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¿Cómo enfrentar la ludopatía adolescente en la era digital?

Uno de cada siete jóvenes en Chile ha apostado en línea durante el último año, expuestos a plataformas sin regulación y a una publicidad que naturaliza el juego. “La ludopatía suele pasar desapercibida hasta que ya es demasiado tarde”, advierte Carolina Carrera, psicóloga de la Universidad Andrés Bello, sobre una adicción que crece silenciosamente sin que los adultos sospechen.

Fue el pasado 30 de septiembre cuando la Corte Suprema estableció que los juegos de azar en línea son ilegales, salvo autorización expresa por ley, ordenando el bloqueo de todas las casas de apuestas online que operan en el territorio. Una decisión que asombró en medio de una sociedad que ya ha normalizado el uso de este tipo de casinos como parte de la cotidianidad.

Un estudio publicado en 2022 por la Universidad Andrés Bello (UNAB) y la Corporación de Juego Responsable, reveló que el rango etario entre los 18 y 40 años exhibía los mayores porcentajes de jugadores problemáticos y patológicos.

Basta encender la televisión o revisar el teléfono para comprobar que la ludopatía está hoy a solo un clic de distancia. Y ya no es un problema exclusivo de los adultos. Según un estudio de la firma estadounidense Yield Sec, publicado a mediados de este año, cerca del 30% de los chilenos interactúa con contenidos de juegos y apuestas en línea.

En ese escenario, las nuevas generaciones no están al margen: jóvenes que se mueven entre la vida real y la digital, expuestos a un bombardeo constante de pantallas, donde la cultura del éxito y los influencers que promueven las apuestas sin mediación adulta hacen que apostar parezca más inofensivo de lo que realmente es.

Carolina Carrera Ferrer, directora Clínica de Atención Psicológica (CAPSI) UNAB, considera que la ludopatía es una problemática transversal, porque en su raíz “está la dificultad que se transforma en un trastorno del control de impulsos, en este caso, el juego”.

Carolina Carrera, directora del Centro de Atención Psicológica (Capsi) de la UNAB, destaca otra investigación realizada por la Corporación de Juego Responsable (CJR) junto a Red Preventiva Copreventive y Actitud Lab en 2025, que mostró que uno de cada siete jóvenes (14%) en Chile ha realizado apuestas en línea durante el último año. “La edad promedio de inicio es de 15,5 años”, magnifica.

En una reciente carta al director a La Tercera, Patricia Muñoz, abogada y primera Defensora de la Niñez de Chile, advirtió que en el país operan más de 900 plataformas de apuestas en línea sin regulación y en abierta infracción a la ley y a fallos de la Corte Suprema, citando cifras de la Superintendencia de Casinos de Juego, generando un mercado de más de $150 millones de dólares anuales en el país.

Según señala la misiva, muchas de ellas apuntan directamente a jóvenes y adolescentes, “normalizando el casino digital como si fuera parte del entretenimiento cotidiano”. Sin embargo, tras esa apariencia, enfatiza, “se oculta una amenaza grave al desarrollo y la salud mental de nuestros hijos e hijas”, ya afectados por el uso excesivo y precoz de celulares, redes sociales y videojuegos.

Entendiendo el problema

¿Qué factores explican que hoy haya adolescentes e incluso niños desarrollando conductas ludópatas? Pamela Vaccari, doctora en Psicología Social y profesora de la misma rama en la Universidad de Concepción, analiza como punto central la facilidad de acceso a dispositivos digitales y la publicidad adjunta dirigida a menores de edad, así como la influencia de pares y de la “enorme” cultura del consumo en las redes sociales.

“La percepción de las apuestas como una actividad inofensiva o envuelta en lo que entendemos como ‘rito del juego’ contribuye a que adolescentes, niñas y niños se inicien tempranamente en el juego”, precisa la especialista, detallando que gradualmente se van introduciendo nuevos retos y desafíos para que adolescentes “se validen ante sus iguales y puedan tener alguna categorización social destacada dentro del grupo”.

Plataformas como TikTok, Twitch y Snapchat, donde la publicidad de apuestas abunda pese a las restricciones, “se han convertido en verdaderos portales hacia la ludopatía”, alerta la abogada Patricia Muñoz, Exdefensora de la Niñez.

“Los adolescentes dicen jugar por curiosidad, aburrimiento o para ganar dinero. Pero detrás de esas motivaciones hay una búsqueda de escape emocional”, señala en su carta Patricia Muñoz, advirtiendo que este síntoma de vulnerabilidad puede transformar el casino digital en una puerta a la adicción.

Plataformas como TikTok, Twitch y Snapchat, donde la publicidad de apuestas abunda pese a las restricciones, “se han convertido en verdaderos portales hacia la ludopatía”, alerta. Un comentario que no es exagerado a ojos de Vaccari, quien cita los últimos estudios que hay en relación a la neurociencia, los cuales alertan que “hay un sistema mucho más rápido de gratificación y de recompensa de los sistemas límbicos relacionados con el placer que la actividad en las redes sociales o la actividad digital”. El cerebro, al recibir recompensas frecuentemente, es conducido hacia “una conducta de adicción que se predispone para la ludopatía”.

Diferentes tipos de videojuegos

Carolina Carrera de la UNAB considera que la ludopatía es una problemática transversal, que afecta por igual a estudiantes y a empresarios, porque en su raíz “está la dificultad que se transforma en un trastorno del control de impulsos, en este caso, el juego”. Sin embargo, sostiene, también podría manifestarse en otras conductas, como el consumo de drogas o alcohol.

“En estos últimos casos existe un mayor control social, algo que no ocurre con la ludopatía, la cual suele pasar desapercibida hasta que la persona ha perdido grandes cantidades de dinero”, agrega.

Javiera Díaz-Valdés, psicóloga del Centro de Psicología Aplicada (CAPs) de la Universidad de Chile y especialista en la Unidad Infantojuvenil, advierte que ha aumentado el interés de los jóvenes por distintas formas de juego, especialmente en línea. “No es tan común encontrarse con adolescentes que puedan considerarse ludópatas en el sentido clínico del término”, señala, precisando que, la ludopatía entendida como una adicción, en su forma más tradicional ligada a las apuestas, todavía no figura entre los motivos de consulta más frecuentes.

Sin embargo, sí se observa un aumento en el papel que los juegos en línea ocupan en la vida de los jóvenes. “No solo los de apuestas, sino los videojuegos en general”, específica. “En muchos de ellos se puede pagar para mejorar un personaje o adquirir ventajas, lo que reproduce mecanismos similares a los de los juegos de azar”, analiza. Fortnite, PUBG: Battlegrounds o GTA Online son algunos ejemplos de aquello, donde el usuario invierte dinero esperando obtener una recompensa que puede llegar o no. “Se recrea la lógica del azar y la gratificación inmediata”, relata. A ello, indica Valdés, se suma la adrenalina que genera la incertidumbre de ganar o perder.

El caso de los influencers

“No hago publicidad a casinos en línea, no me escriban más... No estoy de acuerdo con promover algo que genera adicción. La ludopatía es una realidad”, declaró hace unos meses la actriz y figura televisiva Tanza Varela.

Con ello, se convirtió en una de las pocas influencers que ha visibilizado los efectos psicológicos de la exposición constante a celebridades y deportistas que promocionan casas de apuestas, una práctica que impacta especialmente en adolescentes y menores de edad.

El caso de Varela es interesante a ojos del mercado. Pamela Vaccari de la UDEC analiza que la normalización y validación social del “acto de apostar de una manera muy inofensiva” por parte de diversas personalidades puede generar “una distorsión de la expectativa” al ser modelos a seguir, convirtiéndose en figuras de autoridad para los más jóvenes.

“Resulta especialmente peligroso cuando promocionan este tipo de plataformas, ya que no solo fomentan la ludopatía en menores de edad, sino que además validan una actividad que, en muchos casos, es ilícita”, complementa Carolina Carrera a los que son “modelos a seguir” para quienes siguen sus cuentas, transformándose al mismo tiempo en figuras de autoridad para ellos.

“No hago publicidad a casinos en línea, no me escriban más... No estoy de acuerdo con promover algo que genera adicción. La ludopatía es una realidad”, declaró hace unos meses la actriz y figura televisiva Tanza Varela.

Ante una juventud que no mide los riesgos, la académica de la UNAB señala que, como muchos adolescentes enfrentan un periodo de validez y aceptación, los influencers y deportistas ejercen una fuerte influencia en su desarrollo.

En la misma línea, Javiera Díaz-Valdés toma como ejemplo la publicidad en medio de eventos deportivos de alto alcance protagonizados por los mismos atletas.

“Eso transmite la idea de que apostar es algo positivo, asociado al éxito, al deporte y a la emoción”, analiza. Una exposición donde considera que los padres y cuidadores pueden ayudar acompañando esa exposición, conversando con los jóvenes sobre lo que realmente implica una apuesta. Un comentario que no debe ir desde un discurso moralizador, sino desde la conciencia: entender que forma parte de la cultura actual, pero que no deja de tener riesgos.

“La responsabilidad es colectiva. Todos podemos contribuir a promover formas de recreación y diversión que no se vuelvan problemáticas ni dependientes del dinero o del azar”, proyecta.

Control parental

Este tipo de adicción podría abrir la puerta a otras conductas problemáticas o adictivas, Javiera Díaz-Valdés señala que hay que tener cuidado con establecer “relaciones causales tan directas”. No todo quien apueste o juegue en línea va a desarrollar otra adicción.

“Es importante no mirar a los adolescentes solo desde su vulnerabilidad”, defiende, y aclara que muchas veces se tiende a moralizar o incluso criminalizar los espacios que habitan, y eso puede invisibilizar los matices. “No toda conducta ligada al juego online es necesariamente patológica; puede ser problemática, sí, pero no siempre alcanza el nivel de una adicción”, manifiesta.

Por eso es clave comprender las razones detrás de ese comportamiento. En los jóvenes, comparten las psicólogas entrevistadas, conviven factores como la soledad, el aislamiento, la irritabilidad que, sumado a la precariedad económica, la falta de apoyo parental, junto a secretismos y mentiras recurrentes respecto del dinero, hacen que prime el atractivo del juego.

Todo esto abre distintos matices para analizar el fenómeno y ayudar a que los padres o tutores legales de jóvenes puedan comprender cómo actuar ante una situación así. Carolina Carrera argumenta que algunas señales a considerar sería la pérdida de interés en otras actividades que no sea el video juego, así como el aumento del tiempo que le dedica a esta actividad.

“Los padres deben tener un rol activo como mediador entre el video juego y el niño, debe conocer no solo a que juega su hijo, sino que el tiempo que le ocupa”, propone, aunque otras expertas ponen matices a ello, indicando que muchas veces el poco tiempo que disponen los adultos con sus hijos impide un verdadero control.

Las especialistas recomiendan que, en caso de reconocer una conducta, mirar más allá del síntoma. Hablamos de entender qué está pasando en la vida del joven, qué otras dificultades o qué emociones pueden estar implicadas. En estos casos, la ayuda profesional es fundamental, así como reactivar los vínculos con la familia, los amigos y la comunidad.

También es importante generar conciencia. Hablar del tema, conocer qué implica apostar, qué riesgos tiene y qué lugar ocupa esa práctica en la vida cotidiana. Preguntarse, por ejemplo, si el juego da pertenencia dentro de un grupo o si responde a una necesidad emocional. “Tomar conciencia es el primer paso para reconocer si existe un problema y poder pedir ayuda”, coinciden.

Avances en el congreso

En agosto, el diputado Stephan Schubert, miembro de la Comisión de Educación, advirtió que el problema de la ludopatía en adolescentes ya trascendió el ámbito de la salud mental y se instaló como un tema urgente de política pública. En conversación con BOARD LT, el parlamentario señala que han visto problemas “incluso dentro del sistema escolar, donde se registran apuestas en línea durante la jornada de clases y fuera de ella”.

El representante del distrito 23 comparte que el paso de los casinos físicos al mundo digital amplificó el fenómeno y eliminó las barreras de control que antes existían: “Lo que no se permite en los casinos presenciales, hoy ocurre sin restricciones en internet”.

En el Congreso, explica Schubert, se encuentra en tramitación un proyecto de ley que regula las apuestas en línea y prohíbe expresamente la participación de menores de edad. La iniciativa ya fue aprobada por la Cámara de Diputados, pero avanza con lentitud en el Senado. Actualmente, se encuentra en segundo trámite constitucional.

En agosto, el diputado Stephan Schubert, miembro de la Comisión de Educación, advirtió que el problema de la ludopatía en adolescentes ya trascendió el ámbito de la salud mental y se instaló como un tema urgente de política pública. DRAGOMIR YANKOVIC/ATON CHILE

“Esperamos que el gobierno le dé urgencia, porque el retraso es preocupante. Se trata de una industria que mueve muchos recursos y por eso enfrenta oposición, pero la regulación es indispensable para proteger a los menores”, advierte, sentenciando en que el combate a esta nueva forma de adicción debe involucrar tanto a las autoridades como a las familias y comunidades educativas. “Esto lo tenemos que abordar entre todos. Los profesores, los padres y los formadores deben entender que este tipo de juegos no pueden acercarse a los menores. Están totalmente vetados para ellos”, sostiene.

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