Seguridad en la palma de la mano
Más allá de las encuestas, estudios y sus interpretaciones, es claro que cada vez más gente está invirtiendo en alguna forma de seguridad. Con el foco en la tecnología, estas son algunas de las opciones disponibles.
Primero el equipo realizará una escucha silenciosa; el posible intruso no sabrá que está siendo oído a distancia. En paralelo el equipo recibirá imágenes de lo que ocurre dentro de la casa a través de fotodetectores. Si se comprueba la intrusión -la mayor parte de los saltos de alarma ocurre por descuido de los mismos propietarios-, desde el panel de control los intrusos serán informados de que la casa cuenta con protección de Verisure y que Carabineros -conectados a través del protocolo Alfa III- se encuentra en camino. Todo esto ocurrirá en minutos, un tiempo drásticamente menor al que le tomaría a una unidad de vigilancia privada llegar a la casa.
Esa tecnología de comunicación bidireccional es lo que está ofreciendo actualmente Verisure a través de un dispositivo central, el corazón del sistema, un sofisticado panel de control. “Partamos de la premisa de que la seguridad no puede ser un lujo. Nosotros no vendemos la caja de seguridad que deja el monitoreo en manos del mismo usuario a través de su teléfono. Partimos con un análisis de los puntos inseguros que tiene cada domicilio. Nuestros especialistas van armando una solución personalizada en base a las necesidades que identifican. No se trata de un kit”, explican desde Verisure.
Presente en 14 países del mundo, Verisure va introduciendo las tecnologías a medida que surgen las necesidades en un mercado. Cuando probaron los Smart locks -cerraduras inteligentes que funcionan con huella dactilar, que permiten dar permisos de acceso temporal a ciertas personas (un gásfiter o la persona que limpia, por ejemplo)- en Chile no tuvieron tan buena acogida. Pero ahora las cosas podrían ser distintas: “Ese dispositivo en particular se puede alinear con el sistema de alarma y uno lo controla a través del celular. Te bajas del auto con un millón de bolsas y puedes querer que la puerta esté abierta antes de que llegues a ella. Cosa que el paso sea expedito”.
Se confunden usualmente, sobre todo cuando hablamos de controlar a distancia desde teléfonos, pero la domótica no tiene como prioridad la seguridad. Aunque sí puede integrarla. “Hace 15 años no existían el iPhone ni la conexión a través del teléfono. Nosotros tenemos casas que funcionan hace más de 15 años. No vendimos la domótica para controlar tu casa desde afuera sino para disfrutarla desde adentro de una manera sencilla y entretenida”, dice Andrés Cáceres, encargado de proyectos residenciales e inmobiliarios de Home Control. Cuando una casa ya cuenta con domótica lo que se hace al agregar un sistema nuevo, de seguridad en este caso, es coordinarse con el proveedor para que los sistemas puedan conversar e interactuar, idealmente desde un teléfono o tablet. De la misma manera en que la domótica controla la iluminación y calefacción, también puede controlar la seguridad, pero no la provee.
En apoyo de la seguridad la domótica puede dar instrucciones al sistema de iluminación: “Lo que generalmente ofrecemos es que al detectarse una alarma, todas las luces de la casa, excepto los dormitorios, empiecen a flashear durante cierto tiempo. Eso hace que si estás fuera de la casa los vecinos sepan que no es una falsa alarma, que algo pasa. También integramos el tema de audio distribuido. Eventualmente podríamos hacer una respuesta sonora, que la música suene fuerte en un determinado sector para llamar la atención”.
Complemento del lujo
Ni en Austria -país de origen de los dos socios y fundadores- ni en Alemania -su centro de operaciones- existe un salón de venta más grande de Buben & Zorweg que el inaugurado recientemente dentro del Taller y Centro de Alta Relojería de Mosso. Desde hace casi dos años son representantes exclusivos de la prestigiosa marca internacional de ‘metaluxury’ para seguridad, que se caracteriza por fabricar innovadoras cajas de seguridad decorativas para la protección de colecciones de relojes, joyas y objetos de alto valor; cuyos muebles de seguridad son elaborados completamente a mano, con una influencia notable de la primera etapa de la época art deco del siglo XX, impresionante atención a los detalles y la más avanzada tecnología certificada en Alemania.
“Ellos aparecen como un complemento a la industria del lujo, con una enorme variedad de productos: cajas para joyería o papeles, para habanos, relojes y muchas combinaciones muy entretenidas, con equipos de alta fidelidad, cavas para vinos, entre otras funciones. También se hacen para custodiar obras de arte y proyectos especiales para empresas o familias que lo requieran, como salas de pánico, cajas ocultas, salones completos”, explica Ernesto Mosso, fundador y principal diseñador de la joyería.
Mosso nos dice que de alguna manera es lamentable, pero que el interés por este tipo de soluciones existe en Chile, que hay varios proyectos en marcha, que de otras latitudes dentro Sudamérica, como Sao Paulo, han llegado clientes referenciados por los mismos Buben & Zorweg.
“Podemos realizar cualquier proyecto. Cuando se trata de uno de envergadura, Harald Buben, uno de los socios, viaja y nos reunimos con los dueños de la propiedad. Se escuchan los requerimientos y posteriormente los diseñadores en Stuttgart plantean soluciones. Contra aprobación comienza la construcción, sin intervención de ningún chileno para mayor seguridad del cliente”.
Cuando hablamos de las cajas, Mosso insiste en la calidad de muebles finos que estos tienen, dados su nivel de terminación, sus maderas, metales cueros y fibras. “Hay una caja que se hizo en asociación con Aston Martin y tiene la forma de la carrocería del DB9. La tenemos en exhibición acá. La pintura, la fibra de carbono y los tapizados son Aston Martin. Hay otra caja que tiene el grado máximo de seguridad en Alemania, que se llama 007 en alusión a James Bond; se esconde en el piso y se levanta con un código. Tiene resistencia a bombas y terremotos”.
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