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La tradición de los station wagon de Volvo sigue más viva que nunca

<p>Al hablar de station wagons es casi seguro que los modelos de Volvo aparecerán en algún minuto de la conversación. No es de extrañar, ya que la firma sueca lleva seis décadas creando diversos autos en este segmento tan popular en Europa y que en Chile tiene fanáticos incondicionales. Por eso, no fue sorpresa cuando [&hellip;]</p>

Al hablar de station wagons es casi seguro que los modelos de Volvo aparecerán en algún minuto de la conversación. No es de extrañar, ya que la firma sueca lleva seis décadas creando diversos autos en este segmento tan popular en Europa y que en Chile tiene fanáticos incondicionales.

Por eso, no fue sorpresa cuando la marca presentó el nuevo V90, un modelo que toma lo mejor de esos 60 años de tradición y los reinterpreta en clave moderna, en un vehículo con líneas actuales y deportivas, con un alto nivel de tecnología y, como era de esperarse, con la mejor seguridad del mercado.

Fabricado sobre la misma base del XC90 y el S90, este modelo reemplazará al antiguo V70, que fuera presentado en 2007 y que todavía se vende en algunos países. Además, la marca dejó entrever la posibilidad de la llegada de una variante Cross Country en un futuro cercano.

Detalles más, detalles menos, lo que sí está claro es que en estos 60 años la forma de hacer station wagons ha cambiado mucho, por eso no es menor que Volvo ya haya entregado más de seis millones de estas unidades desde que ingresó al segmento, en los años 50, algo así como un tercio de todos los autos que ha fabricado desde su fundación, en 1927.

Tradición sueca

Con cuerpos notoriamente marcados, una amplia parrilla cuadrada y faros completamente redondos debutó el Volvo Duett en 1953, modelo que con sus dimensiones y amplio diseño se ajustaba perfectamente a los requerimientos de la época, ofreciendo espacio para trasladar a la familia y múltiples objetos con la mayor comodidad. Este auto logró un reconocimiento tal, que en 1997 fue inmortalizado en una estampilla del correo sueco. En 1962, el primer station de Volvo fue sucedido por el Amazon o 221, su nombre original.

Muy similar en diseño, este modelo era mucho más elegante y refinado que su antecesor, principalmente porque desde sus inicios fue pensado como un vehículo de pasajeros y no como una van de reparto, como sucedió con el Duett. Su portalón trasero con dos puertas de apertura horizontal y su versión S con motor de 115 Hp son sus características más recordadas hasta el día de hoy.

En el otoño europeo de 1971 llegó a los concesionarios el 1800 ES, un modelo que ya exhibía líneas más deportivas y que, en algunos mercados, fue encasillado en el segmento de los shooting brake, gracias a su amplia luneta trasera y formas estilizadas.

Poco más de ocho mil unidades de este modelo fueron fabricadas, por lo que se ha convertido en un verdadero auto de colección.

Sólo unos años después, en 1974, se estrenó el Volvo 245, el station wagon por definición, y que permanecería como referente intocable para la marca. Diferentes variantes y motorizaciones, además de su innegable versatilidad, hicieron que este modelo se convirtiera en un verdadero ícono. Incluso, en los años 80, sumó una opción con motor turbo, convirtiéndose en el primer station en montar un bloque de este tipo. Con todo esto, no es casualidad que se haya fabricado ininterrumpidamente por casi 20 años.

Los años 90 vieron la llegada del 960, un modelo con tracción trasera, líneas más suaves y un potente motor de seis cilindros, que también daría vida a algunas ediciones especiales, como el 850 T5-R, que incluso participó en carreras en el Reino Unido.

En 1996, el 960 cambió definitivamente de nombre, dando inicio a la vida del V90, nominación que esta semana resucitó en gloria y majestad, abriendo un nuevo capítulo en la larga y prolífica historia de station wagons de Volvo.

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