además, con un hermano que se identifica como gay, el artista además es un entusiasta activista por el matrimonio del mismo sexo. Y cuando Fox News, el canal de TV más identificado con la derecha conservadora de su país, pasó al aire una canción de Maroon 5, tuiteó: “Queridos Fox News, no pongan más nuestra música en su maldito y diabólico nunca más. Gracias”.

Pese a esta explícita declaración política y su ataque a dicho canal, el frontman ha hecho carrera en pantalla: desde 2011 y hasta el año pasado Levine fue uno de los coach del programa de talentos de NBC The Voice. Una jugada similar a la que han hecho estrellas de la música como Ricky Martin, Miley Cyrus y Gwen Stefani, y que le ha permitido perpetuar su presencia en pantalla y amplificar su alcance mediático.

“Mi objetivo es hacer canciones que no suenen pasadas de moda diez años después. Mi criterio principal para una canción es, ¿puedo vivir con ella para siempre? Y si no puedo, simplemente no tengo el corazón para hacerlo. Es así de simple”, dijo sobre su estilo compositivo, dejando de manifiesto una cosmovisión musical donde se cruza el olfato comercial con el sentido de la moda.

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