Celebración de los 20 años de la llegada del kirchnerismo al poder agudiza quiebre del oficialismo argentino

El Presidente argentino Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner asisten a la sesión inaugural del 141° período legislativo, en el Congreso, en Buenos Aires, el 1 de marzo de 2023. Foto: Reuters

A la vicepresidenta Cristina Kirchner no le gustaron las declaraciones del Presidente, Alberto Fernández, que cuestionó la “falta de ética” de la exmandataria por haber hecho acuerdos con el empresario Lázaro Báez, que está preso por blanqueo de capitales. El jefe del Ejecutivo no asistiría al acto de este jueves para celebrar la asunción de Néstor Kirchner en 2003.


La tensión entre el Presidente de Argentina, Alberto Fernández, y su vicepresidenta, Cristina Kirchner, ha ido escalando y las declaraciones del mandatario sobre corrupción durante el gobierno K solo acrecentaron el malestar. Al punto que ese sector analiza que el jefe del Ejecutivo no esté presente en el acto del 25 de mayo para conmemorar la Revolución de Mayo, que coincide con los 20 años de la llegada de Néstor Kirchner al poder en 2003.

En una entrevista, el Presidente cuestionó la falta de “ética” de la exmandataria por haber hecho acuerdos por obras públicas con el empresario Lázaro Báez -quien fue condenado a 12 años de prisión por blanqueo de capitales y en diciembre de 2022 fue sentenciado a otros seis años de cárcel por una sociedad comercial ilícita con Cristina Kirchner- mientras ella ocupaba el cargo (2007-2015). Alberto Fernández lo consideró una “imprudencia muy grave”. La prensa argentina destacó que el gobernante fue muy crítico de CFK en los años en que estuvieron distanciados.

“Alguna gente puede decir que fue una imprudencia ética muy grave haber firmado acuerdos con alguien a quien conocían de antes, devenido en empresario (Lázaro Báez) vinculado a la obra pública”, dijo Fernández en una entrevista con El Diario, tras ser consultado si no percibía “en la relación de Cristina con ciertos empresarios una grave invalidación de su figura política”.

Ante esto, indicó el diario Clarín, el kirchnerismo duro dejó saber que no querían que el Presidente estuviera presente en la Plaza de Mayo, en el acto del 25 de mayo. El periódico indicó que Fernández no tenía pensado ir y fuentes cercanas al periódico indicaron que “nunca” estuvo previsto su asistencia al homenaje a Néstor Kirchner, a 20 años de su asunción. Después de encabezar el tedeum en la Catedral Metropolitana, el mandatario se subirá al helicóptero en la Casa Rosada y se recluirá en la Quinta de Olivos. En el gobierno dijeron al sitio La Política Online que enviarán una comitiva de ministros.

El entonces candidato presidencial de Argentina, Alberto Fernández, gesticula mientras habla durante un mitin de cierre de campaña en Mar del Plata, el 24 de octubre de 2019. Foto: Reuters

Fuentes del kirchnerismo comentaron al mismo medio que Cristina Kirchner “está muy molesta” y que piensa recordar en el acto “la fiesta que (Fernández) armó en Olivos en plena cuarentena para festejar el cumpleaños de su pareja, Fabiola Yáñez. Además, indicaron que CFK tiene previsto hablar de la “ética de la responsabilidad” para responderle su argumentación sobre las distintas valoraciones éticas.

Para el círculo cercano del mandatario, en la entrevista Fernández defendió a Cristina K, pero Clarín sostiene que sus declaraciones incluyeron análisis similares a los que solía hacer cuando todavía no se había reconciliado con la exmandataria, antes de ser su elegido para la Presidencia.

“Los descuidos éticos graves que algunos puedan señalar no siempre son delitos, por eso me parece que hay que hacer la diferencia. Finalmente, no hay una ética única (...) Vos podés juzgar, desde tu mirada, que éticamente eso es cuestionable y tal vez alguna razón te quepa, pero de ahí a decir que eso es un delito, de ahí a decir que Cristina es corrupta, hay una distancia enorme”, indicó el Presidente.

Clarín sostuvo que Fernández también incluyó cuestionamientos políticos, ya que insistió en el que al peronismo “hay que democratizarlo de una vez y para siempre” y “dejar que la gente vote” para definir el candidato a presidente en las elecciones primarias, también llamadas PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias). “No creo que el peronismo pueda seguir siendo personalista, verticalista y todas las cosas que fue cuando Perón vivía. Habrá gente con más capacidad de liderazgo, habrá gente con mucho carisma, pero no son Perón”, destacó.

Sergio Massa, recién juramentado como nuevo ministro de Economía de Argentina, firma documentos junto al Presidente Alberto Fernández, en la Casa Rosada, el 3 de agosto de 2022. Foto: Reuters

Tras la controversia, el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, mostró sus diferencias con los dirigentes kirchneristas y de La Cámpora que organizan el acto del jueves en Plaza de Mayo, aunque confirmó que ese día estará presente en el evento, pese a las diferencias que “no tienen solución” con el camporismo.

“Nunca jugué en contra de un presidente peronista, como sí han jugado otros compañeros -que no viene al caso mencionarlos-, jugaron en contra de Alberto, le hicieron la vida imposible durante todos estos tiempos y malograron muchas políticas públicas”, cuestionó en diálogo con Futurock.

“Es un acto que me permite festejar a mí también, se cumplen 20 años de haber asumido como ministro del Interior de Néstor Kirchner. Me llena de orgullo”, agregó.

Diferencias en el Frente de Todos

La tensión solo vino a dar cuenta de las diferencias en el Frente de Todos de cara a las PASO que se realizarán en agosto. El oficialismo actualmente se debate entre las candidaturas de Daniel Scioli, Agustín Rossi, Eduardo Wado de Pedro, Sergio Massa y Juan Grabois. Al ser consultado por estas postulaciones, Aníbal Fernández respondió que no tiene “problemas personales” con ninguno de ellos.

Sin embargo, añadió que por “determinadas políticas, actitudes, gestos mezquinos y aprovechados y ventajeros, no tengo relación con determinado segmento, pero con todo el resto sí”. El ministro de Seguridad insistió en que el oficialismo deberá dirimir candidaturas en las primarias y vaticinó que el candidato que surja de allí pondrá a todos detrás de esa figura.

Por su parte, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció que enviará una columna de militantes al acto del jueves y confirmó que su partido, el Frente Renovador, sigue formando parte del Frente de Todos.

La vicepresidenta Cristina Kirchner gesticula durante una clase magistral en el Teatro Argentino, en La Plata, el 27 de abril e 2023. Foto: Reuters

La Política Online indicó que los massistas vienen participando de varias actividades públicas que tienen a Cristina Kirchner y a su hijo, el diputado Máximo Kirchner, como protagonistas centrales. El lunes, el Frente Renovador difundió un comunicado en el que exige a Alberto Fernández que como titular del Partido Justicialista convoque a la coalición de gobierno para diseñar una estrategia electoral. En un duro texto, el partido de Massa le exigió “generosidad” al Presidente.

Enriquecimiento

La polémica se instaló en momentos en que la prensa argentina recordó que a 20 años desde la llegada del kirchnerismo al poder, Cristina Kirchner es la presidenta que más se enriqueció ocupando ese cargo de todos sus antecesores desde 1983 a la fecha. Según el diario Clarín, de acuerdo solo a sus bienes declarados ante el Estado, el patrimonio de la vicepresidenta creció más de 1.000% mientras ella ostentaba el poder central.

Tras algunos años en la Casa Rosada, su familia decidió dedicarse al comercio hotelero. Compraron y construyeron tres emprendimientos turísticos en El Calafate, y un cuarto en El Chaltén. Si bien, dice el periódico, nunca manejaron esos negocios, los arrendaron para que la administración de estos quedara a cargo de dos contratistas muy beneficiados con contratos de obras públicas otorgados por el Estado.

El más conocido es el empresario Lázaro Báez, mencionado por el Presidente Fernández. El otro fue otro constructor de infraestructura financiada por el gobierno, Juan Carlos Relats. “Ambos pagaron cifras de cientos de miles de dólares para rentar los hoteles K que nunca le generaron ganancia. Aunque sí la obtenían en sus otros emprendimientos garantizados por sus locadores. Báez compró casas a los Kirchner a precios más altos de los que ellos mismos las habían pagado poco tiempo antes y les vendió inmuebles más baratos de lo que él había pagado para adquirirlos”, indicó el periódico.

Clarín también señaló que las presidencias K ostentan el récord en la democracia que retornó en 1983 de funcionarios procesados y encarcelados por corrupción. Y recordó que muchos de los asistentes privados de los Kirchner que llegaron sin dinero al poder el 25 de mayo del 2003, son o fueron más adelante empresarios multimillonarios en dólares.

Es el caso de Daniel Muñoz, exsecretario privado de Néstor Kirchner, fallecido en 2016 por un cáncer fulminante, quien se transformó pronto en ejecutivo multirubro. Adquirió desde propiedades hasta petroquímicas, departamentos en Estados Unidos por 75 millones de dólares, construyó mansiones y hasta fue dueño de un gran terreno frente al mar en el paraíso fiscal de Islas Turcas y Caicos. Lo admitió su esposa, arrepentida en la causa llamada “Cuadernos de la Corrupción”, instruida por el fallecido juez Claudio Bonadio, y por el fiscal Carlos Stornelli.

En sus horas de agonía, según Infobae, Muñoz le dijo al exsecretario de Finanzas de la provincia de Santa Cruz, Juan Manuel Campillo: “Esto es parte de una fortuna que no es mía”.

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