Mirai es el nombre del modelo de Toyota. Su significado es futuro en japonés. Se trata de un sedán con un look transgresor y tecnológico, el que funciona con un motor eléctrico que opera gracias a la energía dada por hidrógeno almacenado en unos depósitos presurizados. La gran ventaja, a diferencia de lo que ocurre con los vehículos eléctricos, es que el tiempo de recarga es bastante rápido, por lo que sólo cinco minutos sería posible recargarlo por completo, y así tener una autonomía de más de 480 kilómetros. Eso dicen en la marca por lo menos.

Se espera que el Mirai llegue al mercado japonés a fines de este año, mientras que a Europa arribaría a comienzos de 2015, por lo que tanto en Toyota como en otros fabricantes que se encuentran desarrollando vehículos movidos con esta tecnología ya están presionando para contar con la infraestructura adecuada de recarga de hidrógeno a modo de garantizar el funcionamiento de este tipo de modelos. Toyota se encuentra trabajando con algunos proveedores que se encargarán de crear una red de estaciones de hidrógeno como Air Liquide y FirstElement Fuels, ambos en Estados Unidos.

A este posible problema de infraestructura, se sumaría el alto costo que implica procesar el hidrógeno, no sólo en el aspecto económico, sino también energético, por lo que la sostenibilidad de este tipo de movilidad va a depender también de poder aprovechar al máximo el uso de fuentes renovables.