Evo Morales Ayma, expresidente de Bolivia (2006-2019): “EE.UU. y Áñez usan la pandemia para seguir postergando las elecciones”

El expresidente de Bolivia, Evo Morales en Buenos Aires en enero pasado.

Desde Buenos Aires, el líder del Movimiento Al Socialismo afirma que los comicios programados para el 18 de octubre constituyen una “medida ilegal e inconstitucional”, ya que, a su juicio, no respeta al Legislativo.


A casi nueve meses de su renuncia, el expresidente de Bolivia, Evo Morales (2006-2019), vive sus días de cuarentena en Buenos Aires, pero expectante de lo que ocurre en La Paz. En la primera entrevista con la prensa después del segundo aplazamiento de las elecciones generales ordenado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) programadas en principio para el 3 de mayo, luego pospuestas para el 6 de septiembre y finalmente fijadas para el 18 de octubre, el líder del Movimiento Al Socialismo (MAS) en conversación con La Tercera critica la gestión de la pandemia del gobierno interino de Jeanine Áñez, con más de 81 mil contagios y 3.228 muertos. Y advierte que en los comicios “no solamente puede haber fraude, sino también otro golpe”.

El expresidente de Bolivia, Evo Morales en Buenos Aires.

¿Cómo evalúa la gestión de la pandemia en Bolivia?

Hay una ausencia del gobierno de facto para enfrentar esta pandemia. Inició una cuarentena sin ninguna planificación, el coronavirus no se puede combatir con tanques, armas y gases. Hay más equipamiento en las Fuerzas Armadas que atención social. Hay muchos más casos que los registrados por el Estado y son muchos más muertos. En Beni y Cochabamba no solo colapsaron los hospitales, sino también los cementerios. Habían unos 15 hospitales terminados y por terminar, pero paralizaron las obras. Así, como Estados Unidos y Brasil, en la segunda parte de la pandemia el gobierno de facto dijo que las alcaldías y gobernaciones se hicieran cargo cuando es un tema nacional.

En el gabinete de Áñez ya hay 11 de 17 ministros contagiados...

No sé, no tengo mucho que comentar sobre eso, pero militares, policías y médicos mueren por falta de equipos de bioseguridad.

¿Cómo ha visto usted la gestión de los otros países de la región ante la crisis sanitaria?

La (estrategia) de Bolivia es parecida a la de EE.UU., sálvense como puedan. Y yo sigo convencido que esto parece parte de una guerra biológica. He tenido informaciones que dentro de la política del nuevo orden mundial es importante la reducción de la población innecesaria, justamente las personas de la tercera edad, discapacitados y la gente pobre. En EE.UU. los que mueren son los migrantes latinos. En la región nos falta Unasur para enfrentar juntos la pandemia. En Bolivia, hay dos pandemias, la dictadura y el Covid-19. El gobierno de facto mata de hambre, hay varios que se han suicidado, niños, niñas y padres porque no tienen comida. Eso no había antes.

¿Cómo se cuida usted para evitar un contagio?

Yo cumplo sagradamente cuarentena en Buenos Aires, soy el más disciplinado. Acá hay mucho control y presencia del Estado. Me visitan algunos ministros, autoridades, algunos hermanos bolivianos respetando todas las normas de Argentina. Me siento bien y haciendo deporte como siempre.

Tras la anulación de las elecciones de octubre pasado, el TSE aplazó dos veces la votación. ¿Cómo ve los comicios en octubre próximo?

Esto no es un problema interno, sino también externo. Hay un plan de la derecha, pero también de EE.UU. de proscribir al MAS. Los mismos técnicos del TSE nos informan que hay mucha presión para eliminar al MAS. Cuando hicieron el golpe de Estado el mensaje desde EE.UU. era el “MAS tiene que desaparecer”. Cuando no pudieron, era “el MAS sin Evo”, y ahora dicen “el MAS no puede volver al gobierno, ni Evo a Bolivia”. Entonces, usan la pandemia para seguir postergando las elecciones. Nosotros con mayoría en el Legislativo realizamos la postergación legal del 3 de mayo al 2 de agosto. Después el TSE señaló que tenía problemas técnicos y logísticos, y con el acuerdo de todos los partidos el proyecto de ley dejó las elecciones para el 6 de septiembre. El problema es que el TSE nos pidió otra ampliación hasta el 4 de octubre y la rechazamos. De golpe dicen que las elecciones serán el 18 de octubre.

Dos vocales del TSE manifestaron su descontento con la forma cómo se tomó la decisión...

Hay dos leyes promulgadas que no se están respetando. Otra ley puede modificar la fecha, pero no una resolución administrativa del órgano electoral. En una elección ordinaria cada cinco años, el TSE decide la fecha, pero cuando son extraordinarias es la Asamblea Legislativa la que decide en base a la Constitución. Por no respetar las leyes y por ampliar el mandato de facto, miembros del TSE pueden tener procesos penales.

¿Por qué cree que se busca aplazar las elecciones?

Quieren más tiempo para unir a la derecha fracturada. Hay una derecha moderada con Carlos Mesa como candidato de la embajada de EE.UU. y la derecha fascista dividida entre Tuto Quiroga, Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho. EE.UU. los trata de unir, pero no han podido. La batalla por ahora es que sí o sí deben haber elecciones, ese es el pedido clamoroso del pueblo boliviano.

Organizaciones sociales y sindicales anunciaron nuevas acciones. ¿Es posible un nuevo quiebre en la sociedad boliviana?

Históricamente, la Central Obrera Boliviana y el movimiento indígena campesino han luchado por la democracia y la patria. Hay mucha claridad, ellos piden elecciones y si el TSE actuara con inteligencia debería garantizar la democracia, pacificar el país con acuerdos con los movimientos para los plazos ratificados por el Legislativo.

¿Hay riesgo de un estallido social?

Es que la propuesta del TSE es inconstitucional e ilegal. Es como otro golpe al golpe.

El gobierno transitorio señala que apoya la decisión para cuidar la salud de los bolivianos...

No es transitorio porque un gobierno de transición es elegido por el Legislativo y ellos fueron autoproclamados con militares. Además, debían garantizar elecciones en 90 días y el Tribunal Constitucional amplió el mandato, que finalizó el 22 de enero, diciendo que debe haber un nuevo gobierno 2020-2025. O sea, sí o sí debe haber elecciones este año.

De acuerdo con el calendario del TSE, el mandatario electo asumiría en noviembre, mes en que Áñez, también candidata, cumplirá un año en el poder. ¿Cuál es su postura?

Comete un grave error al prometerle al pueblo que no iba a ser candidata y serlo. En la derecha, entre ellos, se perjudican. Ahora están arrepentidos porque para el 3 de mayo Áñez estaba mejor posicionada.

¿Hay riesgo de fraude electoral?

El pueblo está preparado para defender el voto. Garantizando las elecciones vamos a ganar. No solo puede haber fraude, también otro golpe.

En enero, usted señaló a La Tercera que buscaría un escaño en el Senado y ahora enfrenta acusación por terrorismo de la Fiscalía de Bolivia.

Detrás está EEUU. Cuando impulsamos el movimiento político desde lo indígena mostramos que Bolivia tiene esperanza. Nunca nos aceptaron como MAS-IPSP. Así como descuartizaron a Tupac Katari durante la colonia quieren hacerlo con el MAS.

Algunos países como Chile y Perú aceptaron el retiro del 10% de la AFP para enfrentar la crisis. ¿Usted habría considerado esa opción?

Primero tendría una reunión con todos los actores, alcaldes, empresarios y trabajadores para hacer una agenda conjunta para enfrentar la pandemia. Si ellos lo autorizaban, sí. De lo contrario, no. No vamos a copiar a los países, pero hubiera aplicado un impuesto a los grandes millonarios, que todos pierdan, no solo los pobres. Además, hubiera promovido un trabajo con la comunidad internacional. Acá en Argentina escucho que cada dos o tres días llegan aviones de China con equipamiento y en Bolivia no los dejan pasar.

¿Cómo siguen los planes para regresar a Bolivia?

Ese es el primer tema. Vamos a enfrentar los procesos judiciales. Intentaron ligarnos con corrupción y no han podido ni van a encontrar. Quisieron implicarme en narcotráfico y tampoco pudieron. Los procesos de terrorismo y sedición son políticos.

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