
Elecciones de EE.UU: Un largo camino hasta noviembre
La pandemia por el coronavirus golpeó duramente la campaña del Presidente Trump, aunque también ha afectado al candidato demócrata Joe Biden. Los actos políticos se encuentran suspendidos.

La pandemia por el coronavirus no pudo llegar en un peor momento para el Presidente Donald Trump y su campaña de reelección. Antes del brote, el Mandatario republicano basaba su buen desempeño en las favorables cifras económicas que acompañaban su gestión y en un Partido Demócrata que se encontraba profundamente dividido entre el ala más moderada y una más de izquierda. Ahora todo cambió de cara a los comicios del 3 de noviembre, aunque aún queda un largo camino por recorrer.
Las medidas de confinamiento para tratar de contener la pandemia, que tiene a 1,3 millones de estadounidenses contagiados -mientras que más de 78 mil han muerto a causa del virus, han paralizado la economía, provocando la peor tasa de desempleo desde la Gran Depresión, con 20,5 millones de estadounidenses que han perdido su trabajo solo en abril. “Todos los empleos volverán, y volverán muy pronto”, prometió Trump en una entrevista con el canal Fox.
En este sentido, el gobernante no solo ha usado las conferencias diarias en las que da cuenta de la situación del coronavirus en el país, como una suerte de plataforma electoral, sino que además ha presionado a los gobernadores para que relajen las restricciones de confinamiento para reabrir la economía, algo que le ha valido duras críticas.
El errático manejo de la crisis provocada por el Covid-19 ha provocado que incluso sus aliados del Partido Republicano se encuentren muy nerviosos ante la posibilidad de perder la elección presidencial y de paso el control de ambas cámaras del Congreso, ya que actualmente gozan de mayoría en el Senado.
“Tomen cloro”
Entre las críticas se sostiene que Trump no ha presentado una estrategia sólida para enfrentar la pandemia y, en cambio, se ha dedicado a lanzar ataques a los demócratas y a la prensa. Su sugerencia de que se utilicen desinfectantes de cocina y baños para eliminar el virus provocó no solo el estupor de una de las asesoras de salud de la Casa Blanca, Deborah Bryx, sino que también de sus partidarios, muchos de los cuales se rieron por las redes sociales. Hasta el mismo Joe Biden aprovechó la oportunidad, y señaló mofándose, que por favor las personas no “tomen cloro”.
“Él y sus asesores, aparentemente, piensan que pueden impulsar la economía para su recuperación, antes de tener que enfrentar a los votantes. Esto, considerando el gran riesgo de dar paso a quizás otra o incluso más mortal ola de infecciones de coronavirus. Lo único claramente razonable es que si la apuesta falla, también fracasará su Presidencia”, escribió el columnista Ed Kilgore en The New York Times.
Al otro lado de la vereda, el camino para el demócrata Joe Biden no es simple. El exvicepresidente tuvo que enfrentar la denuncia en marzo de Tara Rade, una mujer con la que trabajó en su oficina del Senado y que asegura que en 1993 el político la atacó sexualmente. Y, según sus abogados, habría otras dos mujeres que avalarían la denuncia. Por dos meses Biden se negó a hablar del tema, hasta la semana pasada.
“Reconozco mi responsabilidad de ser una voz, un defensor y un líder para el cambio en la cultura que ha comenzado, pero es un trabajo que no está terminado”, escribió Biden haciendo referencia a las leyes que presentó en el Congreso a favor de las mujeres. “Así que quiero abordar las acusaciones de un exmiembro del personal que trabajó conmigo de que cometí una mala conducta hace 27 años. No es verdad. Esto nunca sucedió”, añadió.
El diario The New York Times señaló que un grupo de organizaciones que abogan por los derechos de las mujeres le pidieron a Biden que diera su versión de los hechos cuanto antes. “Es muy difícil para las víctimas de este tipo de actos ver que una mujer que tiene más fuentes que corroboran su versión que la mayoría de las sobrevivientes en situaciones similares, está siendo desoída y atacada por actores políticos cínicos”, dijo Shaunna Thomas, fundadora de UltraViolet, un grupo feminista que apoya la campaña demócrata.
Los portavoces del exvicepresidente han señalado que la denuncia es “falsa”. Y que Rade es una oportunista.
El escándalo de Biden aún no termina y los analistas consideran que puede terminar en cualquier dirección. Trump, por su parte, comenzó a hacer campaña y la semana pasada viajó hasta Arizona, donde visitó una fábrica que se reconvirtió y ahora hace mascarillas. La idea de sus asesores es que comience a visitar distintos lugares y que se enfoque en la reapertura de la economía, en lugar de las cifras del coronavirus.
Sin embargo, en un análisis realizado por The Washington Post se señala que los actos políticos son clave para el mandatario y que sin ellos el camino para lograr la reelección se ve cuesta arriba.
“He estado en la Casa Blanca durante muchos meses y me gustaría salir, por mucho que me encante... la casa más hermosa del mundo”, dijo Trump al anunciar sus planes de viaje.
Las encuestas no le son favorables por ahora: el promedio del sitio Real Clear Politics le da 42,4% de intención de voto frente al 46,8% de Biden. Así, su consejera Kellyanne Conway se encuentra dedicada a mejorar las cifras.
En todo caso, el camino hasta los comicios de noviembre aún parece largo.

COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.